Abren las puertas. En su interior gente callada. Gente distante. Miradas que se entrecruzan con otras miradas. A la luz de unos tubos de neón, miradas que buscan refugio. Que ansían la paz o el deseo. Que ansían el amor que nunca tuvieron. En un túnel oscuro, donde reina, impenitente el silencio. Seres anónimos que añoran bajo la tierra la comprensión que arriba no encuentran. Abrazos que surgen de la imaginación. Labios cerrados sin decir lo que piensan. Labios agrietados, voces quebradas por la lucha en la superficie. Manos que son rechazadas día tras día.
Cansado viajero, no cometas el error de apartar tus ojos de aquel que te sonríe. De aquel que grita con sus pupilas calor. De aquellos que te busquen entre una y otra estación. El mundo ya es demasiado cruel cuando subimos. Aquí, abajo, puedes dar vida a una vida.
P.d: Es que con los dos cursos de diseño gráfico que estoy haciendo gracias al Inem, paso todo el día yendo y viniendo. Un abrazo a todos.
