Una batalla perdida en
la que tú me pegabas.
Dejaste mi rostro lleno
de sangre y las lágrimas
que caían se mezclaban
con ella.
Dejaste mi brazo echo
un hilo colgando de mi
hombro, destrozado.
No me duelen tus palizas,
tus golpes desahogados
en mí, si no que lo hiciste
tú, sangre de mi sangre.
¿Cómo te atreves?
¿Cómo te atreves a dejarme
sin aire, a casi derribarme;
casi muerto.
¿Es que no tienes sentimientos?
Me pegaste continuamente,
sin parar, mientras gemía
de dolor, gritaba de impotencia
y rabia, lloraba.
Y aún así no parabas, seguías
destrozando mi piel, no te daba
pena.
Ahora te estarás riendo aunque
antes me gritabas, me pegabas,
me hundías.
No, no, no me hundiste a mí
si no a mi corazón como un
barco en medio del océano.
Me hundiste el corazón
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado