Campo de minas es la historia de cuatro amigos que un buen día del pasado mes de julio se suben en la furgoneta y salen de Pamplona rumbo a Gales para crear lo que será el tercer disco de Cero a la Izquierda.

Con la ausencia de Sergio, por motivos laborales, nos encontramos con Javi, Dani y Lucas en los locales de Altafonte para dar una escucha a los diez temas (más el bonus track) que conforman este nuevo trabajo que se verá la luz a finales de mes, aunque la preventa se activa este mismo 13 de octubre.

¿Cómo es Campo de minas? Pues como su nombre, muy explosivo y arriesgado, novedoso, con tantas influencias patrias como yankees, pero sobre todo una creación cuidada con extremo mimo tanto por los componentes del grupo como por Iñaki Llarena y Leire Aranguren que vuelven a hacerse cargo de la producción y de algunos toques más en los temas en forma de coros.

La grabación, como viene siendo habitual, se ha hecho al estilo de Iñaki Llarena, grabando a la americana todos a la vez, salvo los solos y algunos arreglos. El objetivo principal que el disco suene a directo y el directo suene a disco, sin trampas ni florituras que tengan que llevarse pregrabadas o no sean realizables de cara al público.

También ha participado en la grabación Tchad Blake, productor de grupos tan reconocidos como U2 o Arctic Monkeys, colaborando con Llarena en las labores de mezcla.

Un viaje de cinco días en los cuales uno era necesario para ir y otro para volver. Lo que hicieron los tres días restantes, os lo cuento a continuación:

La apertura se llama Crupier Fortuna. La curiosidad de este tema está en el proceso de producción en el que aparecen unas guitarras que durante la mezcla en lugar de incluirse tal y como se grabaron, fueron invertidas creando un efecto sorprendente. En un tema muy rápido, rock en estado puro y con distorsiones en la voz en las estrofas y nítida durante el estribillo. De las más potentes y cañeras del disco para abrir en modo deflagración.

El segundo track es Huellas, single que presenta este nuevo trabajo y cuyo videoclip se estrenó en primicia a última hora del lunes, haciéndose eco los medios del lanzamiento la mañana siguiente. Es un tema que sigue los pasos del que le precede, muy rápido, de letra muy directa y aunque es muy cortito, es un corte para saborear. Prometían un vídeo muy currado y espectacular, con un emplazamiento buscado y rebuscado hasta que fuera el idóneo y el resultado se puede ver en el siguiente enlace. Una idea original de Alen Ayerdi.

El tercer corte también es conocido, pues Vale la pena fue el tema elegido para avanzar este nuevo disco. En el vídeo, que también dejamos a continuación, encontramos un corte menos acelerado y más blues que incluye un pequeño resumen de la grabación en Gales.

Lo siguiente es Solo un espejo, un completo cambio de registro en el que se arriesgan con algo un poco más experimental en forma de guitarras y coros, esencialmente al final de la canción. Este final, que definen como un poco psicodélico, a algunos transporta al Realise de Pearl Jam o grupos como Yes. Tiene una letra potente que reconocen que es la que más les gusta a ellos. A nivel melódico, es un tema pausado con potentes líneas de bajo y un marcado ritmo de batería, para elevarse en intensidad en el estribillo donde además se acentúa el dramatismo en la voz metiendo más al oyente en la historia.

Con Banda sonora vuelve a subir la velocidad aunque armónicamente es más alegre y menos explosiva que los tracks que abren el plástico. También por su letra el tema es más abierto, muy llevadero, muy bailable y carne de directo. Fue la primera canción compuesta para este disco, en el que por primera vez, ha habido muchas vueltas en los temas y hasta descartes. Es un tema que personalmente me gusta mucho, sobre todo por la originalidad de complicar la letra haciendo estribillos cambiantes.

Y si Banda sonora fue la primera en ser compuesta para este disco, la última es Telón de acero, que además es la más corta del disco. Es una canción que también pide a gritos ser incluida en directo por potencia sobre todo. Tiene aires de rock sureño del estilo de The Black Crowes e incluso puede recordar a algunos compases del compatriota Boni en su último disco en solitario.

Entre mis temas favoritos, siguiendo con el rock sureño, llega Va a temblar la tierra donde incluso me he visto transportada a la época dorada del rock en castellano con los Héroes del Silencio. Una apuesta que vuelve a jugar con estribillos cambiantes y una improvisación de banjo. Esta composición coincide con el encuentro que tuvieron hace unos meses con Elijah Ford y que les ha guiado en los cortes que tienen ese rollo más sureño.

Encarando la recta final del disco llega un momento bastante especial. El octavo lugar es para Agosto (A.M.I.). Este tema cuenta la historia del fallecimiento del tío de Javi Robles a los 45 años de edad. Nos cuenta que en el libreto podremos ver la imagen de un bombero a modo de homenaje a la profesión del difunto que respondía a las iniciales que se reflejan en el título entre paréntesis. Aquí vamos a encontrar algo más de 4 minutos en los que una melodía tranquila guía una letra muy dura y cruda a la par que emotiva. Destacan los coros y la línea de guitarra en este caso, donde el trabajo que han hecho entre Javi y Sergio ha hecho crecer un tema muy difícil de encarar.

En el noveno llega Hasta que duela, ese tema en el que de haber estado Sergio presente, las alabanzas de sus compañeros le habrían hecho subir los colores por el enorme trabajo realizado en los arreglos y solos. La definición exacta me la reservo porque no sé si me pueden estar leyendo niños. Es una canción muy redonda en el que todo cuadra tan bien que es complicado que no sea de las favoritas de mucha gente. No tiene tanta velocidad como otros temas del disco pero tiene mucho ritmo y puede dar mucho juego en el directo por su línea musical, incluso incrustando en ella otros temas, propios o ajenos, como ya han hecho en anteriores ocasiones incluyendo versiones como Seven Nation Army de The White Stripes (en Viña Rock 2016 y donde repiten en la edición 2017 estando entre las primeras confirmaciones) o virtuosismos a la guitarra en el Raining Blood de Slayer.

La última oficial (que no definitiva) es No te van a perseguir. Esta canción que definen como un poco autobiográfica, resume bastante bien la filosofía del grupo. Otro tema en la línea de los movidos bailables pero suaves en el que además vuelven a jugar con instrumentos que se encuentran de casualidad por Gales. Y oye, ¿por qué no incluir también un sitar? Pues ese toque de la zona de Indostán jugando con los solos de la guitarra dan el toque perfecto a un tema que bien podría haber cerrado el disco, pero no es el caso. Este medio tiempo, alegre y agradecido, aporta frescura a un trabajo en el que la madurez musical respecto a los discos anteriores ha quedado muy demostrada.

Bonus track. Nieto de un charlatán. Un corte muy pausado y sencillo que surge de una frase que llamó la atención a la voz de Cero a la Izquierda mientras leía un libro. Lejos de plagiar la frase tal cual, decidió darle su toque personal y el grupo se ha encargado de dar vida a una canción con base de blues en el que Leire Aranguren aporta unos coros femeninos y delicados a la idea melódica que Sergio propuso para este corte.

Con este repaso a los 10 + 1 sobresalientes temas de Campo de Minas a nivel de composición, interpretación, producción, sonido, detalles…, solo queda esperar a que se ponga a la venta a finales de este mes. La distribución nuevamente vendrá de la mano de El Dromedario Records, que vuelven a confiar en esta apuesta de cuatro pamplonicas todavía muy jóvenes que, lejos de ser el futuro del rock patrio, ya son el presente del mismo.

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