Lágrimas de plata

[Elora]

Lágrimas de plata

Cada noche despertaba
envuelto en sudor y llanto,
los ojos acristalados
y la mirada perdida;
era parte de una vida
llena de sombra y quebranto.

Las voces le perseguían,
los fantasmas le acosaban,
las alimañas roían
poco a poco sus entrañas,
mientras él, en un rincón,
de dolor se estremecía.

Harto ya de esa locura,
de delirios y de espanto,
cansado ya de sufrir,
un día le pidió al viento
que escuchara su lamento,
que aquello no era vivir.

Largas las noches en vela
cobijado en mi regazo,
mientras la brisa soslaya
voces de muerte envueltas
en gélido y silente canto.
Albas damas enjugaban
tu llanto, que era de plata,
te acariciaban el pelo
al tiempo que te abrazaban.

¡Malhaya la indiferencia
por tu quejido y lamento!
¡Malhaya por el penar
que te dejó el sinvivir!
¡Malhaya por siempre el viento
que no se apiadó de ti!