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Entrevista a Pablo Senator. “He conseguido impactar al oyente, para bien y para mal. Que Pablo Senator y Desakato no se puedan comparar”

Por Rubén Rozas.

El que fuera vocalista y guitarra del mítico grupo de punk rock asturiano presenta su aventura en solitario: “No mantengo el corsé de pertenecer a una banda que tiene que hacer un estilo y ya está”

Pablo Senator
Pablo Senator. Foto: Daniel Claudín

“Hay mucha gente fidedigna a la caña que me hace saber fehacientemente que lo que hago ahora les parece una mierda (…) Sabía que iba a pasar, pero aún así a veces duele”

El éxito en la música, como en la vida, se trata de algo muy relativo. El de Pablo Martínez no es sino uno más de los muchos ejemplos que se encuentran en el panorama musical actual, sobre todo en el mundo del rock, el punk y hermanos. Un escenario marcado ahora mismo por las constantes idas y venidas, de bandas que se separan y de otras que llegan a partir de una principal. Y no es malo, sino sinónimo de que hay etapas, aunque escribir sobre el final de alguna duela.

Llegados a este punto, el que fuera vocalista y guitarra de Desakato habla para Maneras de Vivir sobre Pablo Senator, su nueva aventura en solitario; un proyecto que llevaba tiempo sobre la mesa y al que ha podido dar rienda suelta después de la separación del mítico grupo asturiano con su primer disco: La mano en el fuego.

Lejos quedan ya -a menos de momento- el ruido y los pogos -salvo que sorprenda en su gira de presentación, con la que pasará por Barcelona, Valencia, Madrid, Bilbo y, por supuesto, Xixón-, pero es que así tiene que ser, aunque haya a quienes no les gusta.

Y es que esto no va de parecerse al que define como el “mayor proyecto de su vida”, sino de una historia mucho más visceral, la de la persona por encima del cantante; la de abrir del todo la puerta, la de sacarse la espina, la de escucharse a uno mismo y que otros sean capaces de disfrutar lo que oyes.

La primera pregunta no tiene que ver con la música, aunque es obligada y la traigo a colación, primero porque la situación así lo requiere, y segundo porque el último disco de Desakato habla mucho de la naturaleza y el cambio climático. Es Valencia. Dejando a un lado responsabilidades en la gestión, que habrá tiempo de exigirlas, parece que el planeta ya no nos puede dar más ultimátum…

Se están poniendo las cosas muy complicadas. Es algo realmente preocupante, no solo por las catástrofes naturales que están sucediendo, sino por todo; por cómo se está poniendo el planeta en general. Llega un punto en el que no sabes muy bien qué pensar, si todavía podemos hacer algo o estamos en un punto de no retorno…

Entramos en materia, pero creo que la pregunta era necesaria… Preséntanos a la gente que te acompaña en esta nueva aventura.

Por un lado, están los productores de mi disco, Manuel Cabezalí y Víctor Cabezuelo, dos personas muy influyentes en la escena indie nacional. El primero toca en Havalina, un grupo mítico de culto de Madrid, y el segundo lo hace en Rufus T. Firefly, que es otra banda un poquito más joven, pero a la vez bastante longeva.

Ambos suenan de la hostia y tienen trascendencia mediática, y estoy muy contento de que se hayan querido subir al carro del directo, porque su trabajo en la producción del disco fue muy importante para llegar al nivel que llegamos con él. De hecho, no esperaba que se sumaran, pero estoy muy ilusionado.

Y luego está Silvia y Adri, asturianos como yo. Con él ya toqué en un grupo cuando teníamos diez años, así que imagínate el tiempo que llevamos de relación… Y ella es una de las mejores instrumentistas de Asturias. Es una puta máquina. Entre todos hacen un equipo de diez.

Cuando anuncias el proyecto dices que se trata de una puerta que llevaba tiempo entreabierta. ¿Cuánto hacía que estaba esta idea sobre la mesa?

Esto se inició en la pandemia. Durante el Covid, muchas influencias que tenía de escuchar otro tipo de música menos cañera se fueron materializando (…) Hice algunas canciones más basadas en la electrónica, empecé a investigar con sintetizadores, con cajas de ritmos… pero el experimento no salió muy bien. Escuchando las canciones con distancia vi que era una puta basura.

Pero dejé un poco fluir la imaginación, me sentaba todas las tardes en un pequeño estudio que tengo en casa e iba haciendo temas sin ningún tipo de pretensión, simplemente dejándome un poco llevar por lo que me pedía el cuerpo. En un momento hice Motorizados, que es el que abre el disco, encontré una forma de expresarme y pensé que podía ser buena idea seguir ese camino.

