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No Relax: Diario de gira argentina


Por Joxemi

Buenos Aires, 4 de octubre. La llegada

Aquí estoy, 12 años después, delante del mítico estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires, donde tantos y tantos grupos dejaron su legado de Rock, Punk y Metal entre sus 4 sudadas paredes. De ahí dentro tengo el primer recuerdo del público argentino, con Ska-p, obviamente. Bueno, no fue con nosotros precisamente, que aquella primera vez nos limitamos a observar, pero si tengo el recuerdo de lo impresionante que fue el recibimiento que darían a Attaque 77, ¡aquello casi me causó miedo! Bengalas, humo e histeria desatada como nunca antes había visto (y había visto mucho). En fin, como decía, en otoño de 2011 decidí junto con los demás integrantes de No Relax irnos a pasar 3 meses tocando por Argentina, y el destino me llevó a vivir justo enfrente de ese lugar. ¿Alguien lo entiende? ¿Tiene esto algún sentido? Busqué y rebusqué vía internet por varios barrios del gran Buenos Aires, pero en todos me pusieron pegas y desconfianzas por parte de las inmobiliarias chupasangres excepto ahí, así que, sin saber nada, el taxi nos llevó hasta ese lugar donde empezó este, nuestro tercer tour por la Argentina.

5 de octubre. Primer concierto con Bad Religion

Y nada más llegar, el día 5 tocábamos nuestro primer show (allí se llama así, qué queréis que le haga), ni más ni menos que con Bad Religion en el Estadio Malvinas Argentinas, repleto de gente y con los cuerpos bastante desmadejaos por el cambio de horario y de comida, que teníamos que visitar al “señor Roca” cada dos por tres... vamos, lo que se dice “diarreadelcopón”. Para colmo sin probar sonido, pero lo que son las cosas, nuestro amigo German Macri (tecnico de P.A de Bulldog) nos echó una mano y con su buen hacer y un poco de suerte logramos sonar de la hostia en pocos minutos, algo que no siempre pasa. La gente copaba el microestadio desde el primer minuto y eso ya nos hizo sospechar algo acerca del nivel de ganas que tenía la gente de vernos, fue genial el apoyo que nos dieron con los incipientes pogos que empezaron a formarse, y en ningún momento escuchamos los temidos cánticos llamando al grupo principal, lo que estando en Buenos Aires ya puede ser considerado un “triunfo”. En fin, contentos para casa y visitar a Roca por última vez en ese día, que el whisky con el estómago revuelto no es buena mezcla.

La carretera, Jauría y Bulldog

Los bolos que siguieron fueron con Jauría, banda recientemente fundada por mi amigo Ciro Pertucci, ex-cantante de los antes nombrados Attaque 77, osea que estábamos en familia. Aunque no todos fueron multitudinarios (mentir es de políticos), fueron cada uno mejor que el anterior, y con Bulldog pasó lo mismo. ¡Grandes músicos y grandes personas! Horas y horas en la furgoneta hablando de rock, punk, vivencias musicales y de "has visto linda mina ahí adelante", aderezado con política e historia de este país que, por algo que no llego a entender, tanta fascinación causó en mí desde el principio. ¿Será porque aquí se respira música rock a unos niveles como el fútbol en Ejpaña? ¡Imagínate! En España tienes una televisión que da fútbol y basura en general para grandes y pequeños todo el puto día. Si por casualidad dan alguna noticia que tenga que ver con música, no te preocupes, lo más duro que escucharás será sobre Shakira y su noviazgo con no sé qué jugador de fútbol, que aunque podría encontrar el nombre en internet... ¡no me sale de los cojones ahora ponerme a perder el tiempo en eso! Como os iba contando...

3 de diciembre, 9 de la mañana en Tucumán, que diria Manu Chao

Comienza el viaje a Jujuy, primer control policial, pequeño pizzo (soborno) para la policía, ¡y adelante! El show debe continuar, ya te vas acostumbrando: el día anterior, Buenos aires - Tucuman, fueron 24 largas horas de viaje y tres controles "recaudatorios" policiales. Sospechas de los compañeros sobre que los agentes se pasan el aviso de "un grupo de boludos" a los que se puede sacar plata (y no solo plata, en este último zafamos con 120 pesos y cuatro CD’s), pero todo merece la pena por nuestra ración de público argentino, que como ya se sabe está valorado al 10; la explicación de esto es que 10 argentinos juntos montan más kilombo que 100 de cualquier lado. ¡Te lo juro por los niños! Ayer pasamos también las rectas más largas que jamás vi, 45 kilómetros de carretera lineal sin una puta curva. ¡Al chofer le dio tiempo a sacarse la carrera de manipulador de mocos entre curva y curva por todo lo alto!

