Los colores de fuera se sienten vivos,
desprendiendo olores de almohada cargada de cansancio,
de noches de sinsabores con aliento a ron,
remando en el mar bravo de la duda,
de mi rencor y de lo que pudo ser
una mueca diferente.
Batallones de sonidos se filtran
por las luces muertas de la tormenta vecina,
sonidos de grillos, del aleteo de las hojas de un árbol enfermo,
los ronquidos de la alegría resoplando en mi oreja.
La misión de mi vida,
si no la tengo me inventaré cualquier excusa,
cualquier recital de palabrerío barato,
convenceré a los desconfiados, a las hojas de papel
que mancho con mis burdas creencias,
con la vana recompensa de tallar instantes
en la memoria de mis dedos,
de las manos que han de acariciar la vida,
del legado de un escritor: vengarse de l camino
tirándole piedras.
“Vendetta”
con la vana recompensa de tallar instantes
en la memoria de mis dedos,
de las manos que han de acariciar la vida,
del legado de un escritor: vengarse de l camino
tirándole piedras.
Hay veces que comentar tus poemas se hace complicado pq hablan por si solos. Me gustaron estos últimos versos, muy sentidos, pero vaya, todo en si. me gustó muy mucho.. uff ! salud!
en la memoria de mis dedos,
de las manos que han de acariciar la vida,
del legado de un escritor: vengarse de l camino
tirándole piedras.
Hay veces que comentar tus poemas se hace complicado pq hablan por si solos. Me gustaron estos últimos versos, muy sentidos, pero vaya, todo en si. me gustó muy mucho.. uff ! salud!
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