"El caso de Zeke es especial, se desata la locura cuando la aguja desgarra el surco, es como si saltaran virutas de vinilo y tuvieras que tirar el tabique de tu puta casa porque el mundo se va a acabar y no quieres morir atrapado. Mis vecinos no lo entienden. Notas como si las revoluciones se multiplicaran y en vez de 33 rpm se convirtieran en 3300, la aguja del salpicadero está al rojo, no sabes si es el tocadiscos el que echa humo o la cabeza del vecino que intenta dormir. Entras en trance."
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