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Día 8
Concierto en Match Vox, Chunguitos y la última cena
No sé el resto, pero yo me levanto con una resaca de espanto. Nos están esperando cerca del hotel, en la parada del tren que nos va a llevar hasta Hachioji, a la sala Match Vox. Hoy falta Manolo-road, que se ha puesto bastante enfermo (él no salió, no seamos
) y no puede ni moverse. 90 minutos de tren, o algo menos, y estamos en Hachioji. Es una zona que bien podría ser el centro de cualquier gran ciudad de por aquí, con sus edificios enormes y luces por todas partes. Vamos a la sala y mientras prueban sonido me echo una siesta reparadora. Entre sueños me parece oír
Y Dale! de Rosendo. Cuando terminan vamos a comer. Esto es fácil, porque además de tener las traducciones de Shogo en las entradas de los restaurantes hay réplicas exactas de cera de los platos. Hasta la hora que empiezan los conciertos cada uno hace tiempo como puede, y pasamos por una tienda en la que los dependientes hablan a gritos alargando las vocales por, como poco, 5 segundos, a nadie. Simplemente si entras se vuelven locos, muy divertido.
Y llegan los conciertos. Antes de nada, decir que para este día han hecho especialmente el trago Boikot, que consiste en ron, zumo de piña y algo que no recuerdo. Fuertecito pero alegre. Aquí conozco a una de las componentes de 3 Peace, un grupo del que conocía el nombre por una camiseta que siempre le he visto a Javi (agradecido), que fue a verles al Antzoki de Bilbao allá por mayo del 2001. ¿Y sabéis quien les trajo? Exacto, Shogo. La gente nos trata de lujo. Los Kurage nos regalan una taza preciosa a cada uno, qué detallazo. Y Taiki me regala una libreta chulísima de gatos pintados en papel japonés (si leéis esto, ¡mil gracias!).
Después de Kurage, a los que ya hemos visto varias veces, vemos la cosa más friki de nuestras vidas: una guitarra, una batería, secuencias grabadas, y dos tíos disfrazados de vayaustéasaber, haciendo monólogos, piruetas de todo tipo y hasta una parodia de Bola de Dragón, Dragon Ball, Dragoi Bola, Bola de Drac, o como lo llames en tu tierra. Es alucinante.
Y salen Boikot ya en las últimas, derrotados, con Juankar cada vez más enfermo y sin voz, y el resto medio mataos. Pero suben al escenario y se transforman, no sé cómo. Además tienen la ayuda de Kurage, el cantante del grupo con el mismo nombre, que se apropia durante un buen rato del micro de Kosta, canta, habla, baila, les da de beber, les anima y hasta en las trompetas sale ¡¡¡con una turuta!!! Mítica Turucaster de los Piperrak de toda la vida. Acaba siendo un concierto divertidísimo, y es que después de la frikada parece que se han animado con lo de los monólogos. Juankar sigue intentando que le entiendan con su chuleta de frases en japo, Grass se convierte en el primer batería del mundo que toca en japonés (como lo oyes) y se dedica al el brake-dance, Kosta toca la canción de la guerra de las galaxias y todos se arrancan con el Dame veneno que quiero morir, dame venenooo
. Guapísimo. Y se hacen un bis, tocando por primera vez, y última en Japón, Amaneció. Y es imprescindible mencionar al chaval que está en primera fila dándolo todo, ¡¡¡cantando las canciones!!!. Fue al primer concierto y se compró todos los discos, y 4 días después se las ha aprendido. Y no, no habla castellano. ¿Cómo es posible?
Y ya nos vamos. Antes paramos a cenar en un restaurante en el que tenemos que descalzarnos, aunque cogemos una de las mesas en la que las sillas sí tienen patas. Probamos el sushi (por fin), y por mi parte no creo que vuelva a probarlo nunca. Nos arrastramos al hotel y maldormimos 3 horas, no sin antes discutirlo con un catalán que quiere irse de empalmada.
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