En la puerta me encontré con gente conocida y estuve charlando con ellos, mientras echaba un cigarrito. También vi en las proximidades del local al guitarrista del grupo malagueño Danza invisible. Nada más entrar me dirigí al puesto de venta de merchandising, con una cervecita en ristre. Estuve un rato viendo la mercancía. Al final me decidí por una camiseta color crema con el muñequito de rosendo de cuerpo entero. Tengo una igual, pero negra y muy desgastada de tantos y tantos lavados. También aproveché para comprar el último disco, cuyos temas conocía de sobra de oírlos en Youtube. Ah y también adquirí un mechero mu chulo por dos eurillos.
La chica que me atendió era muy simpática y estuvimos hablando sobre el último disco. Le dije que me recordaba al "Veo veo mamoneo". La chica me dijo que a ella también, pero que en su opinión éste era aún mejor.
Me voy a la barra por otra cerveza. Ya son las diez y 20 y presiento que Rosendo y sus secuaces van a aparecer en breve, así que aprovecho para posicionarme cerca del escenario.
La música de fondo se acaba e irrumpen en el escenario de la París Rosendo, Rafa y Mariano. Intuyo que son ellos, pues las luces están apagadas y no se ve casi nada. De pronto se encienden las luces y comienzan a sonar los primeros acordes de "A dónde va el finado". El público como loco comienza a aplaudir y a cantar. No recuerdo con exactitud el orden de todas las canciones que Rosendo tocó, pero creo que fueron las mismas y en el mismo orden del concierto de Sevilla. Como Alkalina en su crónica ya las pone todas, me abstengo de hacerlo aquí.
En una de las pocas ocasiones en que Rosendo se dirigió al público dijo su ya famoso: "Como va la feriaaaaaa".
La peña asistente al evento estuvo a tope durante todo el concierto. Los momentos de máxima ebullición fueron con los temas: "Qué desilusión", el cual Rosendo presentó diciendo: "A algunos se le van a poner los vellos de punta con el tema que viene a continuación". Con las canciones "Cada día", "Masculino singular", "Amaina tempestad", "Verguenza torera", "Hasta de perfil" y "Flojos de pantalón" entre otras, el público se volvió loco coreando la letra.
El sonido fue bueno, aunque en el primer tema la voz del Rosen no sonaba muy bien. Un técnico apareció corriendo en el escenario y comenzó "a meterle mano a Rosendo por detrás", mientras él continuaba tocando, riéndose y con cara de sorprendido. A partir de ahí, su voz sonó perfecta.
Me hizo mucha ilusión escuchar en vivo los temas de su último disco y de las canciones de discos anteriores, flipé especialmente con "En agua caliente" y "Cara a cara".
Tras el concierto no me fui de juerga como Alkalina, pues estaba chungo y tenía algo de fiebre, así que tiré pa casita directamente, como los niños buenos, feliz y contengo después de una noche de Rock, sin artificios ni grandes efectos visuales. Y es que para disfrutar de un gran concierto de Rock, sólo es necesario eso, Rock del mejor, o lo que es lo mismo: ROSENDO, RAFA Y MARIANO.
¡Salud y buenos alimentos!


