Santy Pérez huyendo de Santy Pérez

Julio de 2019. Por J.Garrido

Seguramente hayas oído hablar recientemente de él. Autor de algo que nació como una simple broma, de las que nos cuenta que factura a menudo sobre los temas de actualidad, solo por divertimento y rularlo entre colegas: autor de la canción sátira Almeida Carapolla, ese efecto Streisand generado por la multa a un jovenzuelo de Vicálvaro por llevar una pegatina con dicho lema saludando al nuevo alcalde de Madrid. Más de 100.000 reproducciones del nuevo viral en apenas 48 horas hicieron que los medios generalistas conocieran a Santy Pérez, aunque nosotros ya lo habíamos descubierto meses antes con su impecable tercer disco, Puntos de Sutura (Aire Discográfica/Gaser Discos), un disco de Rock de Autor, de los que cuenta historias sin pelos en la lengua, de los que te hacen ir a lugares en los que ya has estado anteriormente, de los que duelen. Primera tirada de un millar de copias del disco agotada, una veintena de conciertos por la península y dos llenazos en Madrid son las alegrías que este trabajo le ha otorgado, de momento, al de San Fernando.

Señoras y señores, con ustedes, Santy Pérez: mucho más que una moda pasajera.

Santy Pérez: ¿Cantautor rockero, Rock de Autor o ninguna de las dos?

Me considero músico y compositor. La etiqueta es algo que siempre juega en contra. Por ejemplo, entre las canciones que estoy escribiendo ahora para un futuro disco hay dos con cierto aire rumbero, con lo cual los rockeros y aficionados a la música de autor me mandarían a tomar por culo.

¿Qué supone para ti el revuelo que se ha montado con tu vídeo Almeida Carapolla? Por la duración y la sencillez de la grabación no parece que las 100.000 reproducciones entraran en tus planes...

Lo de Almeida fue una broma que se fue de las manos. Pero una broma necesaria. Con tanta censura, tanta corrección, tanto mensaje positivista de mierda de la factoría Mr. Wonderful y tanto miedo impuesto, hemos perdido la libertad. Los políticos son empleados nuestros que se mean en nuestra cara, tenemos la obligación de mearnos nosotros en la suya, aunque sea de risa.

La canción la hice en cinco minutos en mi oficina y la grabé en otros cinco. No le di ninguna importancia ni me exigí ninguna calidad. Tampoco la merece. Yo hago canciones inspirado por mujeres, que ese sí es un universo interesante (si no el que más), no para un Carapolla.

Se viralizó porque estamos en España y aquí reina el cachondeo y el folclore, más que por las ganas de protesta. Me he reído mucho con todo esto, pero no deja de ser un chiste anecdótico. Espero que los cómplices de esta broma me traigan tabaco a Soto Del Real.

“La canción la hice en cinco minutos en mi oficina y la grabé en otros cinco”

Debutaste con “Charlas de Ética” con la veintena recién cumplida, un disco muy prometedor, con guerra con la policía local de Coslada de por medio, luego llegó el EP “Escala de Grises” y ahora este “Puntos de Sutura”, un disco como hace mucho tiempo que no se ve, con menos reivindicación, pero muchísimo contenido. ¿Cómo ha sido este camino hasta aquí?

Ha sido un camino difícil porque ha habido que driblar con la propia vida en todos estos años, pero no de ser así no existirían todas estas canciones. En todo este tiempo he aprendido mucho del oficio, de mis compañeros y de mí mismo como músico y todo eso se ha plasmado en este disco. Además, cada disco había sido una historia totalmente distinta: “Charlas de ética” es un trabajo de producción de Enrique Torres con músicos de estudio vistiendo mis primeras canciones; “Escala de grises” era una fotografía sonora del sonido de la banda en directo en aquel tiempo y así es como está grabado, sin apenas recordings de ningún tipo.

Antes de llegar a “Puntos De Sutura” grabé el disco “Del Mito Al Caos” con GarCía en el que aprendí muchísimo sobre interpretación ya que mi labor era la de cantar canciones compuestas por otro, en este caso por Santi García. Con todo ese bagaje llego hasta “Puntos De Sutura” donde por primera me involucro al 100% en la producción de un disco mío junto a mis ángeles custodios Enrique Torres y Santi García.

Eres joven pero vieja escuela, en los tiempos de los singles y la inmediatez has tardado años en lanzar un disco con nada menos que 14 canciones y 70 minutos de duración, cuéntanos el concepto de este trabajo.

Realmente el concepto es que no existe concepto como tal. No hago discos conceptuales sino que voy escribiendo canciones y cuando me junto con una buena colección donde elegir las agrupo en un disco. Para este disco reuní más de 40 canciones de las que finalmente han visto sólo catorce la luz. Es un disco largo y de textos extensos pero era una necesidad vital hacerlo porque tenía mucho que contar. Escribo canciones para ahorrarme dinero en psicólogos y con este disco he ahorrado un pastizal.

