Flaming Lips y sus conciertos con músicos y público aislados en Water Balls
Los americanos Flaming Lips han dado dos conciertos dentro de unas burbujas de plástico, tanto ellos como el público que podía “disfrutar” de 1 burbuja con capacidad para 3 personas. El cantante de la banda ya utilizaba una de estas “bolas zorb” para pasearse sobre el público en la era prepandemia, al estilo de lo que hace Manu de Porco Bravo con la tabla de windsurf, pero un poco más protegido. Tanto vicio tiene que se casó en una de ellas.
Dentro de esta esfera de plástico transparente sus ocupantes disponen de una botella de agua, un altavoz suplementario a las grandes pantallas del concierto para evitar que el sonido se apague, un ventilador por si sube la temperatura, una toalla y un cartel con dos frases para anunciar a la organización que alguno de sus huéspedes necesita cubrir alguna necesidad básica (beber o mear en este caso). Además, los habitantes de la microesfera deben lidiar con la condensación, para eso la toalla, y con la posible falta de aire; la capacidad de oxígeno de la bola en cuestión da para respirar tres personas poco más de una hora antes de que sufran el riesgo de caer redondos.
Una manera pintoresca y puramente anecdótica para mantener a raya al virus y poder dar un concierto sin que el público tenga que estar sentando llevando mascarilla, lo que viene siendo habitual en esta época COVID-19. Me inclino más por la opción que tomaron en Iruña, grupos “convivenciales” de pie y con mascarillas guardando distancia con el resto de asistentes, como en el concierto de Koma al que asistimos (puedes verlo en Facebook y/o en Twitter).
Foto de Manu Porco Bravo: Paloma Novo
Las Water Balls, cuya primera aparición notoria fue en la película de James Bond Diamantes para la eternidad (1977) se diferencian de las Bolas de Zorb en que las primeras están pensadas para caminar sobre el agua, mientras que las Zorb se utilizan para rodar por el campo —haciendo zorbing— por lo que llevan una capa extra de plástico poder rodar sin pinchar las primeras de cambio, además de asideros para sus ocupantes.