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Escuchamos «Incandescente», el nuevo disco de Boni

Madrid, 9 de abril de 2015. Texto de Verónica Diez

Incandescente está cerca de ser una realidad, pero a la espera de que vea la luz el próximo día 21 de abril, sigue siendo el lanzamiento que probablemente más expectación genere durante el 2015. Conocido es ya por todos que será un disco doble, con 11 de temas en formato eléctrico en un primer CD y 8 más en formato acústico en el segundo.

Incandescente no supone la vuelta de Boni, sino la reinvención del que fuera vocalista de una de las bandas más emblemáticas de este país. Y cuando digo reinvención, lo digo con todas las de la ley. Su registro vocal es inconfundible y característico y, aunque “donde hubo fuego quedan brasas” y algo de Barricada se adivina entre las notas, dista mucho de cualquier trabajo de los navarros. Yo diría que su voz es lo que más evoca ese recuerdo.

Es advertencia obligada decir que este disco, sea el primer o el segundo plástico, es imprescindible, al menos la primera vez, escucharlo entero y necesariamente siguiendo el orden establecido al ser una producción muy ascendente. No voy a decir que a un volumen alto porque el propio disco pide subir los altavoces.

Empezaremos con la parte eléctrica y, con vuestro permiso, me voy a permitir no valorar “Pruébame”, “Explosivo” e “Incomunicado” (posiciones 1, 3 y 8). El motivo es evidente. La generosidad propia de lanzar cuatro adelantos (estos tres y “El brillo del raíl” con la que haré lo mismo) hace que cada uno pueda tener ya sus propias ideas.

En líneas generales, el disco está lleno de trallazos, mucha contundencia e incluso sonidos muy metaleros, pero también está lleno de cambios y alguna que otra sorpresa. No es un disco nada plano, lo que engancha muy rápido.

Por esos derroteros se mueve “Incandescente”, que es el segundo corte del disco con mismo título. Es el primer salto metalero en el tracklist pero de por si es un tema en continuo cambio que comienza en un tono bastante suave, para dar un giro a la brutalidad y cambiar nuevamente a un sonido más rockero sin perder ese toque burro. La batería aquí tiene un marcado estilo de Koma, muy acompañado por el bajo que sigue el camino marcado por esta. La letra es directa, gana mucha potencia en el estribillo y viene acompañado de un muy agradable solo de guitarra.

Saltando al cuatro llegamos a “Desakato”, que sigue la misma línea del tema anterior en el aspecto descriptivo pero todavía más contundente y directo, principalmente en la letra. Si respecto a “Incandescente” existe una diferencia notable, está precisamente en el ritmo que marca la batería que tiene ese característico estilo del rock de los 60 que incita al baile.

Entre los temas de denuncia social, que tampoco faltan, el primero llega justo a continuación bajo el título de “Cuchillas”. Inmigración y concertinas. He leído muchas veces la letra desde que está en mis manos y ahora sin música, como si fuera un poema, estremece. A estas líneas la acompañan un inicio en medio tiempo que no tardan de subir en intensidad con la llegada del estribillo. Hay mucho redoble de batería y al igual que se escucha mucho doble bombo por el repertorio en general, aquí algunos sonido transportan a las marchas militares (salvando las distancias). En los tonos de la voz y en las guitarras sobreviene un aire melancólico a la par que agradable. Primera gran interpretación grupal.

Antes de cambiar de tema, otros dos cortes. El primero “Por delante” (décima posición) que hace su propia denuncia sobre la industria petrolera y un asunto tan de actualidad como el fracking que a tantos preocupa y que se inicia con ruido de helicópteros y mucho redoble. Muy metal desde el primer segundo en todos los instrumentos pero a la vez combinando muchos estilos musicales que evidencian la complejidad del tema. El cierre corre a cargo de “Crónica de Igualada”, otro trallazo que narra la historia de la matanza de 43 estudiantes el pasado año en México.

La sorpresa del eléctrico corre a cargo de “Lluvia torrencial” (noveno corte), cuyo inicio acústico hace de break durante unos segundos porque tras dos estrofas tiene un cambio muy radical. Es sin duda la más distinta de todo este primer CD, muy buena y su letra más elaborada y extensa invita a leer entre líneas.

