Mala Reputación gana la Guerra de los Veinte Años

17 de noviembre. Sala Copérnico (Madrid)

Texto de Daniel Sancet. Fotos de IMPRO, Javi Agradecido e Isabel Marco

Mala Reputación llegaba a Madrid tras una primera celebración en Xixón y con la necesidad de morder con fuerza en mitad del corazón de la bestia. Madrid se rindió a sus pies.

La historia de Mala Reputación es la historia de aquellos a los que nadie les ha regalado nada, la historia de los que nunca pierden la sonrisa, la historia de los que nunca olvidan de donde vienen, la historia de los que conocen a la perfección el valor de las cosas importantes. La historia de Mala Reputación es impecable.

Entrada de la Sala Copérnico antes del concierto de Mala Reputación

Pero si algo ha caracterizado el camino recorrido por los Mala son las canciones, las buenas canciones. Puede parecer obvio, pero no lo es. Un grupo puede durar veinte, treinta o cuarenta años pero si no tiene buenas canciones no tendrá gente cantándolas. Los dos conciertos del XX Aniversario de Mala Reputación estuvieron marcados por un público que cantó absolutamente todas las canciones durante las dos horas y cuarto ininterrumpidas en las que los de Cangas de Onís demostraron ser enormes.

Cuando se abrieron las puertas de la sala Copérnico el ambiente apuntaba a que se iba a vivir algo muy especial: la gente se arremolinaba alrededor del puesto de merchandising y agotaban las camisetas del XX Aniversario, algunos se saludaba, otros miraban nerviosos, todos iban tomando posición donde podían y las miradas se dirigían del reloj al escenario una y otra vez. En camerinos los abrazos y las miradas hablaban de amistad y de un viaje a ninguna parte en el que se han transformado en la familia que son hoy. Poco a poco el momento llegaba, Daviz (voz y guitarra), Juan (voz y guitarra), Michi (bajo y coros) y Kiko (batería y coros), estaban preparados; las luces se apagaban, la música de la sala dejaba de sonar y el público comenzaba a gritar enfervorizado. Segundos después arrancaban los acordes de “Fuego” y vivíamos uno de los muchos instantes mágicos de la noche. A partir de ahí el mundo se paralizó para el medio millar de personas que llenaba la Copérnico y la música mandó por encima de todas las cosas.

“Un público que cantó absolutamente todas las canciones durante las dos horas y cuarto ininterrumpidas de concierto”

Canciones de varias épocas iban sucediéndose, colocadas con la estrategia del que conoce el oficio a la perfección. El sonido, impecable en todo momento, daba valor a las verdaderas protagonistas de la noche: las canciones. Las luces, la colocación de los amplificadores sobre el escenario, nada era casual; todo el show parecía pensado por un artesano que mima cada detalle. En el escenario cada movimiento, tan característico en cada uno de ellos, demostraba que todo funcionaba, que no había margen de error porque el corazón les empujaba, ese corazón que les une a la tierra y que les ata a cada uno de sus seguidores. Sin apenas darnos cuenta pisaba las tablas el primer colaborador, el primer amigo, el joven poeta Alberto Claver quien ya recita en su disco y que volvió a hacerlo una vez más con el público madrileño repitiendo porque de eso trata la vida. Tras esto, nueva mirada al pasado con “Gritar” y, seguidamente, “Caliza” nos ponía los pelos de punta. Daviz pedía un fuerte aplauso para un grupo de Madrid que llevaban siguiendo toda la vida, y acto seguido, aparecían en el escenario Javi y Jose de Sonotones para marcarse un excelente “10.000 kilómetros”. La sala se volvía loca con tres auténticos temazos, la gente cantando cada palabra, sintiendo cada frase: “Ríndete”, “Aúlla”, “…Que la tierra”. Como presta ver que tenían razón, ver que han sabido evolucionar, y comprobar que las canciones de sus dos últimos discos son las más cantadas, las más celebradas y las que provocan momentos más especiales. Con los ojos brillando de emoción el público veía cómo el grupo abandonaba el escenario y las luces se apagaban, algo iba a suceder. Un piano y a su lado una banqueta de madera, dos micrófonos y silencio, todo el mundo expectante. Aparece Daviz para decir que van a hacer un par de temas en un formato más tranquilo y presenta a Alfredo González, un cantautor asturiano muy recomendable que acompañó a Davíz en “Mi fusil” y después a Juan en “Abuelo”, ésta última interpretada de forma magistral y con el público en estado de shock.

