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Fin de gira de Rosendo en Madrid

22 de diciembre de 2015. Con Última Experiencia

Texto de Guadalupe Castro. Fotos de Paloma Novo

El pasado martes 22 de diciembre llegamos al Palacio de los Deportes de Madrid (ups, perdón… Barclaycard Center) para asistir al último concierto de la gira “Mentira me Parece”, que estos meses ha llevado a nuestro Rosendo Mercado desfilando por gran parte de la geografía española.

Día un poco raro en lo personal y en general, aderezado con la pequeña decepción de la lotería que todos los años se repite como en el “Día de la Marmota” y para colmo, y por un malentendido con los horarios, llegamos al final de la actuación de los artistas invitados. Una verdadera pena, porque los últimos minutos de la actuación de Última Experiencia fueron impresionantes e imagino (y por lo que me comentaron) que el resto de la actuación no tuvo absolutamente ningún desperdicio. Una lástima también no tener fotos suyas para ilustrar esta crónica, ya que a los fotógrafos no les dieron la opción de acceder al foso en el grupo telonero, cosa también bastante inusual.

El trío madrileño de Rock sesentero/setentero, nos dejó muy buen sabor de boca con “Mi guitarra y el Blues”, destacando los maravillosos solos de guitarra de Miguel Ángel Ariza que invadieron e hipnotizaron a todo el recinto. Finalizando con el reivindicativo aunque con riffs “bluseros” más gamberros, “Blues Cañí”. Prometemos no perdernos la próxima actuación de este grupazo, que yo me quedé un poco chafada y con ganas de mucho más, la verdad.

En el descanso, ya más tranquila y pasándoseme el mosqueo por lo del “malentendido” de la hora fijada para el comienzo del concierto, pude atisbar un recinto de lo más variopinto en lo que a público se refiere. Incluso un montón de chavales y chavalines de todas las edades que siempre dan más color y alegría al ambiente, y esta imagen además la podremos ver desde ahora (a 28 de diciembre) mucho más a menudo en todas las salas gracias al cambio en la “Ley de Espectáculos” que permite la entrada a menores en los conciertos y que esperemos dure….

Nunca he sido una gran seguidora de Rosendo (que yo soy más de Leño) y lo he visto en muy contadas ocasiones y además hace unos cuantos años ya (“mea culpa”, lo reconozco), así que llegué al concierto sin malas ni buenas expectativas, aparte de lo que me han contado y he leído, claro está…. En el escenario Rosendo Mercado a la voz y guitarra (por si alguien no se ha enterado aún …), Mariano Montero a la batería y Rafa Vegas al bajo y un buen comienzo a ritmo de Blues con su “Mala Vida” (siguiendo la línea dejada por Última Experiencia), aunque a partir de aquí, y durante las siguientes canciones, empezando por “Atajo de Cobayas” o pasando por “¿De qué vas?”, me costó mucho digerir esta primera parte del concierto no sólo por los temas algo “flojos” escogidos, además tampoco en el escenario percibí mucho entusiasmo, que digamos. Que sí…, que Rosendo puede hacer lo que le dé la gana, y a su ritmo, que para eso es Rosendo, pero que es un fin de gira y habría que darle un poquito más de caña (y ganas) al asunto, y desde el principio, si es posible, ¿no creéis?.

Sí que desde aquí la cosa empezó a ir a más, aunque despacito… Con “Date por Disimulaó” parece que empezó a remontar algo, ya con algo más de ganas y alegría y temas con más caña y fuerza como “Muela la Muela” o “Cada Día”.

El punto de inflexión, y para mí la segunda parte del espectáculo, vino de la mano de “El Tren”, clásico entre los clásicos de Leño. El concierto seguía en ritmo ascendente (aunque sin pasarse, ¿eh?) con un “Hasta de Perfil”, un “Vergüenza Torera” dedicada a los chorizos y con el deseo del de Carabanchel de no tener que volver a tocarla (y por parte de muchos de nosotros también… ) y “El Ganador” para terminar este “second round” en el “Ring” (esto de el “Ring” es un formato más o menos reciente que se ha adoptado para cambiar el tamaño del recito del Palacio de los Deportes según las necesidades de aforo en cada evento y en este precisamente se habían suprimido, o más bien tapado, las gradas).

Y en la última media hora llegaron los clásicos de los clásicos…y la mejor parte del bolo, sin ninguna duda … (que no por ser las canciones más conocidas fue lo mejor, repito… sino por la elección de los temas, y la actitud en el escenario… )y llegó con “Masculino Singular” y el Berberecho, “Flojos de Pantalón” con el que retumbó literalmente el Palacio de los Deportes, “Pan de Higo” y el “Loco por Incordiar”. Dejando para los bises “Agradecido” “¡Y Dale!” y terminando con el archiconocido “Maneras de Vivir” (Leño de nuevo) y “Navegando”.

En fin… aprobado alto. Los temas, eso sí, bien ejecutados, pero sin demasiado talante, por lo menos hasta llegar a la última media hora. Se echó de menos también algún invitado por eso de ser un concierto especial (o que al menos debería haberlo sido). Aún así, me quedo con lo bueno y a ver si a la próxima, esa media hora de subidón final puede alargarse al menos una hora más.

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