Fingía que no sabía
nada y que no te iba
a echar de menos día a día
o tras semana.
Fingía que todo no
era un gris oscuro
sino a medias, algo claro.
Fingía que estabas conmigo
y a la vez me reía de que
estabas a mi lado como un
sueño esfumado.
Fingía que mis sueños
no estaban rotos y entre
lágrimas intentaba recomponerlos
para verte como si fueras un reflejo
en el espejo.
Fingía que eras mi guitarra
y que te acariaba cuando
rozaba con la punta de mis
dedos las cuerdas medias comidas
por el recuerdo.
Fingía que no me estabas
soltando la mano mientras
te besaba la cara, los dedos
y los labios.
Fingía una caricia cuando
te rozaba la piel
sin querer-queriendo.
Me moría de ganas
de decirte que te iba a
echar de menos pero me
mordía el labio hasta sangrarme.
Fingía que no guardaba
tu preciosa risa en una
caja de tesoro en mis orejas.
Pero ahora...
Ahora todo es distinto,
le sonrío a la vida por
ser cómo soy un ángel
y a la vez pecador.
Quisiera ver cómo se
corren tus ojos mientras
te miro fijamente, suavemente...
Y ahora juego con otra
a las cartas a adivinarnos
la vida.
Soy todo lo que nunca fui
o llegué a ser.
Un poco de sangre fría,
un poco de sangre dulce.
Tengo las manos limpias
y la mente sana y pura.
Soy pecador de amor,
peco de hechos sacadas
de películas, cuentos y
sueños con ojos cerrados.
Mordería el hierro por ti
hasta romperme los dientes.
No estoy ahora de tu lado,
he rodado hacia mi pequeña
vida, jugando a los gatos sin
dormir.
Ya no se me parten las
lágrimas al llorarte porque
ya no te lloro.
Y ahora,
me adivino mi vida
y olvido la tuya.
Y ahora,
me rio de mi risa
y de mis tonterías.
Me emborracho
de mis sueños y
paro mi futuro
para meterle una
buena calada al
presente.
Yo no corro,
troto para disfrutar
de los árboles, de la
gente que me rodea y
de los abrazos escondidos.
Que de te quieros no
me faltan, los guardos
en mis bolsillos como las
canicas con las que jugábamos
de pequeños.
Quiero a mi madre por haberme
criado, quiero a mi madre por haberme
guiado.
Y te quiero a ti, por estar ahí,
por reír, por llorar, por prestarme
tus silencios y disfrutar de todo ello
en tus rodillas.
Se me olvidó fingir
porque ahora disfruto
del día a día.
Y hoy...
me deslizo por ti.
Tuercas pal corazón
-
caballeronegro
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- Registrado: Vie Ago 21, 2009 7:19 pm
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ChalS
- Mensajes: 1209
- Registrado: Dom Dic 31, 2006 3:59 pm
- Ubicación: Debaju del intensu mar azul...
- Contactar:
¡Hola, Sici! qué graciosa eres, jaja. La felicidad se puede encontrar, al menos con cosas que son nuestras y que nos llene. Un beso, cuídate.
Marisú y luego dices... ¡ejem!
Caballeroscuro, ya le haréuna visitilla al castillo. Un abrazo enorme y muchas gracias, no se arrodille ante mí.
Un saludo ¡Migue!
Muchas gracias, Noken, un placer de ver a alguien nuevo por aquí,no te conocía.
Datrebil, las que quieras, antes de dormir, antes de la siesta o de la cena
. Un saludo grande! .
Quayle... ¡qué halago más grande! muchas gracias, pero es lo que siempre digo son mis sentimientos, nada inventado. Un abrazo, compañero.
Marisú y luego dices... ¡ejem!
Caballeroscuro, ya le haréuna visitilla al castillo. Un abrazo enorme y muchas gracias, no se arrodille ante mí.
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Muchas gracias, Noken, un placer de ver a alguien nuevo por aquí,no te conocía.
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. Un saludo grande! .Quayle... ¡qué halago más grande! muchas gracias, pero es lo que siempre digo son mis sentimientos, nada inventado. Un abrazo, compañero.
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ChalS
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