“Canciones de varias épocas iban sucediéndose, colocadas con la estrategia del que conoce el oficio a la perfección”

El cambio del set acústico al eléctrico se hizo de la forma más natural, con Juan solo en el escenario cantando aquello de tus palabras no me hieren déjalas morir, se han caído de tu boca no las quiero oír, química absoluta con el público y entrada del resto del grupo para interpretar esta canción, que como todas, ha ganado mucho con el paso del tiempo. El siguiente invitado de la noche mantiene una estrecha amistad con el grupo, es muy conocido por el público y, sobretodo, es un excelente guitarrista: Gabri, de Desakato, se unía para que sonase a tres guitarras “En el andén del sacrificio”, soberbia. Y después, sin dejar respirar al público, “Para que jueguen los gatos”. Breve parón, el público madrileño gritando al unísono y de forma espontánea L´Asturianu llingua oficial y arrancaba un bloque memorable: “Lugares salvajes”, “Efecto causa” y “Polvo en el viento” con el grupo pidiendo a toda la sala que se agachasen todo lo que pudiesen para estar como ellos en sus inicios y subir juntos para botar con energía, Michi se paseaba tocando el bajo entre el público, con su pose característica y sonriendo, siempre sonriendo, en cuanto pisó el escenario todo se desató. Pero todavía quedaba mucha pólvora en las recámaras. Davíz pedía un fuerte aplauso para Pepo de Desakato que se arrancaba con “Reventando” a la que también se sumó Chepo de Ermitaños del Río, hermano de Davíz, para entre todos poner la sala patas arriba. “Jarabe de palo” nos mantenía en la misma etapa y nos demostraba lo bien que le han sentado estos veinte años a Mala Reputación. Pequeño parón para anunciar que habían venido unos amigos desde Valencia, aparecen Agus y Fran de Los De Marras, arranca “Salgo a buscar” y explota una auténtica fiesta entre el público con toda la sala cantando a voz en grito y haciendo un pogo como los de antes. Sin tiempo ni para coger aliento arrancaba “Ansiedad” y los recuerdos de ayer nos perseguían a aquellos que llevamos siguiendo a Mala Reputación toda la vida.

“Conseguir que “Ceremonia” se haya convertido en un himno no está al alcance de cualquiera”

Unir a quinientas personas silbando no es tarea fácil, conseguir que “Ceremonia” se haya convertido en un himno no está al alcance de cualquiera, pero cuando hablamos de Mala Reputación tan solo hay que mirar al escenario y, acto seguido, al público para saber que todo es posible. Encaraban la recta final, todos lo intuíamos, pero todavía quedaba una última bala y la traca fin de fiesta. Empezaban a sonar los primeros acordes de “Cristal”, Davíz cantaba la primera estrofa y, de repente, sonaba una voz femenina y aparecía Isabel Marco, de Insolenzia y ahora también en solitario, sobre el escenario. El público la recibió entusiasmado e Isabel respondió con una actitud y una voz de sobresaliente. Un sonoro aplauso y la banda abandonaba durante unos segundos la escena, el público gritaba una y otra vez Mala Reputación, e inmediatamente volvían a la palestra con Kiko a la cabeza agradeciendo todos los esfuerzos que hacían para estar a su lado, viajando y apoyándolos de forma incondicional, dejando claro que sin ese público nunca hubiesen conseguido lo que han conseguido ni hubiesen llegado donde han llegado. Sonoro aplauso y todos a sus puestos, arranca “Abriendo camino” y piden a todos los invitados que se suban al escenario, la fiesta es memorable. No había mejor forma de finalizar este concierto, todo el mundo, grupo, colaboradores, público uniendo sus voces: nadie nace con el camino marcado, solo uno puede abrirlo paso a paso. Esta es la historia de Mala Reputación, una historia de lucha y superación.

