...Y les negamos más de 3 veces (mi crónica de Los Suaves en San Mateo)
No estoy atravesando mi mejor momento personal y, a pesar de todo lo dicho otras veces, decidí dar la enésima oportunidad a Los Suaves. Necesitaba agarrarme a uno de mis viejos ídolos, como a un clavo ardiendo, a pesar de que sus letras fueran incompatibles con mi estado de ánimo. Pero todos sabemos como es la condición humana, que parece que cuando uno más jodido está más ganas tiene de revolcarse en la mierda. Y en esas estaba, sólo iba al concierto para que Yosi me dijera lo que quería escuchar sobre la vida... hasta que algo cambió....
El abrazo entre Cereijo y Yosi justo antes de empezar me hacía ver que esto no iba a ser como últimamente, que esta vez había sentimiento y magia. Y vaya si lo hubo. Un Yosi pletórico con sus piernas completamente rectas y sin tambalearse lo más mínimo y, mejor aún, muy, muy lúcido mentalmente (no dejó casi cantar al público), intercalando pequeñas dosis de su genialidad entre canción y canción, recordando continuamente a dos tierras iguales en muchos aspectos: Galicia y Cantabria. Y es que Cantabria siempre ha tenido algo para los de Ourense. Tanto que ayer, por lo que nos comentaban, hasta decidieron ampliar 45 minutos de repertorio sobre la marcha.
Pero no hay que olvidarse de Alberto, ese gran escudero que siempre estuvo ahí y que al igual que muchos de nosotros se fue diluyendo entre descontrol y descontrol de Yosi. El de ayer volvió a ser el de antes, con rabia, entrega, ganas y fuerza, mucha fuerza. No puedo hacer otra cosa más que sumarme a las voces que ya lo pidieron: “Alberto, quédate”. No es ahora el momento de irse, aunque quizás ya sea tarde...
Y para hacerlo más especial si cabe, una ligerísima lluvia se sumó a la noche como si lo de acercar Galicia a Cantabria fuese algo más que en sentido figurado. Fue algo indescriptible el cerrar los ojos, mirando al cielo, notar la lluvia y sentir de fondo a Yosi cantando, acústica en mano. Hubo hasta que tragar saliva varias veces para no derramar una lagrimilla, y así todo...
Esta fue una noche de rock and roll, de sudor y de cansancio. De las de antes. De corazón y no de tripas. Esta vez no fue el concierto lo de menos sino el protagonista absoluto de toda la noche. Yo, ayer, di una zancada atrás en el tiempo y volví a recuperar por unos momentos toda esa sensación de música, latidos y nada más.... y nada menos.
Gracias Yosi, por este concierto y en este día. Gracias por hacerme recuperar la fe en ti, en Los Suaves, en el rock.... y en la vida (que paradoja). Gracias, genio.
....Y perdóname porque no sabía lo que hacía.
Enviado por Tiempo perdido el 23.09.07