La Ingravidez (Cumbia del alma). Nueva canción de Turrones con Anita Kuruba

Bailar, se trata de eso  es el nuevo disco cuento de Turrones. Está prologado por Andrés Calamaro y Benjamín Prado y supone el tercer disco de Turrones —la banda de Kike Turrón—, viene acompañado de un precioso cuento, un cuento que, ojo, no es solo para menores de edad. De esto sabremos más esta semana cuando publiquemos la entrevista que le hicimos al bueno de Kike a cuenta del lanzamiento. Hoy os presentamos La Ingravidez (Cumbia del alma), una canción que grabaron con la colaboración de Anita Kuruba:

Así cuenta Kike Turrón la historia de esta colaboración:

Quedamos en el Puente de Vallecas, metro salida Peña Prieta como indicación, temprano, antes de las once de la mañana. Cielo gris sobre Madrid, últimos coletazos del atasco de la mañana sobre el asfalto de la M30. Pedí el teléfono a mi colega Alberto Caníbal hacía unos meses. Conozco a Anita Kuruba desde los tiempos de Canteca de Macao en los centros sociales de Madrid, empezaban y por entonces yo tocaba en los King Putreak. Pero claro, entre medias de aquellas míticas épocas y el día que decidí que quería la voz de Anita en una canción de mi nuevo disco con Turrones, pues a lo tonto, habían pasado varios lustros, miento: hacía no mucho, la había entrevistado en la emisora M21, creo que estaban despidiendo Canteca. Alberto me dijo: “pero pásame la canción, para que vea de qué se trata”, y eso hice. Al poco ya estábamos conectados. Ella me envió una muestra de por dónde iba a ir su tono y su armonía antes de quedar para grabar, sonaba muy bonito.
 

Quería una voz femenina en esta cumbia, es un dialogo y me daba juego ese cambio de género en la voz de cada estrofa. Anita canta precioso (lo demuestra y ha demostrado), su voz me gusta porque es rotunda, pero da calor, sin estridencias pero con energía. 
Yo la esperaba en el semáforo, me vio, nos metimos en mi Berlingo y fuimos al estudio que el Sergio Delgado me había indicado. Estaba en un polígono también en Vallecas, circumbalé dirección A3, dos rotondas, doce semáforos y llegamos… esto es gigante. 

Con Sergio siempre es fácil y rápido el trabajo, es un profesional y siempre funciona todo. Grabamos unas tomas a Anita cantando sobre lo que yo había grabado en el estudio, quitando mis partes y tal, pero no había lo que se necesitaba. Sugirieron que me metiese con ella y grabásemos ambas partes juntas… funcionó: dos tomas, mucha emoción y risas. Y lo tenemos.

Llevé a la invitada hasta su barrio, por Carabanchel, de nuevo la M30… hablamos y divagamos sobre cosas de la gente y la música, pero en el fondo, en mi cabeza, tenía ganazas de poder escuchar lo que acabábamos de hacer, ya sabes, culminaba ese proceso que arrancó cuando en un trozo de papel anoté la estrofa que daría pié a todo el suceso de acontecimientos que ocurre cuando nace una canción. 
Otro capítulo os prometo sobre el impresionante arreglo y la trompeta de Angelo Mancini. 

Y ahora, pues la comparto con vosotras, es La ingravidez.

Enviado por agradecido el 26.10.20