CRÓNICA FITO&FITIPALDIS SALAMANCA 16/11/2003

[FLANDES]

La masiva juventud, incesante en su empeño, demostró que había muchas ganas de escuchar buen rock and roll en Salamanca y es que el viernes 31 de octubre, se pusieron las localidades a la venta y en apenas dos horas, Tiendas Tipo agotó el papel. Ayer domingo, a las siete de la tarde una larguísima cola rodeaba los alrededores del recinto y parte de la Vaguada de la Palma, expectación e impaciencia ante todo y es que, no dejaba de ser emocionante ver, de nuevo, en una escena distinta a lo habitual, a Fito y su combo rockabilly.

El termómetro bajaba su temperatura de manera considerable mientras los reventas hacían su <Agosto>. En la impresionante fila de acceso se recordaba que el germen apareció de madrugada en la cantina, con el nacimiento de un puñado de temas sin ningún tipo de pretensiones vinculando a PLATERO Y TÚ como proyecto paralelo. Se sucedían las conversaciones sobre los adoquines del paseo, el estado de espera merecía la pena, eran instantes de <paz y buen rollo> apurando canutos. De repente, la fila se moviliza y ?Lupa? echa mano al bolsillo percatandose que había olvidado la entrada -el sprint de ida y vuelta fue maratoniano-. Eran las ocho de la tarde y el aspecto que presentaba el Palacio de Congresos de Castilla y León, desbordaba expectación a raudales. A las nueve y cinco minutos salieron a escena alineados en pose habitual sorprendiendo a cuerpos y mentes con una nueva adaptación a la memoria de E. Urquijo de <Quiero beber hasta perder el control> que propició el desorden, la agitación de palmas y las avalanchas en las primeras filas. Con todo el público puesto en pie, sin más dilación, optaron por imbuirnos en un mundo inusual con <La casa por el tejado>, primer single promocional y motivo fundamental del futurista videoclips realizado por Manolo Gil y Enrique Urdánoz interpretado, en esta ocasión, sin voz granuja pero con dedicatoria <<para Lichis>> y un añadido extra literal.

Motivados instantáneamente, disfrutando cada acorde del <El ojo que mira>, donde se demuestra una evolución estilística, pusieron de manifiesto nuestros mejores sentimientos en una noche inolvidable, dominando la escena y los diferentes tiempos del concierto con una facilidad pasmosa, disfrutando con la excelente acústica exhibida. Con mesura, dadas las circunstancias, el ambiente, comenzó a caldearse levemente con los primeros acordes de un clásico tan característico como <Trozos de cristal> .

El grupo se tomó un respiro, el comienzo había sido vertiginoso. De repente, Fito, se apodera del micrófono de manera sorpresiva <<Voy a hacer algo que me va a costar muy caro porque sé que me va a matar>> y empieza a cantar <<Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, ...>>, ¡Qué detalle!, Merche, no se lo esperaba. Con Javi Alzola en plan estelar, retomaron las canciones intercalando novedosas y añejas como <Al mar>, <Un buen castigo> o <Barra americana> en base a la solidez de su música y la coherencia de sus textos sin tener que demostrar ya nada a nadie, limitándose a dar nuevas pinceladas a un repertorio que sigue ampliándose con la mesura justa para no caer en la pretenciosidad

Fito, aprovechó la ocasión, entre otras cosas, para presentar a la banda incluido el nuevo batería Chema <Animal> Pérez -exEnemigo-, mientras tomaban posiciones sobre unos taburetes. Con lo atemperado por bandera, prosiguieron, reproduciendo aquellos temas más favorables para la propagación del sonido acústico, en un set de ensueño aderezado con improvisaciones y variaciones en temas tan peculiares como <A la luna se le ve el ombligo>, <Cerca de las vías>, <¡Qué divertido!> -y <Vamonó>, -primera instrumental de la noche-. Ya de pie, sus clásicos habituales y las ya familiares y cada vez más retocadas versiones, resumían algunas de las tendencias más acusadas del grupo donde no podía faltar el recuerdo al rock más primitivo de C. Segarra <<loco, te la debía>> y, si en escena nacía el estímulo, de repente, en la grada, nació la expectación cuando Fito clamó <¡Chinato!>, un grito ensordecedor a mitad de <Siempre estoy soñando> con Batiz, por supuesto, haciendo de las suyas, que propició la petición más rotunda de la noche <<¡Qué salga Chinato, que salga Chinato¡>>.

El preludio del final se vislumbró con <Ojos de serpiente> y <Rojitas la orejas> -la más ovacionada- clásicos de la primerísima época del grupo, tiempos atrás, cuando compartían cartel con los mismísimos EXTREMODURO. Tras <Whisky barato> a dúo con Batiz y ¿alergia? ?qué cachondo estaba Fito anoche-, <Alegría>, evidentemente, abandonaron las tablas e iniciaron, dos minutos más tarde, la tanda de bises reanudando con <Para toda la vida> y la hawaiana <Soldadito marinero>, cerrando el ciclo con un vacile del copón en la estúpida canción -por su letra, claro- <No tengo nada que decir>.

En la puerta de salida, junto al puesto de merchandising, los comentarios se repetían con alguna que otra cara de decepción por la exclusión del repertorio de <Feo>, <Corazón oxidado> y <Las nubes de tu pelo>, inspirada en Roberto Iniesta -con quien mantiene colaboración y amistad constante-. En casi dos horas de actuación, todas no cabían.

Dedicada a mis compañeros de expedición: Fran, Lupa, y Víctor. Pa´ti, Elena, un BESO.

[David Obús]

Buena crónica, sí señor .