Ahora todos duermen, los chicos de Bulldog, "fraternales compañeros", y Micky y Julio hace tiempo que planchan la oreja. Yo no sé por qué me dio por escribir esto. Creo que siempre me gustó escuchar aventuras, y esto, a juzgar por la voz cazallera del chofer (quien tuvo la suerte de escuchar la voz angelical de Txikitin sabe a qué me refiero) y observar que tan solo ha dormido 3 horas desde antes de ayer, parece que será una de esas, aunque no sé si con final feliz...

3 controles, 80 kilómetros y 4 CD’s menos más tarde, llegamos a Jujuy, la zona más al norte del país, donde la gente tiene ya unos rasgos más del altiplano y nos miran como a gente de otro planeta. Todo tranquilo y con sabor colonial, a saber qué hicieron por aquí nuestro ancestros. Si todo va bien, mañana seguiré escribiendo.

Ayer fue uno de nuestros mejores conciertos. El público de Jujuy fue muy caluroso y receptivo con nosotros, tocamos con Javi Robledo a la batería, que nos sacó del apuro, ya que nuestro “batero” oficial tuvo que regresar a “Espain” a atender sus cosas. ¡Espectacular verle tocar! Parece que nos conocemos de siempre, y de esto hace tan solo una semana.

Salta. Putiferio desatau

Hoy viajamos a Salta, 160 kilómetros (por fin un viaje corto) y sin paradas sorpresa. Como dicen acá esa noche la sala explotó, y lo que en principio parecía ser el trámite de abrir para otra banda con una larga trayectoria como es el caso de Bulldog, se convirtió en un "putiferio desatau". Al cuarto tema todos cantando y pogueando para acabar con ‘Fuera de control’ a lo grande. Tuve que hacer esfuerzos para no seguir tocando, que era lo que me pedía el cuerpo en ese momento, pero soy de la idea de que menos es más y mejor dejar todo, así que tocar los últimos 3 temas que pueden impacientar al público y pedir el grupo principal (¿si no llegas a 45' echando un polvo por qué vas a tocar más? A ver ¿¡por qué!?).

Por la mañana vuelta a Buenos Aires. Calculamos 30 horas de bus, pero he de reconocer mi hartazgo de furgoneta y dolor de body después de la farra que siguió al concierto, así que me tomé el lujo de pillar un vuelo y así en 2 horitas estar de vuelta en la que fue nuestra casa estos meses.

8 de diciembre. Fiesta clandestina

El 8 diciembre tomamos parte en una "fiesta clandestina", que es clandestina pero la anuncian en todos lados, en la sala Groove con Las Manos de Filippi, genial y comprometida banda y grandísimas personas. Todo salió a pedir de boca, excepto el encontronazo final aún con el sudor en la frente de unos estúpidos impresentables, grupo de Reggae, pululando por lo que consideraban “su” camerino, que teníamos que compartir. No todos, pero sí su cantante nos dio una lección de patética estrella del rock. En fin, hay veces en las que “pa qué discutir si se puede arreglar...!!!” Mi desprecio y desconsiderción para esta gentuza, fue la única gente mala onda que encontramos en los 3 meses que vivimos en la Argentina. Por el contrario, Las Manos de Filippi fueron el grupo de compañeros con los que siempre quisieras compartir escenario. Nos dejaron su equipo y nos dieron cobijo y buena onda en su camerino, el otro estaba tomado por los rastafalsis con camisetas del Che y actitud de la familia real, ¡qué puto asco!

26 y 27 de noviembre. Punk Assault

Los días 26 y 27 de noviembre tomamos parte en la 2ª edición del Punk Assault junto con 9 bandas más, algunas grandes como 2minutos, Bulldog, los míticos Flema o Mal Momento, ¡y otros más chiquitos que creían que nosotros éramos grandes!, y se empeñaban en echarse fotos con nosotros mientras devoraba unas empanadillas de verdura sentado en el suelo debajo de un árbol en el patio del auditorio oeste de Haedo, bebiendo birra en un vaso de plástico. ¡Que no joder, déjate de fotos y agarra una de esas que se van a acabar en cuanto las divise Micky!

