Aquella adolescencia..aquella

[llorente]

Bueno , me estreno en este foro. Es la primera vez que escribo en mi vida, y me a gustado la experiencia. No espero que os guste, simplemente conseguir escribir lo que aveces pienso.



Y sin saber muy bien por que, tampoco lo entenderíamos, los caminos de nuestra fundida, que no desperdiciada, adolescencia, se nos cerraban. Dando golpes en las losas a cada paso que nuestras piernas nos obligaban a dar. No teniamos nada.
Y nos cubrimos en la curtida madrugada. Dejando en cada segundo nuestro cuño, como esos notarios que nunca seremos, como esas personas, dicense de clase bien, dan en nuestras almas y en nuestras hipotecas.
Recorrimos la ciudad, sin saber muy bien donde ir, poco importaba..
Una noche, de esas en las que todo sabe a pesadumbre, quizas un poco atragantados por el vaivén de nuestro viaje, salimos a caminar por los desiertos infranqueables de nuestros recuerdos, o por la calle mayor. No lo recuerdo. Lo que si que recuerdo bien era nuestra unidad. Éramos como hermanos, nuestra vil union, un vaso de elixir, quizas tambien un cigarro liado medio apagado, o una sonrisa de complicidad.
Durante la noche, llegamos a ser todo lo que siempre quisimos ser, fuimos amigos, nada mas. Bajo el sonido de mis marteens, todo pesaba, hasta las ideas. Incluso algunos sueños también. Pero no importaba, eramos asi..
¿Y que dirian de nosotros, esas masas vocifeantes, que esculpieron sus caras al lado del poder? Nos importaba menos aun. Seguíamos refugiandonos en calles desiertas, en bares llenos de algarada, en examenes que nunca aprovamos, en tardes de domingo y hasta el infinito, en la sala de espera de la vida para el fin del lunes, en papeles rancios de solo mirarlos, en trabajos precarios que nunca nos dignificaron, en amores traicioneros que aprendimos a evitar, a esquivar, como ráfaga de balas venidas del horizonte?
Nos refugiamos, si, pero seguimos nuestro camino fundido, que no desperdiciado, de nuestra adolescencia. Nos refugiamos en aquella adolescencia..aquella.

[fei]

Qué bonito... Nunca olvidaré lo que las circunstancias me grabaron a fuego, igual que tú. Aquellos días en que las risas y los malos ratos eran cien por cien compatibles. Bravo, viva la nostalgia