Es jueves, es cerca de la 1 de la tarde y, aunque media España está sepultada por la nieve, el aire congela Madrid pero luce el sol. Antes de abandonar los locales de Altafonte me dirijo a los chicos de Cero a la izquierda y les digo “Y mañana no faltéis a clase, ¿eh?”. A pesar de que dijeron que sí, que a las 8 como un clavo estaban en clase, la respuesta no fue excesivamente convincente. Cierto es que tenían muchos compromisos en la capital durante la tarde y las condiciones climatológicas no eran favorables para volver hasta Pamplona... ¿Esto por qué lo cuento? Porque Cero a la izquierda es una banda llamada a romper con todos los tópicos posibles.

¿La experiencia es un grado? Discrepo. Javi, Dani, Sergio y Lucas tienen entre 19 y 22 años y para venir a presentarnos su segundo álbum han tenido que faltar a clase, pero después de escuchar el disco y charlar un rato con ellos, se les justifica la falta.

Pero… ¿Qué es exactamente “No ha dejado de llover”? El segundo álbum de los navarros tiene tela. Si ya su primer disco “La vela muda” (2012) fue una sorpresa que agotó las existencias de plástico, vamos con una nueva apuesta grabada entre Estudios Aberin (Navarra) y Konk Studios (Londres) y cuya publicación, el próximo 16 de febrero corre a cargo de “El Dromedario Records”.

El tracklist lo componen 11 cortes y abren fuego con “Mis lamparones”, primer single y videoclip presentación. Sus casi 5000 visitas en el canal oficial del grupo avalan el tema en el que hay un ligero aire de influencia de Marea aderezado con contundencia metalera. Si en algún momento alguien cree que la tónica general va a ser continuar con la estela del rock navarro y sus compatriotas… ¡ni por aproximación!

El segundo corte, “Sobre la piel” fue el presingle y el metal se apodera más del comienzo todavía que en el caso anterior para combinarlo con lo melodioso de la voz. Varios giros, varios cortes de sonido, instrumental de guitarra aguda en el solo haciendo oposición a una base rítmica muy protagonista en estos casi 4 minutos y que sí es norma general del disco. A modo de apreciación personal me gustan los grupos contundentes en las bases y la creación de estos cuatro pamplonicas está cuidada al milímetro.

El inicio acústico de “La raíz” da paso a otra base de bajo y batería duro. Es un tema lento, donde la voz se hace más rota para cantar al amor con solo de guitarra muy clásico, pero muy reconocible en el estilo de la banda.

“Latitudes” es un tema que me ha gustado especialmente por varios aspectos. Su inicio es muy fácil de seguir, te mete muy de lleno en la canción desde el primer acorde. Al entrar la voz, la rapidez en los ritmos y el cambio en la rima enganchan muy fácilmente. Aquí la base y la guitarra en ocasiones parecen estar echando un pulso y dándose paso la una a la otra. La facilidad con la que se sigue hace mucho contraste con la aparente complejidad de la misma.

altamos el sexto corte, que lleva por título “Se refugia”. Otro de esos tracks que se lleva una notaza por el juego de guitarra y base, por los coros, por ese toque tan mágico que tiene la voz, por el redoble de batería en el ecuador del tema, por lo encantador de la entrada de la guitarra... Mucha pureza en la base y más protagonismo en el bajo. Aquí es donde nuevamente la frescura del grupo y el talento nos dejan con la boca abierta. “Perdonad, ese efecto que ha sonado ¿Qué es?” “¿El efecto del solo? Pedal y octavador”. Y ahí queda eso…

Para el séptimo han elegido un comienzo intenso de rock and roll (salvando las distancias), enérgico y rabioso. Resalta especialmente la letra y más destacada si cabe aún en el estribillo, que junto con los cambios de ritmo parece un nuevo giro de tuerca en el álbum. El comienzo rockandrollero, nada que ver con el tema en conjunto pero agradable y necesario.

Y otro salto, esta vez a la novena posición para “Mano a mano”. Aquí se vuelve a notar algo el estilo Marea, se puede decir incluso que es la que más influencia tiene de todas. Lo más notable puede que sea el solo, el ritmo y la distorsión, pero es la mezcla de todo lo que hace que determinadas frases claves, se te metan en la cabeza. En lo que a letras se refiere, no tienen una mala.

La gran sorpresa del disco llega con el décimo tema que armoniza lo mejor del rock internacional y del patrio en escasos minutos. Bajo el nombre de “Sobrevivir” comienzan los acordes de algo que bien podría tratarse de AC/DC. El ritmo incita al movimiento a pesar de que no es un tema especialmente rápido. El juego de los giros vuelve hacia el segundo tercio de la canción donde un corte da paso a un breve silencio que queda especialmente bien. Dentro de la línea del disco, rompe bastante con las anteriores, lo que hace agradecer que se haya cuidado tanto también la dinámica del disco. La letra tiene una picaresca digna de atención.

El cierre se lo lleva “Caminos”, que como el que va por un camino, arrastra lentamente los pies, con inicio casi acústico, suave en base, donde la guitarra apenas marca un ritmo simple. La aparición de los instrumentos quieren recordar lo mejor de un baladón heavy y los efectos trasladan al misticismo de los Héroes del Silencio que se incrementa según avanzan los segundos. Es un tema tranquilo y para disfrutarlo. Si los detalles no fueran ya bastante complejos, el solo de guitarra lleva al del Richie Sambora interpretando “Always” y la versatilidad en la voz y los instrumentos sólo demuestran que no por ser el tema más lento, no pueda ser el más complejo.

Las últimas líneas, de que corresponde a los temas 5 y 8, se las he querido reservar a las colaboraciones y aquí es donde me juego el tipo. Por partes. Track 5 “Otra luz”, con la voz de Enrique Villarreal “El Drogas” que canta vagamente una sola estrofa y que para nada hace sombra a la voz de Javi que lleva el medio tiempo considerablemente mejor que el Drogas, que no está mal, pero falta sustancia en su intervención. Octavo track, “El abuelo”, tema acústico con la colaboración de Gabriel Gainza (El Desván) donde las voces empastan bien, con estilos parecidos, intercalando los graves y con una letra muy bonita. Incluye un efecto de pedal steel grabado por Iñaki Llarena, productor del disco que, definitivamente y bajo mi humilde punto de vista, hace que la batalla de las colaboraciones se la lleve “El abuelo”.

Resumiendo, letras poéticas que giran en torno al amor y con ciertas dosis de rabia, elaboradas y de cierta sensibilidad metalera. Sonidos duros y suaves, juegos y cambios de ritmo, fresco y maduro. Apuesta segura de “El Dromedario Records” y un grupo que apunta a lo más destacable del panorama nacional. En los exámenes de febrero no sé, pero aquí se juegan la matrícula. El 16 de febrero tendremos la respuesta.

Por Verónica Diez

Web oficial de Cero a la Izquierda: ceroalaizquierda.es.