Entrevista a Kutxi Romero. Un elefante entra en una tienda de porcelana.

Septiembre de 2015. Por Kike Turrón y Kike Babas

Mientras la peña de fuera de Berriozar se sigue preguntando qué sucede con los Marea, que llevan cuatro años sin lanzar un disco y sin pisar un pabellón (* las últimas noticias son esta reunión el pasado verano en Pamplona), los de dentro saben que va todo bien, y los que leemos libros sabemos que también, pues Kutxi acaba de lanzar un nuevo tomo repleto de divagaciones y certezas en forma de poemas, sin rima ni métrica, pero si escritos en columna. Lo ha titulado El Carretero Cosaco, ("Le he puesto ese título por dos razones. La primera es porque es tan evidente lo de que fumo como un carretero y bebo como un cosaco que espero que nadie me pregunte el motivo de semejante título. Y la segunda es porque parece un título de Pérez-Reverte y lo mismo vendo tantos libros por equivocación como los de Zara camisetas de Johnny Cash"). El título y el contenido del libro son definitorios, señas biográficas del escritor, pensamientos y certezas que cubren con tinta 219 páginas, como casi siempre, exageradas y explicitas, pero ingeniosas y bellas. Ha dejado el autor casi cincuenta páginas para que sus colegas de letras le dediquen loas y chascarrillos a su figura y carácter. También hay fotografías e ilustraciones que acompañan a los textos del navarro, de Berriozar. Los próximos días 19 y 20 de septiembre presenta en Madrid este libro, será en el Jimmy Jazz vallecano, y lo hará cantando un repertorio acústico pero, como siempre, magistral... las entradas ya están agotadas desde hace días. El mismo 19 de septiembre, a las 18:00 horas, estará firmando sus libros en la librería La Esquina del Zorro, situada en la calle Arroyo del Olivar, 34, en Madrid, distrito de Vallecas.

Este nuevo libro es otro poemario, pero estos textos, perfectamente podrían no llamarse poesía, si no fotografías escritas, ¿estás de acuerdo?

Completamente. La verdad es que no tengo ni puta idea de dónde termina la línea de lo poético y empieza cualquier otra, y cada vez me importa menos, pero siempre he intentado que todas mis frases, tanto en los libros como en las canciones, sean fotográficas, aunque la mayoría de las veces dichas fotos han salido desenfocadas. Yo lo sigo intentando, como buen naburro; ni un paso atrás, darse la vuelta y continuar.

No utilizas muchos adjetivos, y eso destaca, ¿porque así?

Porque me parece que ya los he utilizado todos en mis anteriores obras. Así que sólo me quedaba inventarme un lenguaje nuevo o prescindir de todo lo que no fuera una buena guantada. Y he descubierto que una guantada es mucho más descriptiva que un adjetivo. Creo que voy a seguir con la mano abierta. Y que le den por culo a la RAE.

¿En cuánto tiempo has escrito este libro? (me refiero a que si está hecho de una sentada o si es un acopio de textos escritos durante años)

Pues no sé de cuando es el texto más antiguo, creo que de hace un par de años o así. Entretanto he ido escribiendo canciones, artículos, hojas de promoción… y de vez en cuando alguna reflexión que se ha transformado en el libro que nos ocupa. Y no, de una sentada lo único que he hecho en mi vida es cagar. Y dado el volumen de mis heces, a veces me han hecho falta dos sentadas.

Escribes muy claro, no dudas al encañonar y disparar, no tiemblas.

Aparte de que es muy difícil quitarle la vida a nadie con un lápiz, yo puede ser que encañone y dispare, pero tengo muy mala puntería: nunca he matado a nadie. No soy tan valiente ni tan cobarde. Soy un asesino del montón. De la parte de abajo del montón.

El de Johnny Cash es, simplemente genial... ¿que me puedes añadir?

Pues que me da mucha pena cuando se reivindica la vida y obra de alguien cuando este alguien es un señor que en el ocaso de su vida estaba más solo que un perro y no se acordaban de el ni sus deudores. Eso sí, los de Zara se están hinchando a vender camis, ahora que la de los Ramones ya no está tan de moda. Musicalmente hablando es otra cosa: creo que no hay ni ha habido un tío tan cansino.

Por cierto, sueles vestir de negro como él... en eso coincidís, ¿verdad?

Sí, y me estoy planteando seriamente el cambiar de look, ya que el otro día una vieja de mi pueblo me dijo que el facha de Raphael también va siempre de negro, así que lo mismo le pego un toque a King Africa para que me diga donde pilla los modelitos, ya que me parece que tenemos la misma talla.

Hablas de tu entorno, de tus gustos, de lo que pisas... lo tuyo no es un ejercicio imaginativo, tu mundo es de tocar tierra.

Date cuenta de que peso ciento quince quilos: no hay alas que soporten mi mundo.

Eres un tipo lleno de influencias, que lee y escucha mil millones de cosas... pero no llego a ver reflejado nada de eso en tus poemas, ¿y tu?

Leo muchos libros pero a muy pocos autores, y lo mismo me pasa con los discos. Lo de siempre: David González, Bukowski, Pedro Juan Gutiérrez, Extremoduro, ZZ Top y mucho, mucho flamenco antiguo. Me puedo llevar todas mis influencias y cultura tanto literaria como musical en la riñonera.

El libro (tapa dura, muchas páginas) sale a un precio super ajustado, ¿has impuesto esa condición a la editorial?

Supongo que sí, aunque no lo tengo muy claro, ya que las negociaciones y firma del contrato se produjeron con altos grados de embriaguez por ambas partes. De todos modos creo que la venta va bastante bien, porque mis editores me acaban de mandar un mensaje desde Sicilia, donde están gastándose los pingües beneficios que han obtenido con tan magna obra. Ya los pillaré, espérate a que vuelvan.

De todos tus libros, ¿cual es tu favorito o al que guardas más cariño?

Los libros y los discos son como los hijos: lo que más mola es hacerlos. Ya después hacen su vida y generalmente al primero que decepcionan es al padre. Además, ninguno de mis libros, ni de mis discos, ni de mis hijos se parece a mí. Bueno, quizá este último tenga una cierta retirada en el blanco de los ojos y en la raja del culo a su progenitor. Quizá.

Te ví hace unos meses actuando en acústico, con un racimo de nuevas canciones que están, como se suele decir, para cobrar. ¿Que harás con ellas?

Mi entorno cercano me dice que las grabe, aunque me da mucha pereza. Lo que me gusta es tocarlas por los bares con el Pete y el Juanito, que están como yo: más sonaos que el pecho de un gorila. Además, seguro que las saco y la gente me empieza a llamar para que salga de Berriozar a interpretarlas y nada más que de pensarlo se me ponen los pelos del pubis de gallina. Que quede clarinete: no tengo ninguna intención de hacer una carrera en solitario. En solitario lo único que mola es hacerse pajas. Yo bastante tengo con cantar en la mejor banda de rock del mundo. Todas mis expectativas musicales, si las hubiera tenido alguna vez, están más que cubiertas. En lo único que se diferencian el chaval que fui hace veinte años y el madurito resultón que soy ahora es en que aquel joven tenía poca ambición y este adulto no tiene ninguna.

No eres tipo de viajar mucho fuera de tu barrio (Berriozar), ¿has hecho algún viaje últimamente más allá de Pamplona?

Suelo viajar una vez al mes al hipermercado Lecrerc, que está a doce kilómetros de mi casa, pero creo que no voy a volver: han quitado la sección de discos. Me cago en la puta.

Por Kike Turrón y Kike Babas