Bueno, tengo decenas y decenas de escritos... este es uno del montón que escribí éste año y decidí mostrarlo a ver qué les parece... y de paso ver si encuentro un bonito lugar donde compartir palabras con la gente...
murió el silencio como pariendo un nuevo sueño, con las piernas abiertas mirando al
horizonte, gozando con su dolor, partiendo una nueva dedicatoria de un ser. como el bronce
de tus pupilas cuando brillan, tapadas con tus párpados, sin frío. los cubren mis pestañas
que se transforman en sábanas, en veneno del veneno, acechando cada parte de marzo, siendo
una parte de un poema roto, que se lo traga el viento, que lo transforma en un flujo brutal,
lo termina barriendo. lo vuelvo a unir. es ésto. como una horrible plegaria de un
sentimiento ciego, como que el sonido siente dolor, se pierden más dedos, más palabras de
amor interminables, infinitas, como partículas del aire que se pierden en mis oídos, creyendo
que hoy es eterno, y no. o si. por los poros meto tu luz y la transformo en saliva, para
regarte con mis besos un nuevo contagio seminal de las caras más prestigiosas de nuestra
piel. ¿ahora quién correrá por mi ausencia y se hará invencible ante cualquier sentido
perdido de mi paladar?. ahora voy a ser yo quien se haga infinito y vuele como un pájaro sin
alas, que es aún más fuerte, que vuela más alto, que vuelve a buscarme cualquier noche de
fiebre, de esas que el calor se hace frío y se transforma en lluvia, que riega mis pies y se
anima a despeinarme cuando el sol se mete bajo tu cama, a besarse con la luna a escondidas,
como atizando un poco al peligro, como mostrándole la herencia maldita que le dejamos al
mundo antes de perdernos y ser, otra vez, alma de la carne, y barrer la cáscara de mi, como
un nuevo llamamiento al humo del aire. sin puntos, sin respirar, lee, soy un animal. hoy
pude haber ladrado mucho más, pero preferí maullar y arañar otra llamarada de mis ojos, otra
gota de este fuego eterno que crío en mi interior, para que con un beso de tu boca lo
sonrojes, lo apagues, y hagas lo eterno, vencido.
y después parto hacia ningún lugar, parto mi cuerpo en dos, me creo de nuevo, me insulto y
desprecio tus caricias, tu sonrisa la vuelvo labio, revuelvo mis tripas y saco de ellas
cualquier mercadillo de venta de mierda, me creo nuevo como viejo corazón y nazco de algún
nuevo o viejo sentimiento, sintiendo que te siento algún día, y así vuelvo a ser, al menos
un ratito en mis días. por la mañana muero, vuelvo y despierto para cambiar la vida de mi
reloj... después de todo, no me queda nada, al menos hoy.
A.Q.
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