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Canteca de Macao. Pies descalzos, corazones desnudos, ritmos calientes.

Noviembre de 2009. Por Kike Babas & Kike Turrón

“Subir la calle al escenario”, Anita, vocalista, compositora y fundadora de Canteca de Macao, nos describe con esta llaneza la pretensión del grupo cuando se formó hace ahora un quinquenio. Nadie puede negar que a su manera lo están consiguiendo, los madrileños, adalides del actual mestizaje hecho en nuestro país, han sabido poner en grandes escenarios (de aquí y de fuera) esa calle cocinada a fuego rumboso: en lo musical aunando ska, reggae y caribe con el quejío sureño peninsular, en lo social con unas letras que saben en qué llaga ponen el dedo y en lo profesional con una propuesta que hace discos para regalarlos sin dejar de venderlos (demostrando que eso no es una contradicción, si no un acto visionario) y un directo con músicos –buenos y preparados- hispanos y latinos, danzas coreografíadas con el corazón y malabares de fuego que buscan eso: el incendio del espectador.

Hablamos con Anita de su reciente “Agua pa la Tierra” (09), que ya puedes colocar en tu colección de descargas o en tu estantería de cds, junto a los predecesores “Cachai” (05) y “Camino de la vida entera” (07).

Canteca de Macao“Agua pa’ la Tierra” ¿De dónde sale el título? Suena muy ecologista.

Anita: En realidad el título no tiene ninguna pretensión ecologista, da lugar a la metáfora pero ni siquiera tenemos una metáfora clara y verdadera por la cual lo hayamos escogido. Lo que decidimos, cada vez que nos preguntaran esto, es inventarnos una movida nueva. En realidad viene de un día que estábamos en casa de Chiki (guitarrista y fundador de Canteca, N. de A.) y no sabíamos que nombre ponerle al disco, así que decidimos juntar conceptos con los que nos sentimos identificados: “agua”, que lo decimos mucho cuando hay un orgasmo musical, cuando algo suena bien nos decimos “agua”, y “pa’ la tierra” porque sí, como metáfora de muchas cosas. Es un título positivo, que enfoca la música al agua y la tierra al público. Por ahí podría ir.

Ese no querer decir diciendo se podría aplicar al propio nombre del grupo: Canteca de Macao.

Anita: Fue por simple sonoridad, yo estaba en los pasillos de la facultad y un día, pensando cómo nos podíamos llamar, haciendo "brainstorming", se lo enseñe al Chiki, que dijo que no le gustaba una mierda, es cuestión de acostumbrarse le dije, pero él decía que con lo de Macao nos iban a confundir con Macaco, yo le decía que no, que no, que al final nos iban a llamar Los Canteca. En definitiva, el nombre no tiene contenido.

En aquellas conversaciones de pasillo en la facultad ¿teníais tan claro lo que queríais hacer? ¿Cómo se ha ido desarrollando el sueño con respecto a lo que hacéis ahora mismo?

Anita: Igual en organización estaba bastante claro, queríamos formar una especie de colectivo que se rigiera por una organización muy horizontal, desligarnos del rollo artistas y músicos. Queríamos hacerlo todo un poco entre todos. Por otro lado en lo musical siempre hemos sido individuos que nos hemos juntado y nos hemos respetado, ninguno tiene prejuicios musicales, eso es lo que nos une. Yo nunca había pensado en hacer salsa, y el Chiki me toca algo que ha compuesto en clave salsa y me parece la hostia. Tenemos esa conexión de que nos gusta lo que hace el otro. No pensamos en hacer algo en concreto, tenemos la suerte de que cada uno hace lo que le da la gana y encima que le gusta a los demás, la unión reside en la falta de prejuicios.

¿Cómo conociste al Chiki? Aunque Canteca sois un colectivo sólido, destaca la unión entre él y tú a la hora de definir el proyecto y sacarlo hacia delante.

Anita: Una compañera de la facultad conocía al Chiki desde el colegio, un día le comenté que a mi me encantaba cantar, entonces me dijo que tenía un colega que hacía con su grupo versiones Sin Fgenillo, me dijo que fuera un día al local y era el local del Chiki con un grupo de colegas, me acoplé unos días, fui metiendo la cabeza y Chiki y yo enseguida nos juntamos, a enseñarnos nuestros propios temas. Ese fue el germen de lo que vino después.

¿Cómo ha sido la grabación de “Agua pa’ la Tierra”?

Anita: Ha sido una producción muy productiva, enriquecedora y educacional. Hemos aprendido lo que significa hacer un disco profesional, hemos trabajado con Fernando Illán, productor de Rosario, Raimundo, etc, en Sonoland en Madrid, unos estudios cremita, hemos aprendido mucho, a hacer las cosas con un montón de medios, con colaboradores de flipar. Me impactó que viniera a hacer los coros Chonchi Heredia, encima con esa humildad, luego metía un quejío y lo flipabas. Todo el mundo estuvo con corazón e implicación, y creyendo en el proyecto. Una experiencia muy guapa, tres meses a saco.

Canteca de Macao¿Qué diferencias y parecidos ofrece este disco con respecto a los anteriores?

