Lo que me conto una noche la portada del disco de Marea

[estrella_2]

Sin inquietud alguna caminaba apurando las últimas caladas de su cigarro.
Sus greñudas melenas de músico insatisfecho le ocultaban apáticamente la cara. Sus hábiles manos le delataban en más de una ocasión.
Tras aniquilar su raquítico cigarro, sus manos yacieron en el fondo de los bolsillos de su curtida y zaina chupa, la cual si pudiera hablar contaría las mil y una batallas que han baqueteado a su portador.

Pese a su común altura, su modesta corpulencia le daba un aire desgarbado e introvertido, pero aun con todo, su mirada se podía descifrar.
El brillo de sus ojos le daba un aire de ofuscado soñador y sus labios sellados por el aire, rara vez emitían palabra alguna sobre sus intensas emociones.

Sensible ante cualquier batalla, roía sus pensamientos y nunca dejaba que su alma pariera sus más indigestas puñaladas, que en su difusa sombra se podían apreciar.
Una vez a alguien escuchó, que solamente recibiendo una sola puñalada diaria podría recibir hasta 28000 puñaladas. Puñaladas que su armadura de piel posiblemente no podría sentenciar.

[Trooper]

muy chulo, sí señora

salut!