y la voz resuena dentro de mi chaqueta,
a la altura del corazón. No te rindas,
¡hazle frente al dolor! Como siempre:
lo hemos vuelto a hacer; yo caigo a tus pies,
y tú te escapas por la puerta de atrás.
Luego volverás, y seré yo la que te haga marchar.
Escupe mi canción el mar, la de la desilusión,
la de los versos reunidos en el pergamino de la soledad.
Un beso y una flor, un te quiero, una sonrisa y un adiós,
nos veremos de nuevo en el JardÃn del Edén.
Disfruta de mi ausencia, es lo único que te puedo dar.
Si me necesitas: llámame, aquà tienes mi foto,
le vendrá bien un marco en papel albal.
CuÃdame, me dejo tirada en tu portal.
Y no llores nunca más, estaré contigo a la deriva.
Abrázame, siempre que estés triste: abrázame;
te sentiré en la distancia. Dame un sólo beso más,
como todos los que nunca me has dado.
Déjame soñar que estuvimos juntos una eternidad.
Un dÃa cualquiera me encontrarás en tu cama
y te preguntarás como he podido llegar.
Pues bien, mi secreto es el miedo a olvidar.

PD. Es difÃcil decir adiós