Sus sueños eran agitados y angustiosos. No respiraba con tranquilidad en ellos. Era como si la faltara el aire. Moviéndose de un lado al otro, no podía dormir. Consiguió relajarse un poco, y volvió a quedarse dormida?
Venga, venga, despierta de una vez dormilona jajá jajá, no ves que estas dándome patadas y todo ? le objeto Richard
Mmmm, ¿Qué dices que pasa? (consiguió decir Marian medio dormida aún)
Pero mira que ojos que tienes, como sigas durmiendo así se te pondrán como dos botijitos ? decía Richard mientras jugaba con su almohada a darla suavemente para que se terminara de desperezar.
Ya podías bajar un poco la persiana, majete, con tanta luz no puedo casi ni abrir los ojos ? le dijo Marian
El día era soleado, con un cielo azul sin ninguna nube que se veía claramente a través de la ventana de la habitación que hay en frente de la cama.
Pues parece que a ti ni tanta luz es capaz de hacerte reaccionar, duermes como los lirones (la decía mientras sonreía burlonamente)
Marian agarrando su almohada individual, le intento dar con ella en la cabeza. Él paro el golpe con la suya mientras se inclinaba hacía ella. En esos momentos algo le pincho en el muslo provocando que gritara un poco.
-Aaaaaggggg
-¿Qué te ha pasado?¿Por qué gritas?
Algo me ha pinchado en el muslo. ¿Qué es lo que has metido en la cama?- la dijo con un tono algo enfadado
Yo no he metido nada en la cama- le contesto ella.
Pues es un muñeco horrible y alguien lo ha tenido que poner aquí. ? hablándola mientras lo señalaba sin tocarlo.
Tienes razón, es horrible ? decía Marian al mirarlo desde su lado de la cama
Ya lo estas quitando de aquí - la dijo Richard
Mira que eres miedoso cuando quieres. De acuerdo, se le coge y se le tira. Ves. Ya no hay muñeco en la cama?
Marian agarro el muñeco con la punta de los dedos y lo lanzo fuera de la cama. De repente todo se oscureció. Ya no era de día. Ni tan siquiera había luz en la habitación ni fuera en la calle. La propia habitación parecía tener una especie de niebla?
Se fue acercando a gatas en la cama hasta el borde para poder ver al muñeco. Desde la cabecera no lo podía ver con toda esa oscuridad. Una vez desde el borde de la cama, lo localizo en el suelo. Allí, quieto y sin movimiento al lado de una de las zapatillas de él. ¿Quieto? ¿Había dicho quieto? No. Aquel muñeco se movió. Si, de eso estaba segura. Se quedo observándolo sin dejar de mirarlo, y el muñeco pareció temblar. Era como si quisiera moverse imitando a las serpientes, despacio, muy despacio?
Sintió nauseas al mirarlo. Se acordó de que no estaba sola, y miro al otro lado de la cama. Allí estaba Richard dormido. Sin enterarse de nada. Pensó que si le despertaba para decirle, que un pequeño muñeco de trapo la estaba provocando ganas de vomitar por el miedo, se reiría de ella.
Se levanto de la cama y se acerco hasta estar al lado del muñeco. Lo agarro con los dedos por un pequeño extremo. La sensación al tocarlo era como si se tratara de gelatina. Aquello parecía deshacerse entre sus dedos. Cada vez la causaba más asco. Lo fue a lanzar fuera de la habitación pero aquello se la pego a la mano. Se lo intento despegar sacudiendo la mano, y cada vez se introducía por su piel?
Quiso despertar a Richard gritando. Al mirar a la cama, ya no estaba allí. Se encontraba sola. La cama estaba vacía?
El golpe de un balón al chocar contra la pared de la ventana los despertó. Ella se giro para poder ver si Richard aún dormía. Se encontraba empapada en sudor. La garganta la escocia por dentro. La sensación al despertar era más bien como si en vez de dormir, hubiera estado corriendo durante toda la noche.
Miro a Richard, y fue entonces cuando el mientras la miraba con esa sonrisa tan bonita que tenía al despertar decía:
Venga, venga despierta de?