Estamos en los tiempos de la inmediatez y la prisa, así que estácanos algunos de los temas del disco.

Mi canción favorita de este disco es “El Penúltimo Trago”, que aunque el título es un homenaje a “El último…” de Chavela Vargas y José Alfredo Jiménez, es una canción que viene a decir que me queda cuerda para rato y que, aunque todo se haya ido a la mierda, siempre habrá una penúltima copa con la brindar, nunca la última. “Si preguntan por qué me fui” también es una de mis favoritas ya que es una canción que ha viajado mucho, la comencé a escribir cuando me mudé a Barcelona, a modo de canción de amor, y la rehice por completo dos años después al regresar a Madrid con un contexto totalmente distinto al amor. Me divierte mucho ese viaje. Y también “Orden De Alejamiento”, que viene a ser un inventario del deterioro de una relación tóxica entre dos amantes.

Uno de tus puntos fuertes son las letras, ¿Cómo nacen las de este trabajo y de qué nos hablan?

Aunque hay un par de canciones de amor, la tónica principal de las canciones de este disco es la de la huida, especialmente de la huida de uno mismo. El género de canción de amor, aunque es necesario, siempre me pareció fácil e innecesario porque nadie quiere que le hablen de felicidad. Las canciones de amor son letras escritas con la polla para que vayan directas al coño (o al revés). De todos mis trabajos es el más oscuro y melancólico, pero también lo que buscaba en estas canciones era mostrarme más honesto que en mis anteriores discos y dejar los sentimientos y las emociones alejados de maquillajes y de disfraces. Creo que lo he conseguido.

Están escritas entre Madrid, Barcelona, Conil De La Frontera y Vigo. Es un disco viajero.

El trabajo de diseño también es una maravilla…

Todo el diseño del disco incluida la colección fotográfica con la que hemos hecho la cartelería de la gira ha sido obra de Guillermo Jiménez Carazo. Guillermo, a parte de ser un genio en la técnica, es un creador de los que chorrean buenas ideas y tuvimos mil reuniones para dar vueltas a este proyecto. Hubo mil ideas distintas y al final surgió la más sencilla como más efectiva. También es el director del videoclip de “Orden De Alejamiento” que rodamos en Barcelona junto a la actriz Miriam Martins.

“Es un disco largo y de textos extensos pero era una necesidad vital hacerlo”

¿Dónde y cómo fue el proceso de grabación? ¿Qué músicos te han acompañado?

El disco se ha grabado íntegramente en los Estudios Aire de Madrid excepto las colaboraciones de Adrián Rosito y Martín Rosito que se grabaron en estudios de Valencia y de Montevideo (Uruguay). El proceso fue tan emocionante como estresante y podría decirse que a Enrique (Torres) y a mi nos costó la salud por los nervios que acumulamos durante la grabación que después se tradujeron a ansiedad. Discutimos muchísimo cada decisión pero al final, y gracias a tener también a García como juez y parte, llegamos al mejor puerto y nos dimos abrazos inmensos cuando decidimos que el disco estaba terminado. Me han acompañado, además de ellos dos que grabaron Bajo y Teclados, Miguel Sempere y Jorge Montero (a las guitarras), Marta Espinosa (coros), David Viana (Batería) y José Ramón Jiménez (Saxo).

No hay colaboraciones, ¿No las querías o no surgieron?

Teníamos dos colaboraciones de artistas muy admirados por mí como Kutxi Romero y Carlos Chaouen. Por motivos de logística y de descoordinación de agendas no se llevaron a cabo, pero hace un par de meses que estuvimos juntos, se encargó el enorme Kutxi de asegurarme que pronto la llevaremos a cabo y verá la luz esa colaboración. Aún así en el disco aparece Beltrán (vocalista de No Procede) haciendo coros en dos temas de forma magistral, mis hermanos de Factótum Madrid y Rubén Rodríguez (El Perro Del Bar). Y son un lujo.

En este disco tienen mucha presencia las drogas. ¿Crees que son siempre la mano derecha del creador? ¿Piensas que puede resultar apologista el contenido de canciones como “Con nocturnidad y alevosía”?

Lo de las drogas y la creación es una estupidez. El creador lo es sin drogas. Puede que el hecho de tirarte colocado toda la noche frente al papel esquivando el sueño te haga tener una concentración mayor alejada de otra distracción, pero no es una inspiración divina. En cuanto a la apología… lo que me da asco es la hipocresía, hacer canciones sujetándote las palabras y la polla con papel de fumar para no ofender o no asustar. Estas canciones cuentan historias donde la droga simplemente es un elemento del decorado y, concretamente la que dices, aunque está vestido de tono canalla y carnavalesco, el tipo que habla en primera persona no está en ese momento muy contento y por eso tiende a ciertas rutinas.