Es una canción muy simple pero efectiva, con melodía, arreglos icónicos y concisos -incluso facilones en cierto modo- y una letra superficial en el buen sentido, cotidiana y menos emocional, al contrario que otras del resto del disco, que sirvió para asentar la base del trabajo.

En esa carta de presentación señalas algo así como que hay tres tipos de oyentes: el más fiel a Desakato que va a odiar lo que haces; el que no le gustaba Desakato y pudiera verte como una nueva banda pop que surge de la ruptura de otra punk o rock; o el que no conocía a Desakato y te va a recibir sin prejuicios. ¿Qué tipo de oyente dirías que predomina ahora mismo sobre Pablo Senator? O, si lo prefieres, ¿qué sensaciones tienes tú partir del recibimiento del público?

Me sorprende bastante que hay una gran parte de los oyentes que viene del mundo del punk, rock, metal y hardcore, pero no tiene prejuicios a la hora de escuchar música y está conectando con el disco. Eso me parece muy interesante.

Por supuesto, hay mucha gente fidedigna a la caña a la que no le gusta absolutamente nada esto (…) y me lo hacen saber de forma fehaciente, además. Pero bueno, es una carga con la que tengo que lidiar y algo que sabía que iba a pasar. Aún así, a veces evidentemente y por muy preparado que estés, que alguien te diga constantemente que tu trabajo es una mierda llega a doler.

Esto último es muy interesante, porque es un poco el reflejo de lo que es el éxito para cada uno. Quiero decir, y tenemos mil ejemplos en los últimos años, cuando un grupo se separa y sus miembros toman derroteros por separado entiendo que la mayoría de veces lo hacen con la idea de explorar otras cosas. Pero hay gente que no entiende esto.

Igual que imagino que cada miembro a título personal no espera tener el “éxito” social, económico… que cosechó con una banda que, literalmente, lo petó. Te embarcas más por quitarte la espinita…

Yo personalmente lo hice por expresarme artísticamente. Creo que en este momento de mi vida nace eso a nivel creativo por muchas circunstancias, principalmente porque es una época de ruptura en muchos sentidos de mi vida y quizás este tipo de música más melódica representa mejor mis estados de ánimo actuales.

Es lo que me sale, no hay ninguna estrategia comercial detrás. De hecho, creo que la estrategia comercial habría sido sacar un disco en la línea de lo que vengo haciendo; algo parecido a Desakato. Y pienso que tampoco sería justo para ellos, porque me gustaría que se la banda se quedara en el lugar que se merece. Fue el mayor proyecto de mi vida y tiene que quedarse ahí, no me gustaría prostituirlo.

Asimismo, mi idea a la hora de hacer nueva música pasaba por sorprender al oyente. Que cuando me escuchara, le impactara. Y eso lo he conseguido, para bien y para mal. He logrado romper con la etapa anterior y que Pablo Senator y Desakato no se puedan comparar.

Aún y con todo, cuando te lanzas a la piscina, ¿pesa más la ilusión o el vértigo?

Mucho más la ilusión… De lo contrario, no me habría lanzado. Pero los miedos, las inseguridades y las contradicciones aparecen. Pero, sinceramente, llevo escuchando desde que era chavalín muchos grupos que no son de guitarras distorsionadas. Me refiero, que esas influencias ya estaban ahí; de hecho, salieron en Desakato, solo que ahora la marca de Desakato no me pesa.

Y esto que se entienda bien. Al final, cuando compones para un grupo tienes un peso en los hombros, aunque sea inconscientemente, de ir irremediablemente hacia un sitio. Y ahora tengo un poco más de libertad. No mantengo ese corsé de pertenecer a un grupo de punk rock que tiene que hacer ese estilo y ya está.

Es verdad que nosotros siempre intentamos romper esos clichés, pero en última instancia es difícil no seguir a la masa. Desakato tenía una legión de fans muy importante, que quería algo concreto de nosotros y es complicado salir de ahí.

¿Cómo sientes este primer disco? Lo que destacas de él, tema favorito… Estas cosas que se preguntan en las presentaciones

Tema favorito es complicado decirte… Si están ahí todos es por algo. He descartado muchas canciones para poder llegar a estas diez. Eso es algo que antes no pasaba porque componer para Desakato era más fácil, por lo que te decía antes, que tienes unos cauces que tenías que seguir y es más sencillo dejarte llevar por la corriente. En este caso pues tienes un abanico inmenso de posibilidades que dependen de ti y puedes tirar por muchos sitios.

