Primero quiero aclarar que
DIY puede ser cualquier cosa, eh.
Hacia lo salvaje de Amaral es totalmente
DIY sin ir más lejos. Como lo puede ser un disco que grabe un fulano en el sótano de su casa este fin de semana.
Ahora al lÃo...
¿Ninguna de las dos?
El progreso tecnológico en la música no va por el lado de la autogestión,... La gente no se pone a diseñar
Daw's (
Digital Audio Workstation) asà como asÃ. ¿
Plugins? SÃ, bueno, puedes con paciencia y conocimientos puedes crearte tu propia
reverb digital, pero nadie sale de la nada y se pone a luchar contra
Waves o contra cualquier
plugin basado en dispositivos clásicos. Estar embarcado en un proyecto
DIY no genera, asà como asÃ, una nueva mesa de mezclas que pueda superar a una
PM5D de
Yamaha. MicrofonÃa lo mismo... puedes hacer tus experimentos, crear tu propio micro... pero el estándar microfónico es muy claro, casi inamovible y encima "barato".
Tampoco ha supuesto un progreso en materia de distribución. Hay escenas que aún funcionan con cintas. Salvo Neil Young, no hay nadie más (que se sepa) desarrollando alternativas al mp3. Mientras que las grandes multinacionales siguen investigando nuevos tipos de formatos fÃsicos. En cuanto a estereofonÃa, cuadrofonÃa, holofonÃa, 3D,... eso lo lleva la industria del videojuego y el cine.
Esto no quita para que cualquiera con un poco de conocimientos de electrónica, fÃsica, acústica, informática, matemáticas,... pueda construir cualquier cosa relacionada con la música. Pero de ahà a la incidencia real en el conjunto de la música... está muy alejado.
En todo caso, creo que sucede al revés. La tecnologÃa ha favorecido la posibilidad de la autoproducción, sobretodo el abaratamiento de la tecnologÃa. Por cuatrocientos euros te puedes hacer con micrófonos suficientes como para grabar un trÃo, acústico o eléctrico. Por menos de quinientos, si no pirateas, te podrás sacar un
DAW. La verdad que no estoy al corriente de los precios. El resto es tiempo, paciencia y conocimientos. Tampoco sé como estarán los precios de grabaciones por dÃas o por canciones, ¿cien euros la canción? Por quinientos euros tienes un EP grabado y mezclado. Un regalo.
El
DIY se aprovecha claramente del progreso y abaratamiento tecnológico para editar y distribuir música.
¿Retroceso social? Uhm..., no sé muy bien a lo que te refieres.
Pero, por una parte... el
DIY favorece la interacción, la creación de vÃnculos y sociedades. Un grupo sin sello discográfico que distribuya su material ha de contactar con distintas distribuidoras para colocar su producto allà donde quiera. Un grupo autoproducido puede llegar a estar editado bajo una empresa y distribuido por veinte, una por ciudad. Incluso se pueden interesar distribuidoras de otros paÃses y colocar el disco en mercados internacionales con mayor intensidad que en el mercado nacional.
Y muchas veces no vas solo a la distribuidora... llevas una propuesta de "algo más". A lo mejor puedes compartir el propio catálogo que tienes, a lo mejor llevas más grupos que le puedan interesar, intercambio de piezas del catálogo, giras y promociones,... y esa dinámica funciona a altos niveles, pero también en la escena local que se puede aglutinar entorno a un pequeño sello o distribuidora. Luego estarÃan los fanzines, las páginas webs, las listas de correo,... se sigue moviendo bastante gente por esos cauces.
Ya te digo que no sé por donde vas con eso de "retroceso social". Asà que sigo soltando ideas...
Ha supuesto una pérdida importante de puestos de trabajo, sin duda. No es lo mismo grabar un disco con tres personas detrás de la pecera que hacerlo tú mismo en tu cuarto. Bueno, el
DIY (o el abaratamiento y facilidades para grabar, editar y publicar un disco) ha hecho estragos en la industria en general. La figura del
a&r casi ha desaparecido, al menos en España asà como otras funciones, ya sean desde dentro del ámbito técnico o más centradas en el
management o comunicación.
Pero el
DIY bien entendido (escena neoyorquina de los ochenta) puede generar al mismo tiempo puestos de trabajo y nuevas interacciones laborales. Entorno a determinados grupos se aglutinaron diseñadores gráficos, fotógramos, cineastas independientes,... todos interactuando entre sÃ, desarrollando proyectos, generando muchas, muchas cosas. ExistÃa una escena, más allá de la música, de la que todos formaban parte con flujos de entropÃa y reciprocidad.
Y el
DIY también puede llevar a lo contrario. Bueno, también gracias a Internet y la globalización, por supuesto. Me refiero a la ausencia de escenas geolocalizadas. Rara vez se vuelve a escuchar aquello de sonido Manchester, Bristol, Canterbury,... o casos españoles
Xixón Sound,
Ñoñosti Sound, la Sevilla de los setenta,... la
escuela de Hamburgo... yo que sé. Quizás se pueda seguir hablando de sonido Montreal, Seattle (que nunca muere) y alguno más... quien sabe.
El caso es que creación se convierte en algo Ãntimo, casi privado, ajeno a influencias externas y que no es partÃcipe de un cierto hábitat. Un disco producido en Japón puede tener las mismas influencias, el mismo estilo, la misma temática y suponer la misma experiencia que un disco producido en Argentina. A nivel global todo son ventajas. No hay duda en considerar positivo que todo se pueda hacer en todas partes, pero a nivel global supone una pérdida de raÃces, de identidad, un olvido de lo propio,... pero ya casi volvemos al principio y habrÃa que hablar de
posmodernismo.
La pérdida de la singularidad podrÃa llevar a una banalización de los sentimientos y las emociones y con ello un cierto desapego y pérdidas de interacciones (hablando a nivel local, claro). Pero bueno, muchas de estas cosas no son causa directa del
DIY sino que son, como en el caso del progreso tecnológico, fruto de la realidad social a la que nos enfrentamos. En otras palabras, la globalización y el abaratamiento de costes ha favorecido descaradamente la expansión y universalización de la autoproducción.
Y me callo por hoy porque me he ido a varios pueblos de distancia...
