Cada verano, la oferta de festivales cada vez es más amplia, y en algunos casos, se encuentra abarrotada de carteles poco interesantes y repetitivos. Ya se habla de la burbuja de los festivales, y como se suele decir lo poco gusta y lo mucho cansa,, cada vez es más difícil asistir a un festival con un cartel diferente. Claro está, que organizar un festival no debe ser tarea fácil, cada promotora puede diseñar su evento como más le apetezca. Pero ver un nuevo festival que ofrece nuevas propuestas, es un riesgo que se agradece y se necesita.
Claro ejemplo es el Mundaka Festival, un festival joven, con tan sólo dos ediciones, y con un elenco de bandas de diferentes estilos, en el que se apuesta por saltar la barrera entre las diferentes vertientes del rock.
Durante tres días se entremezclan, en un mismo escenario, tanto nuevas bandas como otras que tienen una mayor trayectoria. Además, este festival también apuesta por complementar sus actividades con la gastronomía, en un entorno idílico como es la localidad de Mundaka.
En las tres jornadas que duró el festival, a parte del buen ambiente que en todo momento se respiraba, el público pudo disfrutar de los directos de bandas como: Danko Jones, Sunset Sons, Nik West, St. Paul and The Broken Jones, The Waterboys, The Sheepdogs, Los Enemigos, Berri Txarrak
entre otros grupos.
Este pequeño festival de tres días, sin duda, debería ser un referente y un ejemplo para muchos otros eventos musicales que año tras año ofrecen más de lo mismo, sin aportar ninguna novedad, ni ninguna mejora para el público.
Texto y fotografías: Reaktiu
Berrri Txarrak