El instante en que te vas
I
Se quedó mirando el vacío por un momento, manteniendo la mente en blanco. Sentía que el alma se le retorcía dentro luchando por salir del cuerpo, y luego se encogía y se escondía en un rincón, como tratando de pasar desapercibida, y él quieto. Quieto por un instante, por dos instantes, por mil instantes... ¿Cuánto dura un instante?
?Vos pensás que el tiempo se puede medir con los relojes, y eso no es cierto, sabés que son puras macanas, que el tiempo se mide en instantes, y que pueden ser eternos o no, que modifican el ritmo del reloj, ése no es un ritmo constante, nada lo es, los instantes te dominan. A veces un instante dura una eternidad, sin embargo, otros duran nada, un abrir y cerrar de ojos y se acabó. Fin de partida, ganan las blancas y podés ver el otro lado del tablero la sonrisa que te dedica tu contrincante que ha perdido, ves la tristeza de sus ojos, y sabés que no es porque vos la hayás ganado... Son sus ojos... Los habés visto tantas y tantas veces que son los tuyos reflejados en ellos como en un espejo súbito, efímero y eterno a la vez, es efímero, no son tus ojos, se irán y entonces no los verás, pero sí son eternos porque en el fondo, en el fondo, sabés que llevarán tu mirada para siempre. Un instante. La eternidad, y un para siempre que no llegó nunca. Nunca, porque allá fuera no nada más que vacío, que a veces ves algo más pero no es cierto, lo ves porque estás ciego. Y entonces es cuando ella se marcha y te deja solo o no. Vos querés que se marche y que se quede, que se marche y que se quede, y así eternamente; pero es ella la que no quiere y se va y no vuelve y vos os quedás sentado mirando al vacío como un tonto, che, qué vida.?
Definitivamente el tiempo no se podía medir con el reloj. ¿Cuánto llevaba así? Un instante... Veinticinco minutos ¿Qué importaba? Se apartó el pelo de los ojos con ambas manos e hizo ademán de levantarse, pero le pudo y el vacío le hizo caer de nuevo y mirar la nada como si ésta contuviera todos los enigmas del universo.
Otro instante más y el alma le convulsionó de tal forma que tuvo que olvidar la fascinación que le producía la nada y volver a la realidad, a su realidad, a la no vivida. Y ella volvió a despedirse de él una vez más en su imaginación. Otro instante, de tres segundos, la puerta se cierra, -bum-, y ella ya no está y el alma de él corre tras ella y la alcanza y la hace volver, pero ella nunca vuelve, siempre es lo mismo, ese maldito instante. Volverá ella pero no el instante en que se marchó, ése se irá para siempre. Otro instante más y volverá, doce horas más... Volverá ella pero no el instante...
II
Y una vez más al otro lado de la puerta, apoyada de espaldas a ella, la puerta que cerró hace breves instantes, y ya hace media hora, mirando al vacío y luchando por respirar una vez más, vuelve, y nadie sabe que ella está ahí, apoyada en la puerta, nadie vendrá a recogerla, y decide irse o quedarse o picar de nuevo, pero no, se queda quieta... Un vez más, un instante más...
?¿Qué sintió el rey negro cuando la reina blanca vino para matarlo? Jaque mate. Fin de partida y pierden las negras y vos maldecís el instante en que decidiste venir a jugar una vez más sabiendo que vas a perder como siempre... Y tragás saliva maldiciendo las lágrimas que pugnan por salir pero no querés ser débil porque ya lo sos y no querés que nadie lo sepa, sos fuerte, sos fuerte, pero no... Y seguís así un instante más ¿Qué más da ya? Si por vos no va a preguntar nadie... El vacío se nubla por un momento y las lágrimas ganan la partida, dos veces, la misma tarde, y vos te vas corriendo, pero te quedás parada como si no supieras adónde ir... Y no lo sabes realmente y te vas y vuelves en tu cabeza... Pero nunca te mueves. Estática... La verdad es no te arrepentís de nada. Pero... La indiferencia... Da igual, la indiferencia... El instante vuelve de nuevo, y volvés a perder otra vez, y otra, en el pasado, en el presente y en futuro también y pegás una patada al suelo, silenciosa, porque no querés que él se entere de que aún estás ahí y querés que abra la puerta y te encuentre y no, y que se abra y que no se abra y sabés que se quedará cerrada... Y esperás porque sabés que se volverá a abrir, pero no ahora, en otro instante. Vos querés estar ahí.?
La puerta... Seguía cerrada, como esa puerta que no tiene cerradura y que no lleva a ningún lugar ?La puerta sin llave? y ella seguía con la espalda pegada a ella como si formase parte de ella y no se podía mover, la puerta la mantenía sujeta con si fuese un imán. Diez minutos más y se iría y no volvería más, no.
Otro instante... Y comenzó a moverse lentamente, despegándose como si le costase mucho trabajo, como si realmente la puerta ejerciera una presión enigmática sobre su cuerpo y lo mantuviera pegado hasta se volviera abrir, pero eso no ocurriría.
Por fin, después de muchos instantes lo logró, se quedó mirándola cara a cara, desafiándola, y lentamente levantó una mano y la puso sobre el pomo y se quedó así otro instante.

Por fin logró vencer a la nada y se levantó, el alma se volvía a retorcer una vez más, loca, espasmódica y guerrera... Puso la mano sobre el pomo de la puerta. Otro instante más. El picaporte giró y se abrió la puerta.
Sin Título
Vaya, me ha sorprendido gratamente Tisbe, si eres el mismo que el del foro de Extremoduro pensé que eras el típico que venía sólo a criticar, pero vaya, ya podrías dejar cosas de estas por el otro foro también...
Y bueno, si no eres el mismo, pues simplemente decirte que está de puta madre el escrito, me ha enganchado hasta el final, me quedo con la duda de si lo que pones entre comillas también es tuyo o si lo pones así porque es copiado. Ya me dirás.
P.D: Soy HDS
Y bueno, si no eres el mismo, pues simplemente decirte que está de puta madre el escrito, me ha enganchado hasta el final, me quedo con la duda de si lo que pones entre comillas también es tuyo o si lo pones así porque es copiado. Ya me dirás.
P.D: Soy HDS
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