Sociedad enferma (relato surrealista con un toque gore)

[Kazako]

Lo escribí de jovenzuelo, hará unos 8 años, lo he encontardo hoy y me hecho gracia...


Sociedad enferma


Caminando por la calle más comercial de una de las grandes ciudades de la vieja Europa me detuve en el escaparate de una tienda de electrodomésticos, me quede mirando uno de esos modernos aspiradores fabricados con niños de laboratorio, sin brazos ni piernas, con un tubo metálico insertado en el trasero, y que aspiran con la boca hasta el rastro mas pequeño de suciedad.
En ese mismo instante aparece el enteradillo de turno: uno de esos niñatos guaperas, con un pit bull colgado en el lóbulo de la oreja izquierda.
-?Vaya mierda de trastos, son lentos y no duran mucho, lo único bueno es que son biodegradables.?
Yo solo lo miro de reojo, como si la conversación no fuera conmigo, pero no me deja indiferente: ?biodegradables?, que coño importa eso hoy en día?
Sigo mi camino y veo la tensión en las deformes caras de la gente que se cruza conmigo, hace una semana se empezó a aplicar la ley de exterminio en este estado, los ancianos de más de 70 años van a ser sacrificados como animales para evitar la superpoblación. Y yo que acabo de tener un niño... pero creo que ha sido una autentica putada traerlo a este infierno, no creo que me lo agradezca nunca. No le he puesto nombre, ya que prefiero que se lo ponga él mismo cuando sea mayor, que construya su propia identidad desde el principio. Me pregunto cuanto tiempo podrá sobrevivir alimentándose de sus propios excrementos y orín, cuando yo muera.
Un poco asqueado por el olor a azufre de las calles me dirijo a casa de mi amiga Zöe, una chica bastante especial, es la única del barrio que vomita bebés sin haber estado nunca embarazada. Cada vez que se presenta la ocasión aprovechamos para tomarnos una infusión de la placenta mas reciente. Que mejor sitio para estar, a la hora en que pasan por la calle los camiones de las brigadas del estado, esparciendo jeringuillas nuevas por todas partes. Ya que según el departamento de sanidad hay que frenar el nivel de contagio de enfermedades y virus, aparecidos después de la adicción a la SML a escala mundial, un fuerte ataque del virus es el fin, no tienes tiempo de llegar a la siguiente esquina ni arrastrado por tus propias convulsiones.
Cuando termina la lluvia de jeringuillas salgo de casa de Zöe, me dirijo a mi casa y, como cada vez que entro, toco el timbre antes de entrar, solo por puro morbo, ya que las llamadas 11, 21, 31 y así continuamente, una vez cada diez, sueltan una fuerte descarga eléctrica. Tengo ya mas de un amigo con el dedo y parte de la papada amputados, pero a mi nunca me ha dado la descarga, siempre me tengo que conformar con la dulce melodía del timbre, que suena como una larga distorsión de guitarra al final de una canción. Aunque a mi me recuerda más al sonido de una motosierra oxidada, ese orgásmico sonido adornado con los pequeños trozos de la carne de los ancianos saltando por todas partes.

[al-ándalus]

Muy agradable su lectura, sí...

[Kazako]

Jajaja, si consigo que vuele un poco vuestra imaginación durante un rato ya me vale.