Madrid, 22 y 23 de febrero de 2013. Texto y fotos de Lucía de Andrés
La Frontera: 28 años en los escenarios y 18 discos.
Los Rebeldes: 34 años y 17 discos, 3 más como Carlos Segarra (incluyendo una BSO)
Poco nos queda como esto. El relevo generacional del rock&roll de esta escuela, más rockabilly en el caso de Los Rebeldes, más far west en el caso de La Frontera, no ha tenido un tirón destacable. Tampoco se imagina una ahora el nacimiento de una banda, más o menos pionera en lo suyo, que vaya a tirar hasta los futuros años 40 dejándonos una veintena de discos por el camino. Ojalá.
Puede que el título del libro de Lauren Jordan sea una pista: Rockers... Desterrados de la movida. Lo que no nos aclara es si fueron desterrados por ella o se desterraron, voluntariamente, a sí mismos. Ojo, no estoy diciendo que hayan desaparecido... aún. El rock and roll más purista no se nutre de los grandes medios, ni los medios de él (incluso el punk es más mediático). No es el caso de las bandas que fuimos a ver, claro está, pero no solo de Los Rebeldes vive el rocker, y todo esto desemboca en una gran falta de carne fresca, y así es como alguien de 30 años va a uno de estos conciertos a 400kms de casa y se ve la más joven del local, temiendo que una filosofía de vida tan fuerte nazca y muera por la misma razón.
El viernes 22 de marzo La Frontera tocaba en la Caravan de Madrid, una sala ambientada en los años 80. En las paredes: Regreso al Futuro, Mazinguer-Z, Súper Ratón, Naranjito... En los altavoces: Christina y los Subterráneos, Objetivo Birmania, Nacha Pop... El aforo es pequeño, así que se llenó con alegría y facilidad. De La Frontera poco nuevo que decir. Que se notan las tablas sobremanera, que Javier Andreu y Toni Marmota siguen siendo una pareja carismática como pocas, que son tremendos.
El sábado 23 Carlos Segarra, alma mater de Los Rebeldes, aunque como Segarra Inn Blues esta vez, reunía en la Penélope a algunos de sus amigos para dar un concierto especial de colaboraciones. Jose Vaquero, Aurelio Morata (miembro original de los primeros Rebeldes que más tarde formaría Aurelio y los Vagabundos), Alberto Comesaña de Amistades Peligrosas, Roberto y Amancio de Tennessee, Felipe Gutierrez de Tequila, Candy Caramelo, Pablo Perea de La Trampa y Mónica Mateo, a la que no llegamos a ver. Sala grande y poca gente, así que aquello quedó bastante desangelado. Echamos en falta grandes piezas Rebeldes, siendo gran parte del repertorio en inglés, tampoco hubo gran comunión entre escenario y público, así que nos quedamos con la sensación de que aquel concierto podría haber sido mucho más de lo que resultó ser. Una pena porque la intención era buenísima. Aún así, volveríamos a intentarlo.
Para terminar, un llamamiento a salas y garitos de Madrid: sabemos que os están jodiendo a base de bien y que tenéis las cosas más complicadas que nunca, os apoyamos, pero esos precios en barra no ayudan.