Albertucho.

Bob Dylan le llama de telonero, él se saca el carné de conducir.

Tercer disco del sevillano Albertucho, “Amasijo de porrazos” (DRO, 2008), un trabajo repleto de canciones robustas, consistentes, pegadizas, que vuelan libres pero que golpean con contundencia. Una grata sorpresa.

Desde su introducción en sociedad Albertucho ha sabido alejarse de caminos previsibles, trabajando discretamente su propia base, lustrando su estilo y dejándolo crecer, una decisión que ahora, con este nuevo “Amasijo de porrazos”, comienza a regalarnos resultados en forma de música y letra.

Albertucho se presenta atrincherado por una banda (con la que lleva años trabajando, “mi gente” como él mismo los llama) que sabe dar una dimensión muy especial a cada corte, lubricando su poesía con músicas que huyen de lo simple pero que no se rizan en cansinos ejercicios de virtuosismo.

Presentado casi como cantautor, portador del viejo espíritu de la tradición rock sevillana y niño prodigio en su primer trabajo (“Que se callen los profetas”, DRO 2004), la carrera de Albertucho se asentó con el segundo disco (“Lunas de Mala Lengua”, DRO 2006), donde ya mostraba su peso especifico a la hora de baldear un rock personal. Ahora le toca el turno a este tercero, “Amasijo de porrazos”, un interesante título que nos muestra el particular paraíso de este compositor, que se queda con los inspiradores destellos de su barrio o con sus comeduras de tarro particulares como elementos para escribir preciosas letras que raspan y curan.

Por lo demás, Albertucho nos recibe el mismo día que ha aprobado el teórico para poder conducir vehículos, le han hecho madrugar pero está contento. Ahora ha llegado a Bellavista, su barrio en Sevilla, el de toda la vida.

He leído por la web que vas a tocar con Bob Dylan.

Si tío, me han llamado. Yo no lo entiendo muy bien, solo flipo. Llevo un montón de años escuchando a Bob Dylan, siempre me ha gustado pero no se, no se, por ahora no me lo creo, hasta que no vea allí con el tito Bob no me lo creo... si llega el caso haré un conciertazo.

Imagino que la estética del disco nuevo (Albertucho sale en portada magullado y herido) tiene que ver con el camino que llevas recorrido.

Lo del título, “Amasijo de porrazos”, es una canción que le hice a mi guitarra, por que la toco bastante mal. Y luego lo de la portada, pues si, esa idea de que van pasando los años, siete desde que empecé... y que aquí seguimos luchando y sintiendo de verdad, en fin, una manera gráfica de expresar todo esto, el aprendizaje, los palos de la vida y esas cosas.

Desde que empezaste, siempre se ha subrayado que eras muy jovencito... ahora ya con veinticuatro castañas ya no se hace tanto hincapié.

Este año veinticinco. El primer disco lo grabé con diecisiete y si que era un niño chico. Poco a poco voy haciendo camino, aprendiendo. No todo han sido cosas malas... además la música es solo una parte, la vida te enseña otras muchas cosas, gente que te defrauda, en fin, hostias que merecen la pena y otras que no tanto, pero siempre aprendes.

Me ha sorprendido de este nuevo disco la contundencia de tu banda ¿qué te parece cuando se te asocia al rollo cantautor?. En el disco sigue quedando rastro de aquello en algunas canciones.

A mi me gustan las canciones, de cualquier manera, con que transmitan me contenta. Soy partidario de hacer canciones con mi guitarra pero soy del rock, vengo de ahí, me gusta y toda la vida lo llevo escuchando, así que siempre voy a estar arropado e identificado por ello, por el rock. La verdad que yo me defiendo muy bien con mi voz y mi guitarra, pero claro, cuando voy con mi gente tocando la cosa sale más macarra, que es lo que nos gusta.

La producción la ha hecho Tino di Geraldo, músico de indiscutible talento ¿cómo fue trabajar con él?

Me quedé flipado cuando me enteré que él iba a ser mi productor, que había aceptado, que había escuchado la maqueta y que adelante... ¡son gente que tan grande en esto de la música! Muy bien, ha hecho lo que yo quería, o sea, que suene fresco, directo y a rock and roll.

n el disco hay varias colaboraciones, una de ellas es Kutxi de Marea, que ya ha colaborado el todos los discos que has publicado ¿cómo es esto?

Kutxi es encantador y a mi, gustándome la poesía, pues un gustazo contar con él. La colaboración que ha hecho él es de su puño y letra. Yo le pasé la canción y le dije que lo que quisiese, así que se le ocurrió eso y me parece acertadísimo.

Otra colaboración es la del Lichis de La Cabra Mecánica, personaje que parece que anda un poco apartado del mundanal ruido profesional.

Es por admiración, lo mismo que Kutxi. Llevo escuchando a la Cabra mucho tiempo. Dije en la compañía que si fuese posible que me encantaría. Tras conocerlo ratifico su colaboración en este disco, es un tío de puta madre.

¿Cómo compones habitualmente? ¿Tienes letras acumuladas? ¿Tocáis juntos la banda improvisando?

Hay veces que estoy dando vueltas a un riff de guitarra y doy con la base en cinco minutos, esas son las mejores... hay veces que le doy vueltas a una melodía, tres o cuatro días... soy partidario de las cosas naturales.

Casi finalizando, me gustaría preguntarte por un par de canciones; la primera es “La silla de plástico”.

Es sobre un borracho que hay en mi barrio; es gracioso por que es un tío súper inteligente, profesor, con dos carreras, pero la canción esta enfocada desde el punto de vista de las marujas. El tío siempre está ahí, con una litrona y un periódico, siempre el mismo periódico, je, je. La canción es un contrapunto, lo que quiero decir es que esa persona es tan digna como su borrachera, que chapeau por él, pero lo hago mirando desde los ojos de las marujas que al verlo le desprecian.

Otra de la que espero tu comentario es “No hay nada de valor en esta canción”.

También me gusta a mí, un blues seco y bastardo. Habla un poco del día este que te levantas y no le encuentras sentido a nada, juega con eso, miras alrededor y no hay nada de valor y te cagas en todos los muertos y no hay sentido. Es uno de las más destructivos pero me gusta.

Volviendo al tema de la composición, en una canción como esa parece decisivo el trabajo de la banda, el desarrollo de tu idea, ¿es así?

Cuando tengo escrito un tema subo a los músicos a mi cuarto, se lo hago escuchar y les digo hacia donde quiero tirar, le voy guiando sobre lo que a mí me gusta. Incluso les pongo algún tema, por ejemplo, a los Clash, y les digo que a mi me suena a eso o a lo otro. Ellos no escuchan la misma música que yo, cada quién tiene sus gustos... Después cuando estamos a piñón en el local de ensayo pues cada uno aporta la personalidad con su instrumento.

Dinos los dos últimos libros que han caído por tus manos.

Uno ha sido “El globo rojo” de Leopoldo María Panero, de puta madre, es de poesía suya y de la gente del psiquiátrico de Mondragón donde estuvo o está encerrado. El otro es de Paul Auster, pero me resulta un poco más flojillo, aunque la historia es muy bonita.

Entrevista:Kike Turrón & Kike Babas
Fecha de publicación: 18 de junio de 2008
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