Entiendo que te refieres al espacio físico...
Pues depende del invasor ...
En serio: intentaría racionalizar un poco en pensar si me están invadiendo o que yo siento que me están invadiendo. Si hay voluntad o no.
En el metro hora punta, es difícil que lo sintamos. Perdemos un poco los límites.
En la Gran Vía es un poco extraño que no tomes como invasión cuando alguien traspasa tus fronteras y hay rasgos que no dan lugar a equívocos. Te sientes "agredida". Normalmente se puede solucionar con un quiebro y con dejar de mirar a los ojos.
Creo que yo, muchas veces, he intentado invadir espacios vitales de otras personas. Y no lo percibo como una agresión, porque esa no era mi intención. Tan solo pretendía tener a alguien cerca.
Creo que es todo directamente proporcional a la posibilidad de que tú quieras luchar contra tus límites.
Pero si te despierta inquietud e inseguridad, intención de anular o de doblegar, lo correcto, creo yo, sería poner tierra de por medio. Sin dar explicaciones. Simplemente porque te lo pide el cuerpo.
Saludos!
