Evidentemente no éramos los cabezas de cartel, pero...¡que cojones! puedo decir que toqué con su backline montado a mi espalda. Fue la hostia de especial verlos ese día, y, no podía ser menos, salí a tocar con aquella camiseta que me enviaron por correo en el 94 y que sigo llevando a todos los conciertos de los suaves...
Ahí se me puede ver con la batera de tino detrás