Hace unos meses que vio la luz “Puntos de Sutura”, tu tercer trabajo, y ya cuenta con más de 40.000 reproducciones en Spotify, 170.000 en YouTube, agotaste la primera edición de 1.000 ejemplares del disco en 3 meses con los tiempos que corren… ¿Cómo valoras el éxito que está teniendo tu nuevo trabajo?

Este disco ha sido una acumulación de satisfacciones diarias. Empezando desde el comienzo, ya que al poco de salir el Ayuntamiento de Madrid colocó en un paso de cebra unos versos de una de sus canciones. Después muchos conciertos, muchos aplausos, muchas ventas y sobre todo mucho cariño del público. Tenia miedo de no saber cómo podría funcionar un disco con unas letras tan sinceras, oscuras y sin tapujos.

Y todo esto refrendado con los directos, llevas ya más de 20 fechas por la península presentando el disco, en los que me gustaría destacar los llenazos de las dos citas madrileñas…

Las dos noches de Madrid, con llenos tanto en Caracol en la presentación eléctrica, como en Libertad 8 en la acústica, fueron de las mejores de mi vida (y anda que no colecciono noches en mi haber). En esos dos conciertos y en el resto de la gira ha sido cuando me he percatado de que esto ya empieza a ser algo importante y no una afición de adolescente cabreado con el mundo, que es como uno empieza a germinar canciones.

¿Cuáles son las mayores alegrías que te ha dado este trabajo? ¿Algún elogio que te haya hecho especial ilusión?

La mayor alegría ha sido ver que una cantidad importante de personas han dedicado tiempo a atender y valorar estas letras, además de cantarlas en los conciertos. Elogios he recibido muchos también, pero no me los creo demasiado para no volverme gilipollas.

“Lo de las drogas y la creación es una estupidez”

¿En qué formato o formatos se puede ver a Santy Pérez en directo? La versatilidad es uno de tus fuertes sobre el escenario…

En esta gira nos hemos adaptado a las circunstancias, es decir, a la pasta. Pero no por ello hemos hecho conciertos más o menos importantes. Cuando no hemos podido dar un concierto con banda rockera nos hemos adaptado al formato semiacústico con guitarras, piano, bajo y voz haciendo de esa velada un repertorio especial.

Y llegados a este punto, ¿Ahora qué? ¿Qué objetivos te has marcado con el camino que le queda a este disco?

Seguir haciendo kilómetros con esta mochila de canciones. En los tiempos que corren lo único que se puede hacer para que las canciones no mueran es seguir cantándolas.

¿Crees que tu música puede tener un hueco en los festivales veraniegos? ¿Hay planes de visitar otros países?

Nos rechazan en bastantes festivales porque no damos un producto al gusto del dinero, es decir, un contenido de fácil digestión, pero no es algo que me quite el sueño. Vamos a cruzar el charco próximamente viajando a México, Argentina y Uruguay donde resulta que estas canciones y las anteriores tienen muchos oídos cómplices esperándolas.

¿Cuál es el camino para que un artista independiente como tú esté teniendo cierto éxito? ¿Cómo te planteas el futuro a corto plazo?

El camino es el trabajo, no quedarse parado ni rendirse al vil metal exclusivamente para ir a cantar a uno u otro sitio. ¿El futuro? Me da pereza pensar en él, pero el presente lleva tiempo poniéndome muy cachondo.

En tu concierto en Libertad 8 estrenaste una nueva canción, ¿Va naciendo ya el cuarto disco?

Yo nunca dejo de escribir y desde que salió “Puntos De Sutura” he ido acumulando más de 30 o 40 canciones nuevas de las que estoy muy orgulloso. Seguramente en 2020 empezaremos a trabajar en ese nuevo disco, pero aún queda mucho recorrido con este.

Bien es cierto que las canciones mías nacen en terrenos y épocas de melancolía y tristeza y aburrimiento y hace dos o tres meses que no escribo ni una, lo cual es malísima noticia para mí casa de discos pero buenísima para mí.

¿Qué opinas de la nueva ola de cantautores y poetas que está creciendo progresivamente?

Opino que, salvo casos concretos, una inmensa cantidad de poesía y canciones de autor que me llegan son textos más propios de un WhatsApp de despecho a una novia de 15 años. Aún así hay casos como Factótum Madrid o Petiso, en el género musical, o poetas como Sergio Puerta o Escandar Algeet, que me hacen tener confianza en el ser humano.

Y otros muchos que me dejo, pero estos son mis favoritos y además amigos.

¿Qué hará Santy Pérez en 2020?

Seguir viviendo encima y debajo del escenario.

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