
Una canción y tú,
tú, me quitas el sueño,
me impides vivir,
pero me haces soñar,
cosas que nunca pensé
que por mi cabeza iban a vagabundear.
Mis sentimientos son raros,
asquerosos, extraños,
en el fondo,
están podridos.
Para mí, tienen sentido,
para ti caerán seguramente
en el absurdo olvido.
Mias días se hacen largos,
y monótonos también,
un puto vaivén.
Tonta rutina,
malgastando mis días,
te declaro mi odio,
sí, también es monótono,
como tú.
Sinceramente, somos iguales,
no quiero parecerme a ti,
intentaré quitarme este sinvivir.
Y volviendo a ti, amor,
si repasas mis cuadernos
verás tu nombre al lado de la Revolución.
Parecéis inlogrables ambos:
felicidad y vida son contrarios.