El músico asturiano, pianista de carrera –a servicio propio y de postor-, cantante de notable sensibilidad, compositor de rock afectivo y expresiva lírica, autor de buenas canciones, entrega el tercer trabajo de su carrera, Dobleces, precisamente un doble CD, mitad en castellano mitad en llingua asturiana. Tras el éxito en su tierra con sus dos primeros discos, Dudas y Precipicios y La nada y tú, que se llevaron diferentes premios asturianos, Alfredo consolida su apuesta vital con Dobleces y continUa bregando su carrera de largo recorrido, que se fragua tocando mucho y durmiendo poco, en garitos peninsulares y pensiones de saldo. Ojo, no conviene perderle la pista…

Es Dobleces un disco menos trágico que su antecesor, reza la hoja de promo. ¿Lo corroboras?

Yo diría que sí. La composición de las canciones responde, al menos, a un momento vital más optimista (aunque esto del optimismo los creadores no lo tenemos muy estudiado). También hemos intentado darle una producción luminosa, lejos de la oscuridad que desprendía La nada y tú, por ejemplo. Pero, a pesar de todo, el toque gris se escapa en algunos de los cortes; no sería honesto si publicara un disco completamente feliz.

Yo añadiría que es menos vicioso. ¿Lo corroboras también?

Al menos estéticamente, sí, jajaja. Pero probablemente ha sido producto de la casualidad...

¿Qué quieres decir con “Dobleces”?

Le di muchas vueltas al título... Quería una palabra que me sirviera tanto en castellano como en asturiano, que además englobara la idea de publicar un disco doble y que, por último, tuviera algún sentido con el contenido de las canciones. No sé si lo he conseguido, pero sí que sé que cada canción es una "doblez"; las mías y las de cualquiera. Nadie entiende igual una misma historia, y eso es lo bonito.

Un disco entero en castellano y otro en asturianu. ¿Por qué y cómo tanta generosidad? ¿Desbordado por las musas?

Soy bastante prolífico, es cierto, pero también pasó mucho tiempo desde la publicación de Dudas y precipicios y La nada y tÚ hasta la salida de Dobleces. Más o menos, unos tres años, con su gira -la primera que hice por casi todo el estado e incluso por fuera-, sus desencuentros, decepciones, sorpresas... Alguna vez hemos hablado tú y yo de la música como nuestra terapia, como el modo de ahorrar en psicólogos... Pues calcula, en todo ese tiempo, jajaja.

¿De dónde sale tu relación con Pablo Texón? Él es el autor de las letras del disco en asturiano.

Nos conocimos hace unos ocho años en un "encuentro literario/musical" que organizó la que era mi facultad. Fue amor a segunda vista -la primera coincidencia ni la notamos- y, desde entonces hasta ahora, hemos ido forjando una amistad plagada de admiración mutua -que es como tienen que ser estas cosas-, mucho vino y muchas canciones. Él quería ser músico, yo quería ser poeta. Y a ello nos pusimos. Tardamos más de un año en tomárnoslo en serio y, al final, como quien no quiere la cosa, teníamos esta colección de canciones en asturiano.

Cuentas con la colaboración de Quique González cantando en asturiano. ¿Cómo surgió aquello? He leído que se te sitúa bajo el ámbito "quiquegonzaliano" de composición. ¿Te ves ahí?

Le conozco de hace unos años, siempre hemos mantenido una relación cordial y cercana. Y en una de sus visitas a Asturies para tocar, le propuse esta idea. Yo quería que cantara en mi disco, porque es una referencia esencial, pero no quería que esa colaboración fuera meramente promocional. Así que se me ocurrió pedirle que cantara en asturiano para conseguir así, además, un apoyo a la situación de mi lengua. Le pasé un par de canciones y le gustó Wikileaks. El resto fue rodado, nos fuimos al estudio de Fernando Macaya en Santander -otro lujazo de colaborador- y en media tarde teníamos la grabación.

En cuanto al ámbito "quiquegonzaliano" de composición... pues discrepo un poco. Es una de mis principales referencias, eso es innegable, y también tenemos un timbre de voz semejante, pero aunque en Dudas y precipicios se pudiera notar algo más, en La nada y tú o en Dobleces no me parece que haya mucha influencia de Quique. ¿Tú le imaginas escribiendo Homes borrachos?

La otra colaboración del disco es Fabián. ¿Cómo surge?

Es un amigo, eso por encima de todo. Es, además, un compañero de generación, los dos hemos empezado en la música en esta época tan jodida para cualquier comienzo. Y para Todos llevan disfraz le llamé porque la canción me parecía "muy Fabián". De hecho, la habíamos cantado juntos alguna vez en directo y me gustaba la idea de tenerle en el disco.

En los créditos aparece el nombre de César Pop. ¿Qué relación te une con él?

Otro amigo. Son gente con la que he pasado muchas horas, con la que he compartido canciones, copas, confesiones y alguna historia de las que no se pueden contar. César, además de ser compatriota, es un tipo cuyas canciones me gustan mucho; pianista, además, y con un universo creativo con el que me identifico absolutamente. Aparece en los créditos de A tiro porque hay una parte de la letra que es suya. Un día le toqué la canción en su casa porque quería que la grabara conmigo -de hecho, lo tenemos pendiente- y empezó a darle vueltas y vueltas... Al final se quedó metido en ella. Si no recuerdo mal, tú andabas por allí; qué se tramaría...

En el vídeo Hasta las manos participa la actriz Sheila Montes ¿Nos haces la presentación por favor? Alguna vez te oí decir que esa es tu canción favorita…

Sheila es una actriz asturiana. De esas que no han protagonizado una peli de Almodóvar pero que les dan mil vueltas a muchas -al igual que María Cotiello o Eliana Sánchez, por elegir sólo dos-. En cuanto a Hasta las manos... no sé si es mi favorita de este disco -ya sabes que eso cambia con el viento- pero sí que me parece una de las más completas que he escrito. Y con la cruz que me cae siempre de "tristeautor", me encanta que me haya salido esta.

¿En qué otras cosas andas ahora mismo?

El único modo de sobrevivir en esto es no parar, así que ando a mil cosas. Presentando con música la novela de Tito Montero 10 corsarios, tocando en la banda de Fabián, recorriendo el estado con un piano a cuestas, escribiendo mentiras, bebiendo vino... Intentando ser feliz, que es lo que nos queda con la que está cayendo.

Escucha Dobleces en Spotify.

Videoclip 'Hasta las manos'

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