Hace ya 20 años que los auténticos amos del punk cuchufleta, los jerezanos Txuminos Imberbes, dieran sus primeros conciertos (uno de ellos precisamente en Vallekas, en un bar regentado por “el indio” un auténtico cherokee del barrio. Los que estuvimos allí , aunque no nos acordemos del nombre del bar, nunca olvidaremos la experiencia). Desde entonces, cientos de conciertos y, en ése par de décadas, que se dice pronto, un disco editado (eso sí, con treinta y pico canciones, oiga). Grandes artistas de la talla de El Capullo de Jerez o los Delinqüentes son fijos en sus conciertos y, es que nadie puede resistirse a la delicadeza de su repertorio, revisiones de cásicos como La patata, Yo soy flip, yo soy flop o Chicle boomer, entre otros hits propios.
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