
Tú, heroína caminante de mis sueños
tú, que te mojas con las flores del pasado
tú, que suenas con los carroñeros que comen el nuestros ojos,
podrint-se de placer
sonando con la claridad de la noche.
Nunca te has visto como el traidor?
Al que mata mi sabidiría
y me da el veneno,
poniéndome cocaina, diciéndome que es azúcar.
Me hace confiar en el sus pasos
Y me pone resina en mis tostadas,
par que no vuelva a hablar
... nunca más
... nunca más, sabes?
Yo, transeúnte de mi sueño gris verdoso
Yo, que me encuentro con la uva y lo pregunto por su vida.
Cafeína, ahora tomo cafeína,
me la inyecto por la vena hasta mi corazón
y, me olvido que tú ya no eres mi princesa.
Yo, transeúnte de mi calle propia
transeúnte de noches sangrantes
y de pájaros que me arañan la espalda
pensando que ya estoy muerto
dos horas, esperad dos horas
los digue,
Y ellos
comiéndose las uñas.
Hasta que muero
muerto ya soy.
Ya podáis comer, pájaros
Hacéis sentir que soy algo.