Han pasado años, así a ojo, unos 17 años, mes arriba, año abajo, desde que escuché por primera vez el Alta Suciedad y hoy, 30 de mayo de 2014, me encuentro con él. Han sido muchas oportunidades perdidas, canciones encontradas y desacuerdos folkloricos, por equis o por zeta, jamás nos vimos cara a cara, y hoy, por primera vez, gracias a Manerasdevivir.com, nos encontramos cristal con cristal, lente con lente.

Andrés está realizando una gira por España bastante amplia presentando su último álbum “Bohemio”, y hoy, le toca a Murcia.

Son 10:32, estamos en el foso, y empieza la intro, asombrosamente, empieza muy puntual, no tenía yo esa imagen del rioplatense, pensaba que era un chico poco puntual pero cumplidor, así que el primer mito que cae, al mismo empezar.

El recital empieza con “Output Input” de su más que místico álbum “El Salmón”, y ya es casi la hora de empezar a retratar a Andrés.

Empieza “A los Ojos”, mientras me sitúo en el otro extremo del escenario para lanzar disparos me doy cuenta que empieza echando un vistazo atrás, época de casi del pleistoceno musical de su carrera.

“¡Hostias Andrés, ya era hora que nos viéramos, joder!”. Me decía con cada disparo de la cámara.

Casi sin darme cuenta, y ya habiéndome rodado a casi toda la banda, empieza a terminar “Te Quiero Igual”, otra canción de esas que crean escuela y que forma parte de su tan aclamado “Honestidad Brutal”.

Me salgo del foso con buen sabor de boca, buenas luces, gente más o menos estática sin excentricidades, y a Andrés dejándose retratar, todo un lujo para un fotógrafo. Y ahora es momento de disfrutar del show desde el público, desde donde también quería ver a este tipo, después de cumplir uno de esos deseos extraños.

Casi sin concesión y hasta los bises, el desarrollo del concierto fue, hablando honestamente, BRUTAL. Tenía el miedo de que aquello fuera un “cuelgue”, y aunque ya había echado un vistazo a los tracklist de otros conciertos, el miedo al mundo desconocido de Andrés es permanente.

Crímenes Perfectos, Cuando no estas, Dentro de una Canción, Rehenes Nacimos Para Correr, Tres Marías, Maradona (locura colectiva), Loco, Jam Murciana/Quien aso la Manteca (presentación de la banda), Todavía una Canción de Amor, Me Arde, El Salmón, Estadio Azteca, Sin Documentos, Flaca, Paloma…

Ya con un público rozando la catarsis colectiva gritando “oleeeeeeeee oleeeeeeeee Andrés…” se apaga el “fogón”, llegó el momento de la despedida, muchos sabíamos que venía el final, venían los bises, que como no podía ser de otra forma eran: Una versión extremadamente eléctrica/roquera de Alta Suciedad que nos dejó atónitos, y Los Chicos, una canción tremendamente nostálgica a la par que pegadiza (lololooooooo…) en la que se podían ver mediante la pantalla gigante caras conocidas por todos, Camarón, Mercury, Paco de Lucía, Enrique Morente, Urquijo y un largo etcétera de amigos que se marcharon.

Abrazos entre músicos, abrazos al aire, abrazos consentidos e imaginarios, así acaba mi primer concierto de Andrés Calamaro, y yo marchaba también, a otro lugar, en el que ya había que desechar un sueño, sin aviones y sin botas de cuero, pero con una sonrisa de esas que matan, contento, feliz y loco por volverte a ver, aquí o allá arriba, da igual…

¡¡GRACIAS ANDRÉS!!

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