Para acabar con esta parte, mis favoritas (y no solo las mías por lo que en el momento de la escucha comentamos). La sexta es “Siniestro”, la que en una primera valoración es considerada el cañonazo del disco. Puede recordar algo más al estilo de Barricada pero bastante ligeramente. Es muy pegadiza, de las más bailables. De tonalidad es algo menos contundente pero gana en graves generalizados en contraste con el solo de guitarra considerablemente más agudo.

Y en el siete, la que para mí se lleva el premio gordo cuyo título es “Contigo un secreto”. Boni aquí se permite cantar en tonos más graves de lo habitual y la interpretación es una delicia. Es un tema que tiene mucha presencia de base, muy dura y que en algunos momentos da incluso sonidos de ametralladora. Los tonos graves le dan un encanto que ya se inicia con el tema anterior y esa unión se preveía necesaria. Acaba de una forma muy seca, casi parece que el propio tema lo pide y es de principio a fin un trallazo.

En resumen, la parte eléctrica es muy burra, con mucha presencia de doble bombo y temas variados en las letras. Mucho giro, mucha combinación de estilos y muchas influencias.

Yendo a la parte acústica, vuelve a haber de todo como en botica. No es un disco desenchufado clásico basado en una guitarra acústica sino que incluye guitarra eléctrica muy protagonista, baterías con cierta dureza, cuerdas, vientos, órganos y hasta la tradicional txalaparta vasca.

La primera es “Desde arriba”, que instrumentalmente es muy bonita y muy suave. Incluye un par de líneas en euskera muy encajadas en un texto en castellano, que ni se espera ni desentona. Alguno puede que ya la haya escuchado porque parece ser que ha sido interpretada en algún concierto junto a Aurora Beltrán.

Saltamos al tercer lugar (puesto que el segundo es para “El brillo del raíl”) y llegamos a “El olvido”. Este tema comienza con un órgano que bien podría tratarse del órgano de cualquier recinto religioso. En este tema hay más presencia de base rítmica y tiene un aire muy optimista. Tiene tendencia a ganar velocidad a medida que avanza y la variedad instrumental es suficiente como para querer estar atento a muchos sonidos a la vez.

Seguimos con “La guarida”, que sí que podría ser del estilo de un acústico más tradicional pero con cierta rotundez en el pre-estribillo, complementada con punteos y solos en el estribillo y tras este, de guitarra eléctrica. Son estos complementos los que le dan un aire muy agradable al tema.

“Calle real” tiene un inicio muy fresco y una letra muy cortita, con un final muy repetitivo que tiene papeletas para ser carne de directo.

El cierre es para “Cierra los ojos”. Es muy lenta, muy bonita, con uso predominante del piano y algún viento, pero sin guitarra, ni batería, ni nada… Deja muy buen sabor de boca y sensación de tranquilidad. Cierre muy acertado para cerrar los ojos y empezar a valorar de verdad todo lo escuchado.

Y me he dejado seis y siete. La primera de ellas es una letra de Jasone Osoro titulada “Sua” (Fuego para los castellanoparlantes) y cantada plenamente en euskera, lo que de por sí le da un brillo propio y cuya traducción (a cargo de Esther Goikoetxea y de la que no voy a hablar para no desvelar absolutamente todo) a más de uno le puede sonar de algo.

Para terminar con este repaso me queda “Infierno”, la que podríamos categorizar como “la que no encaja aquí / la sorpresa del acústico”. Obviamente no es para mal, es probablemente la que más guste de esta parte (otra de esas cosas que comentas mientras escuchas el disco con los compañeros) y es que es acústica bajo palabra de honor. Es dura, es rápida, animada, fresca… y vamos, que es eléctrica. Como la propia letra dice “Su calor incita a beber sueños”.

El resumen de este repaso lo voy a dejar en una simple frase. Mientras lo escuchaba dije “Es burrísimo. Si no te gusta, es que eres muy raro”. Me reafirmo en estas palabras. Que lo disfrutéis.

Por Verónica Diez

Página de Facebook de Boni: facebook.com/BoniRocanrol

Perfil de Twitter de Boni: twitter.com/bonirocanrol

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