Abismo versiona el Viajando al fin de la noche de Los Suaves en su nuevo disco (videoclip)
Lo que tenía que pasar ha pasado. Tras veinte años al servicio del rock and roll y cinco discos grabados con Visitantes, ha llegado el momento de que Alberto Arnau le rinda cuentas al mismísimo Lucifer. El Diablo no compra baratas las almas y en esta ocasión el tributo le ha llegado en forma de Canciones Satánicas, un disco absolutamente diferente con el que el turolense da por inaugurado un nuevo proyecto musical titulado Abismo. El CD se pondrá a la venta el 19 de octubre.
Grabado en Pamplona con Iker Piedrafita, Arnau presenta un trabajo en el que explora territorios muy diferentes al de los riffs eléctricos y los power chords de influencias rollingstoneras al que nos tenía acostumbrados. Ritmos lentos y armonías cargadas de tensiones y melodías oscuras, casi góticas y con ecos progresivos, difícilmente etiquetables, que no prescinden de la guitarra pero que incorporan chelos, violines, pianos clásicos, hammonds, sintetizador, baterías con sonido industrial y coros como para sonorizar una docena de películas de terror. Una propuesta musical distinta que se manifiesta en ocho cortes, desde una versión del Viajando al fin de la noche de Los Suaves al aterrador Me dice Satán pasando por temas con aires distópicos como Los zombies de la cripta, las catastrofistas Belleza apedreada o Amor vampiro o la irreverente Vivir. Un disco, al fin, que requiere de una degustación lenta y reposada, que exige masticar cada una de las palabras y de los acordes exhalados por Alberto Arnau para disfrutarlo plenamente y conocer lo más profundo de las entrañas del músico turolense.
Abismo se presentará ante los mortales, en directo, con una banda compuesta por Venom (Vega Molina) al bajo, De Salem (Rocío Alonso) guitarra y coros, L’Empalieur (David Pascual) a la batería, y el propio Abismo (Alberto Arnau) a la voz y guitarra. Cuenta además con la colaboración de Pili Collados en los coros y Reaktiu en la faceta gráfica. Y la oscura complicidad del Maligno, que se prepara para hacer caja entre aquellos que se atrevan a disfrutar de Canciones Satánicas, un enorme y maldito disco.