Así que hubo canciones que se alejaban muchísimo de lo que buscaba -tiraba mucho de electrónica, instrumentales etc, incluso sin letra- pero al final considero que he dado con un disco sincero, que tiene mucho de mí. La verdad es que aprendí muchísimo haciéndolo y eso es algo que guardo con mucho cariño, porque el proceso de composición, grabación y demás fue muy enriquecedor.

¿Cómo afrontas estos primeros conciertos? ¿Algún festi a la vista?

De momento vamos a darle a la gira de presentación por salas. Evidentemente, saldrá algún festi; de hecho, ya hay alguna cosilla por ahí, pero todavía no puedo anunciar nada.

Te he preguntado poco por Desakato, aunque ha salido varias veces en la conversación. ¿A qué se debe su separación? Sé que no tiene nada que ver con nada personal, además seguís quedando con asiduidad…

Como suelen decir los periodistas deportivos, un poco “fin de ciclo”. Luego, acarreábamos problemas físicos de muchísimos años de tralla, de gira y maltrato a nuestras cuerdas vocales y a nuestros cuerpos.

Y, por último, el querer que la banda quedara en el lugar que se merece. Es decir, nos íbamos apagando un poco a nivel emocional y decidimos dejarlo cuando aún estábamos en un buen momento. Estamos convencidos de que hicimos lo correcto, porque cuando miramos atrás lo hacemos con la sensación del trabajo bien hecho y orgullosos. A lo mejor, si hubiéramos seguido la cosa se hubiese ido apagando y tendríamos una sensación distinta, de traición a nuestros principios e incluso al propio grupo.

Y, por supuesto, mantenemos una relación estupenda. Quedamos para cenar asiduamente, etc.

¿Está la puerta a una vuelta completamente cerrada?

Nunca cerramos esa puerta… Dijimos que lo dejábamos por los motivos que he explicado. Nuestra intención no es volver, pero nunca se sabe lo que puede pasar. pandemia. Durante el Covid, muchas influencias que tenía de escuchar otro tipo de música menos cañera se fueron materializando (…) Hice algunas canciones más basadas en la electrónica, empecé a investigar con sintetizadores, con cajas de ritmos… pero el experimento no salió muy bien. Escuchando las canciones con distancia vi que era una puta basura.

Pero dejé un poco fluir la imaginación, me sentaba todas las tardes en un pequeño estudio que tengo en casa e iba haciendo temas sin ningún tipo de pretensión, simplemente dejándome un poco llevar por lo que me pedía el cuerpo. En un momento hice Motorizados, que es el que abre el disco, encontré una forma de expresarme y pensé que podía ser buena idea seguir ese camino.

Es una canción muy simple pero efectiva, con melodía, arreglos icónicos y concisos -incluso facilones en cierto modo- y una letra superficial en el buen sentido, cotidiana y menos emocional, al contrario que otras del resto del disco, que sirvió para asentar la base del trabajo.

Pablo Senator
Pablo Senator. Foto: Daniel Claudín

“No hay ninguna estrategia comercial detrás de esto. Lo comercial habría sido sacar un disco en la línea de Desakato, además de injusto para la banda que fue el mayor proyecto de mi vida. Sería prostituir al grupo”

En esa carta de presentación señalas algo así como que hay tres tipos de oyentes: el más fiel a Desakato que va a odiar lo que haces; el que no le gustaba Desakato y pudiera verte como una nueva banda pop que surge de la ruptura de otra punk o rock; o el que no conocía a Desakato y te va a recibir sin prejuicios. ¿Qué tipo de oyente dirías que predomina ahora mismo sobre Pablo Senator? O, si lo prefieres, ¿qué sensaciones tienes tú partir del recibimiento del público?

Me sorprende bastante que hay una gran parte de los oyentes que viene del mundo del punk, rock, metal y hardcore, pero no tiene prejuicios a la hora de escuchar música y está conectando con el disco. Eso me parece muy interesante.

Por supuesto, hay mucha gente fidedigna a la caña a la que no le gusta absolutamente nada esto (…) y me lo hacen saber de forma fehaciente, además. Pero bueno, es una carga con la que tengo que lidiar y algo que sabía que iba a pasar. Aún así, a veces evidentemente y por muy preparado que estés, que alguien te diga constantemente que tu trabajo es una mierda llega a doler.

Esto último es muy interesante, porque es un poco el reflejo de lo que es el éxito para cada uno. Quiero decir, y tenemos mil ejemplos en los últimos años, cuando un grupo se separa y sus miembros toman derroteros por separado entiendo que la mayoría de veces lo hacen con la idea de explorar otras cosas. Pero hay gente que no entiende esto.

