Largo y cálido verano

[Ochobre'l 34]

Tras disfrutar ayer nuevamente de la gran película de Spike Lee Malcolm X, basada en la gran Autobiografía de Malcolm X, no podía hacer menos que traer hasta aquí la gran canción Largo y cálido verano de Habeas Corpus, un tema que escucho muy a menudo y al cual tengo entre mis predilectos.

1964, año del «largo y cálido verano»,
los jóvenes hicieron que temblase el cielo,
el mundo tuvo entonces miedo a un planeta negro.
1964, después de cuatrocientos años...

En los guetos negros de Boston, de Chicago,
se mastican la pobreza, las drogas y el paro.
Es el lado oscuro del sueño americano,
fin de una cultura: el sentirse sin derechos.
Es la llama que dio luz al nacionalismo negro.

Al grito de «Black Power» en los 60
la conciencia del negro por fin despertó,
harto ya del mítico sueño que suponía la integración.
Décadas de engaños y de buenas intenciones
en que ni un solo gobierno ofreció una solución.

Si el pasado se refleja en el presente,
no esperes que el futuro vaya a ser diferente.

Largo, cálido, verano.

Ya no los dejó advertido Malcolm:
«The chickens come home to rost».
Kennedy alimentó el odio
y fue ese mismo odio el que lo mató.
La violencia y el terror harían estragos
en mitad de la civilización.

Últimamente estoy indignado
al ver que por ser negros, son apaleados.
Rodney King y otros muchos hermanos
sufrieron racismo en los Estados Unidos
de miles de matones por la calle uniformados,
que tienen la justicia siempre de su lado.

Largo, cálido, verano.

1992, no sólo el centenario
iba a teñir de rojo el sol.
Ya alguien dijo "la historia se repite"
y la rebelión de nuevo estalló,
teniendo la rabia como única bandera
y la represión como única contestación.

Si el pasado se refleja en el presente,
no esperes que el futuro vaya a ser diferente.

Largo, cálido, verano.

HABEAS CORPUS, Sociedad mecanizada.
Potencial Hardcore, 1996.

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