Ayer, salí a la calle y me encontré a un señor vestido con uniforme, porra y una pistola. Me asusté, al principio pensé en que quizás había retrocedido a la época del lejano oeste, ver una persona con pistola no es normal y menos en un país democrático.
Admirado por la situación no pude dejar de observarlo, su carácter era bastante agresivo. La gente que pasaba por su alrededor y no hacía lo que él quería era amenazada e incluso apuntada con su fálica porra. Ni siquiera los niños se escapaban del atormentado ser monstruoso, no podían jugar a la pelota por donde aquella extraña persona pasaba.
Cuando casi no cabía en mí mismo, pasó algo que me dejó atónito. Una persona que pasaba con una chilaba tranquilamente por la acera, fue asaltada por el uniformado. Lo puso contra la pared y empezó a revisar su vestimenta. Fue humillado a tal grado que la gente no paraba de mirar la situación. Finalmente y para acabar la humillación le dio algunos porrazos, quizás por las cosas malas que podría hacer posteriormente. En parte el hombre tenía que dar gracias pues solamente le dio algunos porrazos de nada que le dejaron algunos morados.
Uno que estaba a mi lado me comentó: - menos mal que hay buenos policías y tenemos seguridad - ¿Seguridad?, ¿Qué seguridad tenía ese hombre con aquel ser que propinaba hostias a todo el que cortara el paso?
Pero aquel señor contento por su hazaña se paseaba con el pecho abultado como un gallo de pelea, dispuesto a establecer su ley en el lugar que le habían encomendado.
Firmado: Persona corrosiva
persona_corrosiva@hotmail.com
Seres endiablados
-
- Mensajes: 3
- Registrado: Sab Jul 21, 2007 12:36 am
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 8 invitados