Anita: Este disco es una vuelta a la esencia de los orígenes. El primer disco fue muy fresco, muy inocente, muy escaso de técnica. El segundo se nos fue la olla por querer hacerlo todo super técnico, quizás en ese se dejó de lado la esencia del principio, la frescura, con tanto retoque. En este hemos aunado ambos conceptos, volver a la esencia, la frescura de las canciones sencillas, pero por otro lado hemos aplicado la técnica que hemos aprendido en estos 5 años que llevamos. En este además las letras no son tan explícitas, las denuncias sociales no son tan de titular de periódico, son más de un dolor intimista, pequeñas injusticias que son las que se pueden llevar a lo grande, al titular, pero no al revés. Es otra manera diferente de componer, y se refleja bien en el disco. Es pura Canteca y seguimos haciendo lo que queremos pero un poquito más maduros.

¿Hay muchas diferencias al enfrentarse al estudio y al directo?

Anita: En este disco hemos sabido lo que es saborear un estudio, hemos tenido un gran trabajo de preproducción, un trabajo muy fino, que ha sido muy satisfactorio. Para mí, que no toco nada ni leo música, ver composiciones mías, que salen de muy adentro, tocadas por otros es como traer algo a la vida, es un momento muy bonito. Pero la parte del directo no nos la hemos podido quitar, hemos empezado tocando en la calle, esto es lo que nos mantiene vivos, de lo que comemos, no es solo ver la obra materializada en una grabación, si no que el directo es cuando la gente la recibe, es cuando se comparte con la gente. Son dos momentos del mismo proceso y cada uno tiene su historia.

En directo lleváis malabares... Esto es, el Zulo, un malabarista con peso, pues él no es un invitado, es un miembro más.

Anita: Lo es, forma parte de la banda. Antes tocábamos en la calle, nos encontrábamos en fiestas, coincidíamos en locales, con las guitarras en la mano y siempre dispuestos a cantar. Hace seis años en Madrid la afición de la peña era tocar por la calle, te ibas a cualquier plaza y los chavales estaban tocando en la calle, había una ebullición que ahora no veo tanto, duró muy poco. Nosotros estábamos allí, y en esas aparecían los malabaristas, al Zulo le conocimos en ese ambiente, la idea era subir la calle a un escenario, nada que esconder, lo que somos abajo somos arriba, y el Zulo, igual que estuvo en la calle, cuando nos subimos al escenario se vino con nosotros. Al final resulta que el Zulo es un crack informático y le echa un montón de horas al proyecto, él se encarga de muchas más cosas que de los malabares. Es otro más.

Estáis inmersos en una gira de presentación que combina acústicos y eléctricos, ¿Cómo se llevan los acústicos?

Anita: Por la tradición en la que empezamos está resultando fácil tocar la mayoría de los temas en acústico, son instrumentos de calle: guitarra española, cajón, flauta travesera y las voces. Los acústicos es un poco nuestra salsa. La gente lo recibe bonito, más puro, a pelo, así es como surgieron los temas, es muy natural.

Canteca de MacaoSois un grupo emblema por haber combinado la venta multinacional con la descarga gratuita. ¿Cómo se lleva? Habéis abierto un camino en eso.

Anita: Nos ha costado, es una idea descabellada, ¿cómo le vas a plantear a una discográfica, que vive de vender discos, que quieres colgarlos gratis en Internet? De primeras es complicado de aceptar. Pero lo teníamos muy claro, cuando empezamos fue la primera herramienta de la que echamos mano, Internet, de manera inocente empezó y luego se fue tornando en una postura social frente a la industria, así es como funcionamos y no nos plateamos hacerlo de otra manera. Cuando empezamos a recibir ofertas para que nos ficharan la gente no lo entendía, ni multis, ni independientes, ni lo entendían ni lo aceptaban, hemos rechazado contratos de pasta por seguir con esta idea. Al final dimos con DRO, que sorprendentemente y pese a ser una multinacional, fue la que menos problemas nos puso en ese sentido, también es cierto que ellos se pueden permitir un porcentaje de perdida mayor que una independiente, podían probar, porque luego sacan el dinero con otro artista más grande.

También está la teoría de que si del disco se descargan 100.000 copias, hay 10.000 personas potenciales que lo podrían llegar a comprar.

Anita: Es verdad que las ventas decaen un montón, que la gente no se compra discos, eso es una realidad, te pones a intentar ver la causa y dices: joder, es que lo estás colgando, así que día a día estamos siempre intentando convencer, no es una tarea que ya está ganada, hay que estar día a día con la cancamusa, esto es, con la movida.

Buceando por Internet he encontrado varios términos con los que se os define habitualmente, me gustaría que me dijeras que opinas de cada uno de ellos: 1, Flamenquitos. 2, Buenrollistas. 3, Perroflautas.

Anita: Flamenquitos no me gusta, para mí el flamenco es el arte más grande, le tengo mucho respeto, yo ni soy flamenquita, ni pretendo serlo, no se cantar flamenco y le tengo mucho respeto a esa palabra, que para mí no es flamenquito siempre es flamenco.

Buenrollista, joder, estoy muy harta de ese término. Es cierto que a la gente le trasmitimos una especie de buen rollo, de felicidad. Es que lo de “buen rollo” me suena fatal, ni hablando en jerga con los colegas lo uso ya. Buenrollistas me suena mal, a lo mejor energía positiva, positividad, optimismo, por ahí iría mejor.

Perroflautas no me ofende ni me sorprende, depende la intención con la que se diga. Yo tengo perros, en mi grupo hay un flautista y me mola andar descalza, pues sí, a lo mejor soy una perroflauta, además me gusta ir a hacer artesanía con los colegas por los pueblos. En ese sentido soy abanderada del perroflautismo. Ahora, la cosa está cuando se dice con mala leche… La verdad, tampoco le doy mucha importancia a nada de eso.



Fotos: Canteca de Macao
Enlaces: Web oficial de Canteca de Macao

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