Riesgo de aplastamiento por pogo irracional

Otro día para el recuerdo fue cuando tuve la feliz ocurrencia de bajar a terminar el bolo entre la gente y por cosas del destino quedó de la hostia, la gente pogueando en círculo y yo tocando "escoltado" por un punk de metro noventa, gigante, que me cubrió para que aquello no acabase en "aplastamiento por pogo irracional". Después lo repetí más veces con desigual resultado, agarrones ,arañazos y "dame la pua" mientras estás tocando. En fin, tampoco es muy normal meterte a tocar entre la gente en pleno pogo, pero oye, ¡si no te gusta haber estudiau! (ver vídeo más abajo). No todo fue de color de rosa, por otra parte; un día tuvimos la puta ocurrencia de decir que sí a un doblete, es decir, tocar dos veces el mismo día, primero en Temperley (en el primer día del Punk Assault) y luego en Ezeiza con O'connor (banda del cantante de Hermética, gigantes argentinos del metal, y que luego también hizo Malon). Acompañados por dos moteros del Vandalos MC fuimos en 2 taxis hasta esa zona de Ezeiza, donde a esas horas de la noche mejor que no se te haya perdido nada por ahí fuera (silbido de ‘El Bueno el Feo y el Malo’, por favor). Poca gente y equipo de juguete por "un malentendido" entre managers: "-Ya sabéis qué mal va el correo, que no llegan las cartas y yo no recibí ese mail con el rider del grupo. -¡Pero si te lo mandéeeee!” En fin, que se jodan los músicos si el equipo es de la señorita Pepis... ¡A tocar!, que 6 taraos se han tomado la molestia de seguirnos del primero al segundo bolo, y aunque el cansancio y la perspectiva de bolo de borrachos nos tienta a tomar las de Villadiego, el hecho de ver a estos 6 chavales entre el público que se han tomado semejante molestia por vernos, nos convence de tocar y no huir como ratones. Pero esto es rock, punk o como quieras etiquetarlo, y aquí no vinimos de vacaciones sino a abrirnos un hueco, ¡copon! Por suerte, otra vez la gente de Oconnor (¡heavys enrollados donde los haya, oiga!) nos dejó todo su backline de puta madre y tocamos lo que pudimos. En fin, a las 4 de la madrugada emprendimos la vuelta para casa con dos taxis, uno de ellos sin luces para no gastar, ¡con dos cojones!

Revolución Fest

La última semana que estuvimos formamos parte del llamado Revolución Fest (!!!) junto con Jauria y The Locos por varias ciudades del país y cerrando a lo grande en la Sala Groove.

18 de diciembre. Último concierto

El domingo 18, un día antes de pillar de avión para volver a casa hicimos el minúsculo (300 almas) y mítico Salón Pueyrredon donde tocamos para los más incondicionales, y si no hemos perecido ese día del calor creo sinceramente que ese no será el motivo de nuestra muerte. La virgen, qué manera de sudar, pero era el último día y había que darlo todo. El público preparó su propio show trayendo globos, confeti casero y espuma, montaron auténticas fiestas con sus temas preferidos, y te quedas flipando, aquí tan queridos y en nuestro país la gente ni puto caso... en fin, hay que ir donde la cosa funcione, aunque sea muy lejos de casa.

Triste visita a la Escuela de Mecánica de la Armada

Desde que llegué a Argentina tuve la sensación de que esta sería una experiencia que me iba a marcar e iba a ser la hostia de intensa y, para remarcar aún mas la cosa, un día me obligué a mí mismo a visitar la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) donde tantos chicos y chicas entraron para no salir jamás, o mejor dicho, para salir atados, amordazados y drogados, y ser arrojados al mar en los tristemente famosos vuelos de la muerte. Se calcula que más de 6.000 personas fueron torturadas y desaparecidas en ese lugar, uno de los tantos que funcionaron durante la dictadura desde el 76 hasta el 83. Pero aunque sabía que visitar ese lugar sería motivo de malestar mental y bajón por varios días, el hecho de haber grabado una canción que habla de ello en nuestro último disco (‘No olvidamos’) me obligó a ir y tomar parte en una visita guiada en la que el estómago se te hace un nudo y el corazón se va achicando, achicando... y piensas: ¿qué hacía yo a la edad de estos chicos? Divertirme, beber y ponerme como un fiemo en los conciertos de La Polla y Cicatriz por las fiestas de los pueblos, qué suerte tuvimos. Y creíamos que vivíamos en un estado policial... qué poco sentido tiene ahora todo eso, y qué cercano estuvo en el tiempo...

Salud para todos.

Fuera de Control con Joxemi entre el pogo y Micky en volandas

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