Es muy largo y malo asà que los tomates dejadlos para el gazpacho, no me los tiréis XD
Tres amigos que van por el monte muertos de hambre y de sed comienzan a hablar de lo que pueden hacer para conseguir sustento y uno de ellos dice:
- Mirad, lo mejor será que nos separemos. Vosotros dos id por allà y yo iré por este otro lado y el que encuentre algo... pues suerte para él.
Tras muchas horas de caminar, el que tuvo la feliz idea se encuentra con una casa en el claro de un bosque. Él, incapaz de creerse la suerte que ha tenido, llama a la puerta. Al cabo de unos pocos segundos le abre una vieja decrépita, casi calva, con la cara y las manos llena de costras y manchas de un tono extraño, una verruga horrible en la nariz y los dientes medio podridos (en conclusión las fosas sépticas son más acogedoras que esa mujer).
- Dime hijo, ¿qué querÃas?
A punto de desmayarse por ver tal aborto de mujer, nuestro héroe le contesta:
- Discúlpeme... Estoy muerto de hambre y de sed y me preguntaba si podrÃa usted darme de algo de alimento y bebida.
- Pasa, pasa.
La vieja le lleva hasta la cocina donde tiene un frigorÃfico enorme con dos puertas. Abre la primera y está llena de comida hasta arriba: filetes, chorizo, jamón... Abre la segunda y está llena de bebidas: agua, refrescos, cerveza...
El hombre al ver los tan codiciados alimentos decide lanzarse de cabeza a la comida del frigorÃfico, pero la mujer le detiene:
-P odrás comer todo lo que quieras, pero antes tendrás que hacer una cosa...
Esperando lo peor, ve cómo la anciana se sube la falda y se baja las bragas, seguramente antes de color blanco pero que desde hace tiempo dejaron de serlo.
- SÃ, tendrás que hacérmelo.
Se sienta en una silla, se abre de piernas y nuestro hombre es casi incapaz de ahogar el vómito al ver algo tan horrible... Ante él, un potorro por el que parece supura algo parecido al pus, con costras sangrantes alrededor, pelos que crecen en granos horribles, alguna ladilla que sale de la cavidad...
Aturdido, comienza a mirar por todas partes y ve mazorcas en una bandeja de la cocina, con lo cual se le ocurre una grandiosa idea.
- Vale, vale. Lo haremos, pero por favor sin luz que soy muy vergonzoso.
La vieja apaga la luz y baja las persianes, el hombre coge una mazorca y empieza la labor; cuando acaba, sube una persiana y lanza la mazorca por la ventana, aterrado por la simple idea de estar cerca de "eso"...
- Uffffff hijo mÃo, ha sido el mejor polvo de mi vida. Toma, come lo que quieras.
Le abre el frigo y no hay mas que decir... Cuando va a atacar la zona de las bebidas, la vieja gruñe:
- ¡No, no, no! Ya sabes lo que toca.
Recuerda la mazorca que queda en la cocina y sonrÃe:
- Vale, vale. Pero sin luz.
La vieja vuelve a apagar la luz y bajan de nuevo la persiana; el hombre coge la otra mazorca y a por el segundo asalto. Cuando acaba, misma operación, sube la persiana y lanza la mazorca, asqueado del aspecto en que ha quedado, aún peor que la otra.
- Ufffffffff ¡¡¡Mucho mejor que el anterior!!! Toma bebe lo que quieras.
Abre el frigo otra vez y el hombre cegado por la sed se da el atracón padre.
Nuestro protagonista satisfecho de comida y bebida se depide de la señora y decide ir por el camino que rodea a la casa. De pronto se encuentra con sus dos compañeros sentados en una de las paredes de la casa urgándose los dientes con sendos palillos. Nuestro chico, loco de alegrÃa, grita:
- ¡TÃos, no sabéis lo que me ha pasado! ¡¡Me he puesto de comida y de bebida hasta las trancas!!
- Pues nosotros... ¡NOS HEMOS COMIDO UNAS MAZORCAS CON BECHAMEL QUE LO FLIPAS!