KEJÍOS DE AUTOBÚS
KEJÍOS DE AUTOBÚS
La típika vieja ke lucha, aunke sin fuerzas, porke tú lo notas (salta a la vista, al olfato, al takto y sobretodo al mal gusto) y se lo permites. Ella akaba de llegar pero tiene ke ser la primera. Debe ser uno de todos ésos múltiples derechos seniles; ¿kuándo se hace el kurso? Llega el autobús y kontinúa su propia lucha. Se abre la puerta y... no sube!! Resulta ke a la digna y su señoridad le fallan ya las artikulaciones y se inicia todo un proceso de eskalada al transporte públiko. Alkanza la kumbre, llegas a desesperarte. Y tú, plantada detrás, esperando abono transporte en mano; tú ke llevabas más de media hora sentada en el banko vacío de la solitaria markesina batallando kon el frío; tú ke serías la real portadora del derecho de embarkar en primer lugar (pero tu vida no va en ello). Para kolmo, (para kolmo!) pide un billete. Tú, puedes aprovechar para plantarte de un sólo salto delante de la makinita ke tika tu tarjeta, pero hay un kulo enorme formando barrikada kon banda sonora de gruñidos ke te lo impiden. Vía libre al fin, mirada kómplice del konduktor (ké bien no estar sóla en el mundo)... En tan sólo unos segundos has resuelto la ardua rutina de subir a la línea 7. Oh ingenua! kuando pensabas ke todo había akabado, ke ya sólo estabas tú y el pasillo por delante, el mismo kulo, la misma dignidad indignante te da una ostia en la kara. La dulce anciana está eligiendo asiento. La amable vieja manipula su voluptuoso kuerpo para kolokarlo en posición de viajera. Sabes ke si tuvieras un puñal saldría disparado kual imán hacia toda esa masa de karne. Un pekeño esfuerzo más de paciencia, kuentas hasta cinko (tres veces!) y al fin pasas. Viktoria! has logrado sentarte en tu asiento preferido tras 10 minutos ke podrían haber sido 10 segundos. Después de 40 minutos de espera, por fin vas direkta a kasa, ya todo está bien, piensas en tu sabrosa siesta y te olvidas de ese puto kulo kon chaketa de piel. Pero en tu fuero interno sabes ke ahora lo siguiente será un atasko del averno, un akcidente o el autobús averiado. Por desgracia te ekivokas, lo ke sucede es ke en la siguiente parada se monta otra dulce ancianita ke elige de todos los asientos vacíos (menos el del kulo y el tuyo) el ke está a tu lado para darte bien la chapa y revelarte su rollo en media hora. Aaggggh! ké dulce la vida esta de los pekeños detalles... [/u]
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jajajajajajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!!!
k deskojone leyendo ahora tu relato (de wenas!), kuánta razón tienes eklektika, ahora me deskojono, pero kuando me sucede me pongo de una mala ostia
!!!
tu lo has dixo, paciencia, paciencia y a saber reirse de estas kosillas kuando ya estas trankilamente en kely despues de haberte echao una wena siesta!!!
a kuidarse!



k deskojone leyendo ahora tu relato (de wenas!), kuánta razón tienes eklektika, ahora me deskojono, pero kuando me sucede me pongo de una mala ostia

tu lo has dixo, paciencia, paciencia y a saber reirse de estas kosillas kuando ya estas trankilamente en kely despues de haberte echao una wena siesta!!!
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