? Le falta personalidad propia, pero su directo es de lo más arrollador que corre por ahÃ
NANDO CRUZ
Ni The Abyssinians, ni Anthony B, ni Marcia Griffiths ni The Skatalites ni Capleton. El concierto de reggae más vibrante y concurrido de los últimos meses lo ha protagonizado un alemán que se hace llamar Gentleman. Si el llenazo ya fue noticia, teniendo en cuenta que hace sólo un año ya estuvo por aquÃ, no lo fue menos la recepción que se le dispensó, propia de un héroe de leyenda. Y aún más, la sintonÃa que estableción con el público a lo largo de casi dos horas de paseo triunfal.
Gentleman no ha inventado nada. Sólo se ha pasado los últimos diez años estudiando e interiorizando las leyes del reggae y el dancehall. Eso le permite comunicarse en un inglés con acento jamaicano y edificar un repertorio con incontables referencias a melodÃas, ritmos y mensajes del libro de estilo jamaicano. Apenas hay rastro de una personalidad propia --¿acaso las guitarras heavies y esos épicos arreglos de cuerdas en Leave us alone?--, pero el resultado es muy solvente y aún más contagioso. Su interpretación es impecable y la banda le cubre perfectamente las espaldas.
El alemán hizo realidad el sueño de todo artista de reggae sin linaje jamaicano: ver a un millar de personas coreando canciones como Danger zone, Rumours, Superior y Dem gone, que ya se sabÃan de memoria antes de que él llegase a la ciudad. Cuando se pone tierno --Intoxication, Send a prayer-- su reggae tiene más sacarina que azúcar y, a veces, conduce las transiciones entre el reggae clásico y el dancehall con más fuerza que maña, pero, lo dicho, su directo es tan poderoso como el que más. Como la mejor gira de Dover, para entendernos.
sacado de el periodico.es
http://www.elperiodico.com/default.asp? ... 5&h=050510