Verde perla roja,
carne rosada,
espalda osada,
que ahora vale nada.
Carmelitas palabras,
en tus labios fieros,
marcando mi corazón,
con sabor a hierro.
Chasqueo mi lengua,
con sonido oxidado,
por el paso del tiempo,
por el olvido enfangado.
Tú versus la realidad,
yo contra mi ingenuidad,
añoranza y respeto,
ahora o despues,
o quizá luego.
Tarde fuí hombre,
y tarde siento
la añoranza de tu piel,
resbalando sobre mi,
en cada tiento.
De ahogado cemento,
al que caen penas,
en forma de mares salados
con al sutileza que me otorga
el haberte importado.
Segundos,manecillas frenadas,
pasando frente a mi lentos
cada uno de mis sentimientos,
difícil afrontar en recuerdos,
cada uno de nuestros buenos momentos.
Cuando recorría la prontitud de tu espalda
cuando hundia mis sueños en tus labios,
antes de que se nos echase encima el alba,
esperando que solo ellos marcasen mi horario.
A nadie importan versos de agonía,
de pasión desenfrenada
que hecho de menos cada día,
aferrandome solo a la fragancia
que embriagaba mi alma despenada.
Solo quería que lo supieses,
que tengo tu saliva en mi garganta
aún incandescente,
soñando en el hueco que en mi cama,
tu presencia dejó ardiente.
Bueno,estaba hace un rato en la ducha pensando que hacia mucho que no escribía nada.Así que me decidí a improvisar algo,por ello no seais muy duros con las críticas

Salud