Quintos de sinfonía

[Agnoia]

Incesantes los latidos que te llaman,
tararean al compás de un director,
dirigiendo el devenir de pensamientos
y los manda peregrinos a tu voz.

Voy buscando tu sonido en mis palabras,
impregnadas a la mancha de tu son,
y me gimen las ternuras que se cuelgan,
del sutil frágil dintel de tu colchón.

Armonizas notas tristes de extrañeza,
sin ser duda ni tampoco incomprensión.
Es de extraño el esqueleto de mis quejas,
es de amor la paradó-jica canción.

Aunque tiente a recordarte entre sudores,
y al amor jueguen más aes con las oh;
aunque deje el vil aroma de mi pelo,
al retal de tela verde de almohadón.

Lucharé por no morir en la distancia,
batallando al caprichoso director,
de latidos y suspiros de añoranza
que sin tregua me encrucijan a tu amor.

Te dije alguna vez...

Que mejor hablo callada?

[sexto_anaklan]

Hablas igual de bien en silencio y en verso. Te escucharé, siempre que lo desees, de ambas formas.