“Esta es la historia de Mala Reputación, una historia de lucha y superación”

Los aplausos, las sonrisas, los gestos, músicos y técnicos sobre el escenario, el equipu unido y fuerte, el público emocionado como cuando abrazas a un ser querido. La foto final hablaba por sí sola, la felicidad recorría el ambiente. Algunos llorábamos, todos nos sentíamos parte de algo muy especial, caminando por encima de la normalidad. Si el tiempo se detuviese para siempre justo en ese instante todo sería perfecto, todo habría merecido la pena.

Los descubrí cuando empezaban, mi sangre late en una montaña cercana a la suya. Disco tras disco sus canciones han sido mías. Año tras año su tiempo ha sido el mío. Les miré a los ojos por primera vez en el Farmacia de Guardia, un garito de Cangas de Onís, tocaban con Ermitaños del Río, yo salí de espontáneo a cantarme una canción, corría el año 2001, ellos no me conocían y tardarían seis años en hacerlo. Después nos hemos ido acercando hasta que nos convertimos en familia, esa familia que se encuentra por el camino. No sé si es la montaña, no sé si es el verbo rural que marca nuestro sino, no sé si es la mirada transparente. Lo único que sé es lo que somos. Al final del concierto les di las gracias uno a uno, Davíz me dijo al oído que nosotros somos de casa. Con eso está todo dicho.

Mala Reputación no estuvieron solos, a su lado estuvo un auténtico equipazo, primero los que siempre les acompañan en gira: Mata (manager), Juanín (road-manager), Juan Torre (técnico de sonido), Jorge Catalán (técnico de luces); reforzados por los fichajes para estos dos conciertos de aniversario: Rubén Lobo (backliner), Kortxos (merchandising). Y frente al escenario, dándolo todo, medio millar de fieles seguidores que cantaron, saltaron, gritaron, bailaron y vivieron algo inolvidable.

No debemos olvidar a los músicos que colaboraron con Mala Reputación en Xixón y que sumaron para que este aniversario fuese lo que fue: Franín (Caso Omiso y ex Mala Reputación), Rigu y Pol (Corquieu), Humber (Misiva), Carlos (Origen), Alfredo González, Pepo y Pablo (Desakato), Chepo (Ermitaños del Río) e Isabel Marco (Insolenzia).

“La foto final hablaba por sí sola, la felicidad recorría el ambiente”

Si has llegado leyendo hasta aquí, ahora que vivimos en el tiempo de la celeridad y lo inmediato, es que los quieres de verdad. No dejes de hacerlo. Les queda mucho futuro por delante y con solo escuchar la enorme calidad musical de sus dos últimos trabajos podemos imaginar que el siguiente volverá a hacerlos volar alto. Ojalá no tarden en volver.

Setlist Mala Reputación Concierto XX Aniversario

• Fuego
• Benditos juegos
• Las 2.00
• Las mañanas
• Entrelíneas (feat. Alberto Claver)
• Gritar
• Caliza
• 10.000 km (feat. Sonotones)
• Ríndete
• Aúlla
• Que la tierra
• Mi fusil (feat. Alfredo González)
• Abuelo (feat. Alfredo González)
• Tus palabras
• En el andén del sacrificio (feat. Gabri Desakato)
• Los gatos
• Lugares salvajes
• Efecto causa
• Polvo en el viento
• Reventando (feat. Pepo Desakato y Chepo)
• Jarabe de palo
• Salgo a buscar (feat. Los De Marras)
• Ansiedad
• Ceremonia
• Cristal (feat. Isabel Marco)
• Abriendo camino