13 de diciembre de 2024 | Publica tus noticias | Todo el mundo cree en Dios cuando se menea el avión |
Carta Baladí. Al mal tiempo buenos discosAgosto de 2012. Por Kike Babas y Kike Turrón. Fotos de Julia Sáenz Lejos de amedrentarse ante las perspectivas de futuro, que para cualquier grupo no muy conocido y en un país en recesión y derrota son básicamente nulas, los madrileños Carta Baladí hacen de su capa un sayo y editan un tercer disco en formato doble, aderezando su poético y cada vez más crecido rock de calle con los ricos arreglos de variados instrumentos. Con humilde osadía es el as en la manga de estos jóvenes tahúres que no tiene intención alguna de abandonar la partida. La osadía no da la impresión de ser muy humilde... ¿o sí? Pues la osadía consiste en atreverse a publicar un disco en estos tiempos nada favorables y, por si fuera poco, ¡toma dos tazas! Eso sí, desde la humilde autogestión: nosotros nos lo hemos guisado en nuestro propio estudio, y nos lo hemos comido con patatas, como siempre hemos hecho desde nuestros inicios, tendencia que va siendo más generalizada en la actualidad por la mayoría de los grupos. Presentadnos brevemente a Carta Baladí. Pues Carta Baladí nació a finales de 2004, cuando sus componentes (Dani a la batería, Javi a la guitarra, Néstor al bajo y César a la guitarra y voz) apenas éramos unos chavales de instituto con muy pocas nociones acerca de sus respectivos instrumentos y muchas menos acerca de sus respectivos futuros personales, pero con muchas ganas de tocar y demostrar el talento que llevábamos dentro. A día de hoy y después de haber publicado dos discos en 2009, regentamos nuestro propio estudio de grabación, donde ensayamos, grabamos, experimentamos Lo que nos ayuda a seguir creciendo como banda. Hay un salto cualitativo y cuantitativo importante del 1º y 2º con respecto a este 3º... Habéis echado el resto. Desde luego. Sabíamos que debíamos llamar la atención, teniendo en cuenta la sobresaturación en la oferta y la ínfima demanda en este nuestro paupérrimo panorama cultural, así que nos concienciamos para que este fuera El Disco. Prueba fehaciente de ello es el tiempo que ha pasado desde la publicación de nuestros anteriores trabajos hasta este otro, pues han sido tres años. Tiempo suficiente para madurar todo tipo de ideas, como puede constatarse en el propio disco, y para tomarse este proyecto con la debida calma y seriedad. ¿Cuánto tiempo y esfuerzo os ha costado parir un disco de estas características? ¡¡Pufff !! No sabría calcularlo Uno pierde la noción del tiempo en el estudio, sobre todo si es propio y no tiene prisa alguna para poder probar y probar tomas hasta la saciedad. A nivel compositivo, se puede decir que el material ha ido fluyendo poco a poco, y así lo hemos trabajado en el local desde que publicamos 'El olmo da peras', pero, oficialmente, entramos a grabar en agosto de 2011 y acabamos en diciembre de 2012. En cuanto al esfuerzo, bueno, uno nunca deja de esforzarse por llevar un proyecto de estas características hacia delante y, aun yendo contracorriente, nos atreveríamos a admitir que nunca lo tenemos en cuenta si somos compensados con el placer que otorga el escenario y el calor de un público agradecido. César es un compositor de letras nada baladíes, tienen peso y densidad... con sus dudas existenciales y su cierto malditismo de arrabal. ¿Cómo llegan esas letras? ¿Se le dan muchas vueltas? ¿Se tira de diccionario mucho? Pues la verdad es que pocas veces cojo el diccionario para elaborar una letra, a menos que tenga alguna duda. Soy de los que se dejan llevar con la guitarra en el regazo cuando siento la necesidad de crear, y así me puedo tirar hasta que me aburra o me atasque, en cuyo caso suelo posponer mi actividad para el día siguiente, a poder ser (más que nada para no olvidar el norte de la sensación). Ciertamente, tengo bastante facilidad para escribir, porque llevo practicando desde los 14 años, así que suelo hacerlo con cierta fluidez, aunque siempre hay alguna estrofa o verso por ahí que se atraganta un poco y me tengo que afanar para que exprese lo que realmente quiero decir y no lo que suena bien sin más, cosa que cualquier juntapalabras puede hacer sin remordimientos. El disco es doble y uno de los cd's lo ocupa una canción de media hora. Explicadnos la pedrá. Pues son de esas cosas que, aun sonando típico, surgen sin ningún tipo de pretensión. Un día hice una canción con un final poco preciso, por no decir que no lo tenía, y a la semana siguiente hice otra que hablaba básicamente de lo mismo pero desde otra perspectiva y, casualmente, en la misma tonalidad y también sin un final. Después de ello, me propuse seguir hasta que pudiera hallar una conclusión a todas mis dudas, y hasta que no lo hice no pude sentirme tranquilo. A todo esto, ya habíamos decidido llevar a cabo la obra durara lo que durase e íbamos componiendo partes instrumentales a raíz de improvisaciones. En cuanto al contenido de esta canción, prefiero invitar a los curiosos a que comprueben por sí mismos de qué trata, solo adelanto, por si alguien no lo supiera, que su título es 'Nacido de la enfermedad', que hace referencia a una condición de la que nadie puede sentirse ajeno, pues nuestra personalidad se forma a partir de la interacción de herencia genética y ambiente social. En otras palabras, parto de la base de que no somos libres, pero saco algunas conclusiones acerca de lo que sí podemos elegir, a pesar de ello. Hay tres colaboraciones vocales. Pues, como siempre hemos hecho, nos gusta compartir con artistas que admiramos nuestro propio arte, y así hemos tenido el placer de contar con las colaboraciones de José Manuel El Dos, cantante de Frutas y Verduras, grupo con el cual hemos compartido escenario y que nos encanta, para una canción dialogada entre dos colegas y que así lo requería titulada 'Hombre doméstico en los testículos de Baco'; Kike Suárez Babas (no sé si os sonará ) cantó en 'Una cantilena', porque en esta canción se retrata a un tipo de persona desde dos voces narrativas diferentes: una omnisciente y otra introspectiva en primera persona; y también Mar Cabello (El Mar de Yang), que pone voz a una madre en 'Devoción', como ya interpretara hace unos años la del diablo en 'Astaroth' de Mägo de Oz. También hay muchos instrumentos enriquecedores: saxos, flautas, violines, guitarras flamencas... ¿Cómo y por qué de tanto arreglo? Obvia decir que el hecho de que haya otros sonidos en un disco en el que suenan constantemente una batería, un bajo, dos guitarras y una voz lo hace más ameno, en la mayoría de los casos, porque rompe esa monotonía. Por otra parte, si lo hemos hecho ha sido porque nos lo ha pedido el cuerpo y hemos tenido la suerte de conocer a gente que podía llevar a cabo tales ejecuciones, si no, nos hubiésemos quedado con las ganas. Aunque también hay que decir que hay arreglos que nos parecen necesarios en toda producción sólo por maquillar un poco las canciones, como es el caso del teclado, que muchas veces pasa desapercibido, pero está ahí. ¿Cuáles son vuestros planes más inmediatos? Para octubre comenzaremos La Osadía Tour, que esperamos nos lleve a muchos lugares del Estado. Y sin nada más que añadir, amiguitos, ¡un saludo baladí! El texto de esta entrevista están protegidos por una licencia permisiva BY NC SA de Creative Commons. Enlace a este contenido: https://www.manerasdevivir.com/entrevistas/2012/carta-baladi |
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