Igual que imagino que cada miembro a título personal no espera tener el “éxito” social, económico… que cosechó con una banda que, literalmente, lo petó. Te embarcas más por quitarte la espinita…

Yo personalmente lo hice por expresarme artísticamente. Creo que en este momento de mi vida nace eso a nivel creativo por muchas circunstancias, principalmente porque es una época de ruptura en muchos sentidos de mi vida y quizás este tipo de música más melódica representa mejor mis estados de ánimo actuales.

Es lo que me sale, no hay ninguna estrategia comercial detrás. De hecho, creo que la estrategia comercial habría sido sacar un disco en la línea de lo que vengo haciendo; algo parecido a Desakato. Y pienso que tampoco sería justo para ellos, porque me gustaría que se la banda se quedara en el lugar que se merece. Fue el mayor proyecto de mi vida y tiene que quedarse ahí, no me gustaría prostituirlo.

Asimismo, mi idea a la hora de hacer nueva música pasaba por sorprender al oyente. Que cuando me escuchara, le impactara. Y eso lo he conseguido, para bien y para mal. He logrado romper con la etapa anterior y que Pablo Senator y Desakato no se puedan comparar.

Aún y con todo, cuando te lanzas a la piscina, ¿pesa más la ilusión o el vértigo?

Mucho más la ilusión… De lo contrario, no me habría lanzado. Pero los miedos, las inseguridades y las contradicciones aparecen. Pero, sinceramente, llevo escuchando desde que era chavalín muchos grupos que no son de guitarras distorsionadas. Me refiero, que esas influencias ya estaban ahí; de hecho, salieron en Desakato, solo que ahora la marca de Desakato no me pesa.

Y esto que se entienda bien. Al final, cuando compones para un grupo tienes un peso en los hombros, aunque sea inconscientemente, de ir irremediablemente hacia un sitio. Y ahora tengo un poco más de libertad. No mantengo ese corsé de pertenecer a un grupo de punk rock que tiene que hacer ese estilo y ya está.

Es verdad que nosotros siempre intentamos romper esos clichés, pero en última instancia es difícil no seguir a la masa. Desakato tenía una legión de fans muy importante, que quería algo concreto de nosotros y es complicado salir de ahí.

Pablo Senator
Pablo Senator. Foto: Daniel Claudín

¿Cómo sientes este primer disco? Lo que destacas de él, tema favorito… Estas cosas que se preguntan en las presentaciones

Tema favorito es complicado decirte… Si están ahí todos es por algo. He descartado muchas canciones para poder llegar a estas diez. Eso es algo que antes no pasaba porque componer para Desakato era más fácil, por lo que te decía antes, que tienes unos cauces que tenías que seguir y es más sencillo dejarte llevar por la corriente. En este caso pues tienes un abanico inmenso de posibilidades que dependen de ti y puedes tirar por muchos sitios. Así que hubo canciones que se alejaban muchísimo de lo que buscaba -tiraba mucho de electrónica, instrumentales etc, incluso sin letra- pero al final considero que he dado con un disco sincero, que tiene mucho de mí. La verdad es que aprendí muchísimo haciéndolo y eso es algo que guardo con mucho cariño, porque el proceso de composición, grabación y demás fue muy enriquecedor.

¿Cómo afrontas estos primeros conciertos? ¿Algún festi a la vista?

De momento vamos a darle a la gira de presentación por salas. Evidentemente, saldrá algún festi; de hecho, ya hay alguna cosilla por ahí, pero todavía no puedo anunciar nada.

Te he preguntado poco por Desakato, aunque ha salido varias veces en la conversación. ¿A qué se debe su separación? Sé que no tiene nada que ver con nada personal, además seguís quedando con asiduidad…

Como suelen decir los periodistas deportivos, un poco “fin de ciclo”. Luego, acarreábamos problemas físicos de muchísimos años de tralla, de gira y maltrato a nuestras cuerdas vocales y a nuestros cuerpos.

Y, por último, el querer que la banda quedara en el lugar que se merece. Es decir, nos íbamos apagando un poco a nivel emocional y decidimos dejarlo cuando aún estábamos en un buen momento. Estamos convencidos de que hicimos lo correcto, porque cuando miramos atrás lo hacemos con la sensación del trabajo bien hecho y orgullosos. A lo mejor, si hubiéramos seguido la cosa se hubiese ido apagando y tendríamos una sensación distinta, de traición a nuestros principios e incluso al propio grupo.

Y, por supuesto, mantenemos una relación estupenda. Quedamos para cenar asiduamente, etc.

¿Está la puerta a una vuelta completamente cerrada?

Nunca cerramos esa puerta… Dijimos que lo dejábamos por los motivos que he explicado. Nuestra intención no es volver, pero nunca se sabe lo que puede pasar.

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