Sigo el caminar de las luces con la mirada perdida por la ventana, junto a la misma compañera de siempre gritandome al oido, veo pasar los kilometros, uno tras otro y no se paran, hasta ahora nada nuevo, hasta ahora todo igual, nada cambia.
De repente me vienen a la cabeza montones de palabras, palabras sin orden sin lengua concreta, pero no me dicen nada, son palabras muertas, quizas una a una cobren sentido, quizas cada palabra individual tenga su propio todo, vuelvo, a mi manera, a intentar hacer converger los antonimos, a intentar convencerme que no es un significado distinto el suyo, sino simplemente, son las dos caras de una misma moneda...quizas decir lo contrario simplemente sea hacer hincapié en lo mismo.
Ahogado por los embriones de palabras va pasando el camino, sin pena ni gloria, sin comienzo ni destino ¿acaso hace falta? ¿tan necesario es saber a donde voy? Quizas lo realmente importante sea el conocer mejor por donde me muevo, disfrutar del camino y dejar de intentar avistar lejos la meta para abandonar en el ultimo metro...sabrorear los metros recorridos y no ansiar los que podrian o no llegar.
Y llegados a este punto ¿a quien le interesa acabar la carrera?, quiza slos ultimos metros sobren, despues de haber hecho todo aquel esfuerzo, en ocasiones creo haber llagdo demasiado lejos como para ir ma alla y si es asi ¿porque chillo? da igual las preguntas pierden el interes cuando conocemos la respuesta...por eso quizas sea mejor asi no encontrar la respuesta, si con ello consigo unirme a mas gente para ayudarnos a encontrarla.
No me importa a donde, sino con quien y como, tampoco importa cuando...mientras sea a tiempo...
Que rollo he soltao, lo siento pero soy un animal de otoño...no busqueis orden solo son hojas caidas...
Hojas caidas
Recupero esto.
La primera vez q lo ley me dio la sensación de una vorágine, un vendaval de palabras, un ciclón, como si se hubieran abierto las compuertas q retenían las aguas tranquilas de un embalse y se hubieran dejado salir todas de golpe, con toda su fuerza.
Hoy releyéndolo me trae la misma sensación.
Y me encanta.
Tiene una frescura perenne.
Y me entran ganas de bajarme al coche, ponerme ese cd cañero de ruta y pisarle, y dejarme llevar, y sentir la velocidad ...
La primera vez q lo ley me dio la sensación de una vorágine, un vendaval de palabras, un ciclón, como si se hubieran abierto las compuertas q retenían las aguas tranquilas de un embalse y se hubieran dejado salir todas de golpe, con toda su fuerza.
Hoy releyéndolo me trae la misma sensación.
Y me encanta.
Tiene una frescura perenne.
Y me entran ganas de bajarme al coche, ponerme ese cd cañero de ruta y pisarle, y dejarme llevar, y sentir la velocidad ...
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